Urkullu y Andueza exhiben la “buena salud” de la coalición de PNV y PSE-EE tras aparcar las diferencias educativas

El consejero-portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha confirmado a mediodía que PNV y PSE-EE, con toda probabilidad, presentarán esta semana en el Parlamento Vasco una “posición común” de cara a las bases para la reforma educativa, como ha adelantado este periódico. Horas después, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, han exhibido tras su primera reunión la “buena salud” de la coalición que une a ambos partidos una vez aparcadas las diferencias “de calado” en materia de Educación.

Urkullu ha citado a Andueza en el palacio de Ajuria Enea, donde hace las recepciones de mayor trascendencia institucional. Horas antes, por ejemplo, ha atendido a la Asociación Vasca de Periodistas y a la portavoz del BNG, Ana Pontón, en las oficinas de Lehendakaritza, el edificio administrativo. El encuentro se ha prolongado por espacio de “más de una hora” y ambas partes han destacado la cordialidad reinante. “Ha servido para ratificar la buena salud del Gobierno de coalición y el alto grado de entendimiento y consenso”, ha enfatizado abiertamente la Presidencia vasca en un comunicado. “El compromiso del PSE-EE con el trabajo conjunto en el Gobierno de coalición en Euskadi es incuestionable, en el marco de los objetivos que se recogieron en septiembre de 2020 en el acuerdo de Gobierno que firmaron los dos partidos”, ha expresado igualmente en su valoración la parte socialista.

Ambas partes han subrayado que comparten la “preocupación por la derivada de la situación provocada por Rusia en Ucrania”. En este sentido, el PSE-EE añade que “la guerra supone un nuevo desafío al que se debe hacer frente con una acción institucional coordinada entre todos los niveles” a nivel europeo“. Sin embargo, nacionalistas y socialistas posan su mirada en la recuperación económica de Euskadi después de la COVID-19. Andueza, por ejemplo, ha expuesto que la legislatura arrancó ”con el horizonte de preservar la salud“ y ha enfatizado que la ”recuperación“ ha de ser ”en términos de justicia social e igualdad“ y con una adecuada gestión de los fondos europeos.

La reforma laboral primero -con el PNV desmarcándose del Gobierno socialista- y la propuesta nacionalista para reformar el modelo educativo después han generado algunas discrepancias entre ambos partidos. Pero parecen olvidadas. En este segundo apartado, el PSE-EE cuestionó que el documento inicial para la futura ley de Educación diera el peso que merece a la enseñanza pública en un contexto en que casi el 50% del alumnado está matriculado en centros de titularidad privada. Esta semana acaba el plazo de alegaciones a ese dictamen y ambos partidos han aprovechado la prórroga de las fechas iniciales para consensuar algunas modificaciones. El disenso en esta materia parece totalmente enterrado tras una conversaciones en las que ha participado también el consejero de Educación, Jokin Bildarratz.

En la nota posterior a la reunión enviada por el equipo de Urkullu apenas hay una mención general a la Ley de Educación como uno más de los “proyectos en tramitación que son muy relevantes”. Los socialistas, sobre este particular, sostienen que la reforma “debe configurar una sociedad vasca más justa, más cohesionada y más preparada para dar respuesta a los desafíos de un mundo cambiante”. “Tenemos por delante desafíos de una gran dimensión como generar una economía sostenible, un sistema de cuidados más humano y eficaz, una industria más moderna y competitiva o preservar los servicios públicos, que no permiten ninguna concesión a la autocomplacencia”, añade el PSE-EE. El acuerdo será presentado más avanzada la semana.

El ala del PNV del Gobierno señala también como medidas de relevancia para la segunda mitad de la legislatura la reforma de la RGI -ahora se deberá integrar con el IMV, recientemente transferido-, la Ley de Igualdad -será aprobada esta semana- o la normativa sobre Juventud. Los socialistas añaden también lo relativo a la “convivencia”, en busca de un “compromiso inequívoco con los derechos humanos antes, ahora y en el futuro” por parte de todas las formaciones políticas. “Estaremos siempre ahí, con la memoria, la justicia, la verdad y la reparación que merecen todas las víctimas”, apostillan.