Urkullu adelanta un presupuesto de récord, “valiente” y “anticíclico” en 2023: 14.000 millones de euros

El lehendakari, Iñigo Urkullu, cumple diez años en Ajuria Enea. Hace una década, se estrenó presentando unos presupuestos con un fuerte recorte de gasto y 9.500 millones en partidas. Ahora, en otro contexto de crisis -“la única certeza es la incertidumbre”-, se vanagloria de que presentará de cara a 2023 unas cuentas “valientes” y “anticíclicas”. “Será un presupuesto que superará por primera vez los 14.000 millones de euros”, ha solemnizado este lunes en Bilbao en el marco de una conferencia del Nueva Economía Fórum del hotel Ercilla.

“Por una parte -ha añadido sobre un documento que será dado a conocer este martes- mantenemos la prioridad social, destinando tres de cada cuatro euros a los servicios esenciales de Salud, Educación y protección social. Vamos a primar, además, la respuesta al reto demográfico y el impulso de la estrategia de emancipación juvenil. Y por otra parte -ha seguido- vamos a seguir apoyando la reactivación económica, la inversión y la generación de oportunidades de empleo”.

En esta década, el Ejecutivo de Urkullu, en sí mismo una coalición del PNV con el PSE-EE, ha pactado presupuestos con PP, con Podemos (sin IU) y con EH Bildu. Los últimos, de hecho, están aprobados merced a un pacto con la coalición abertzale. “Tenemos mayoría absoluta, pero mantenemos firme nuestro compromiso de ensanchar los acuerdos para afrontar un año muy difícil”, ha afirmado el lehendakari sobre posibles nuevas alianzas, sin entrar en más detalles.

Sobre el contexto económico, el primer dirigente que introdujo en el debate público el concepto de “economía de guerra” allá por el inicio de la guerra en Ucrania ahora se mantiene prudente pero ofreciendo siempre datos esperanzadores. “Mantenemos las previsiones de crecimiento para este año en el 4,3%. Sigue siendo un crecimiento muy significativo, comparado con la media europea”, ha afirmado. Ahora bien, de cara a 2023, se prevé una subida de menos de la mitad, del 2,1%. Con todo, Urkullu recuerda que “no es recesión”, aunque sí un “enfriamiento significativo”. En todo caso, ha apuntado a datos de subida de exportaciones o de pernoctaciones turísticas. “Somos conscientes de que tenemos una recesión global en ciernes que nos va a afectar mucho en los próximos meses, pero los datos indican que la economía vasca se encuentra en forma”, ha apostillado antes de ofrecer un dato: “El rating de Euskadi según las agencias internacionales se encuentra dos niveles por encima de la calificación de la deuda soberana española”.

Urkullu se ha referido también a la batalla entre quienes defienden una subida de impuestos y quienes propugnan todo lo contrario. Y ha parecido situarse de perfil aunque en Euskadi se han articulado ya tres deflactaciones. “Considero que es momento de certidumbre, concertación y consenso fiscal”, ha apuntado. Sobre el modelo vasco, lo ha calificado de “estable” y “predecible”, “que es lo que necesitan las decisiones de inversión y de ahorro de las empresas y las familias”. ¿Una posible reforma? “Buscando siempre el máximo consenso posible que garantice la certidumbre y estabilidad fiscal”, se ha limitado a reseñar.