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Los trabajadores de Heraclio Fournier lanzan un órdago a la empresa: “Un convenio sin IPC es como una baraja sin ases”

Pancartar de los trabajadores de Heraclio Fournier exgiendo la subida salarial.

Belén Ferreras

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Los trabajadores de Heraclio Fournier se han plantado este jueves y han secundado el órdago que el comité de empresa ha lanzado a la dirección de la histórica planta de fabricación de naipes de Vitoria. El 90% de la plantilla de la empresa, compuesta 60 trabajadores, ha secundado la primera jornada de huelga para presionar a la empresa y que acepte negociar un convenio a dos años que recoja una subida salarial acorde con la subida del IPC. Tras una pancarta en la que leía “un convenio sin IPC es como una baraja sin ases” los trabajadores se han concentrado durante el paro avisando a la compañía de que no aceptarán acuerdos que les hagan perder poder adquistivo. La dirección de la empresa, antes familiar, pero ahora en manos de la multinacional Cartamundi, ha lanzado un ultimatum a la plantilla y a través de un comunicado interno les ha advertido de que si antes del día 15 no aceptan sus condiciones, que limita el acuerdo a un año y a una subida salarial de un 3,5%, dará por finalizada la negociación y entenderá que la búsqueda de un nuevo pacto laboral se deja ya para el año que viene.

Los sindicatos ELA y LAB han respondido con el paro de este jueves, que es el primero de los previstos y a los que seguirán las huelgas del 18 y 20 de octubre, de dos horas por turno, que no descartan extender a todo el día si la dirección de esta antigua empresa familiar, en manos ahora de la multinacional Cartamundi, no acepta sus reivindicaciones o rompe la negociación.

“No podemos permitir el empobrecimiento de la plantilla”, dice Zuriñe Herreros, responsable de ELA. Según recuerda, desde 2013 sólo han tenido un incremento del 3% del salario base, “dejando el resto de subidas, nunca consolidables, subordinadas a otras variables económicas que se escapan del control de la plantilla, como beneficios del Ebitda de la empresa”. Por eso, asegura que ahora “con un IPC en máximos históricos, del 6,5% en 2021, y en una empresa históricamente reconocida de Álava, y un referente a nivel mundial en la fabricación de cartas que ve garantizado sus beneficios año tras año, no se puede consentir”.

Los trabajadores exigen a la dirección de la empresa, un convenio que tenga una vigencia de dos años con una subida salarial que recoja el IPC. Lo que supone un 6,5% para este año 2022 y el IPC de 2023. La empresa no quiere, de entrada, que el convenio tenga una duración de más de un año y, aunque ha ido mejorando su oferta, la última del 6 de octubre no pasa del 3,5% de subida salarial. Además de un dinero en función de si se consigue el 100% de los objetivos de beneficios.

Según detalla la representante de ELA, la empresa tiene unos “ingresos estables” que tiene que repercutir en los trabajadores“. Los datos con los que cuenta el comité hablan de beneficios de entorno a los 2,5 millones antes de la pandemia, para bajar al millón de euros en 2020, ya que a la empresa le afectó el cierre de casinos.

La empresa de Naipes Heraclio Fournier, que fabrica barajas de pócker y baraja española, celebra este año sus 152 cumpleaños. El primer teléfono de Vitoria fue instalado en las oficinas de esta compañía. Una larga de historia en la que la primogética empresa familiar ha pasado por diversos dueños. Durante su primer siglo estuvo vinculada a la familia del fundador Heraclio Fournier, cuyos nietos llegaron a ser conocidos aviadores y alcalde de Vitoria, hasta que la crisis de finales de los 80 obligó a vender el 90% del capital a USPC (The United States Playing Card Company). En 2004, Jarden Corporation se hizo con el control financiero. Diez años después el hólding norteamericano Newell Brands, sumó la fábrica alavesa a su conglomerado de empresas de productos de consumo. Desde 2020 es la empresa belga Cartamundi la que tiene el control de la planta alavesa.

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