Urkullu convoca una mesa de crisis extraordinaria para analizar el repunte de la pandemia en Euskadi y posibles nuevas restricciones
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha convocado con carácter extraordinario una reunión de la mesa de crisis de la emergencia sanitaria de Euskadi, llamada LABI. Es un órgano presidido por el propio Urkullu que sienta a las áreas de Salud o Seguridad pero también a los diputados generales, a los municipios y al delegado del Gobierno de España, Denis Itxaso. Los malos datos conocidos este viernes y la tendencia creciente de la pandemia -sobre todo en Gipuzkoa- han persuadido a el Gobierno vasco a adelantar unos días la reunión de seguimiento ordinaria que estaba en la agenda para analizar los datos y, con alta probabilidad, adoptar nuevas restricciones.
Euskadi decretó la emergencia sanitaria el 15 de agosto fruto de la ola de contagios del verano, cuando la situación epidemiológica era más tranquila en otras zonas a excepción de Aragón y Catalunya. Días después, el 19 de agosto, entraron en vigor restricciones adicionales para hostelería -prohibición de consumo en barra- o la recomendación -que no obligación- de evitar reuniones de más de 10 personas. Se puede consultar aquí una guía con los anuncios realizados en aquellas fechas.
La ola creció y alcanzó un pico a finales de agosto y principios de septiembre, con más casos detectados que en marzo-abril. Se explicó por la mayor capacidad de detección -hasta 11.000 PCR diarias-, ya que la hospitalización no alcanzó los niveles críticos de primavera. Sin embargo, la tendencia descendente no deshizo toda la subida y el nuevo repunte -muy influido por situaciones cercanas como Miranda de Ebro, Logroño y, sobre todo, Navarra- alcanza Euskadi con unas tasas de incidencia muy altas, siempre por encima de los 200 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días.
Las fuentes consultadas señalan que el LABI no tendrá más objeto en el orden del día que analizar los datos y proponer más restricciones en lo tocante a aforos y reuniones. El portavoz de Salud ya pidió esta semana que se limitaran “al máximo” los actos sociales, un foco habitual de contagios. La norma más extendido es reducir los grupos a 6 personas. En lugares como Catalunya se ha optado por cerrar los bares, aunque Euskadi siempre ha alertado del “coma económico” y de buscar equilibrios entre la protección de la salud y la economía y la vida social. El encuentro es a las 12.00 horas y tras él está prevista una comparecencia informativa. Significativamente, la última vez que se realizó un anuncio en fin de semana fue el de la emergencia sanitaria, además el 15 de agosto.
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