Urkullu descarta elecciones en Euskadi en febrero y el Parlamento se prepara para seguir en marcha: “No somos Galicia”

A diferencia de 2009, 2012, 2016 y la doble convocatoria de 2020 -motivada por la COVID-19-, todo apunta a que las elecciones no coincidirán en Euskadi y en Galicia. El presidente gallego, Alfonso Rueda, del PP, ha cumplido con la tradición que iniciaron Patxi López y Alberto Núñez Feijóo de comunicar su decisión a su homólogo vasco, Iñigo Urkullu, que ha conocido la convocatoria del 18 de febrero de 2024 antes de que fuera pública, lo que lo ha mantenido fuera del hemiciclo durante el debate de la más importante ley de la legislatura, la reforma educativa. Después, en el propio Parlamento Vasco, Urkullu ha despejado las preguntas de los periodistas sobre la fecha de los comicios vascos con un escueto mensaje: “No somos Galicia”.

Al mismo tiempo, esta tarde el Parlamento Vasco acordará la habilitación especial del mes de enero para avanzar en trabajos legislativos. Es voluntad del Gobierno de Urkullu continuar unos meses más su labor y, al menos, aprobar en febrero las leyes de transición energética y contra el cambio climático y la de derechos de la infancia y de la adolescencia. Si eso se cumple, las elecciones no podrían ser al menos hasta abril. Legalmente se requieren 54 días desde que se disuelve la Cámara hasta la celebración efectiva de las votaciones.

De hecho, el candidato propuesto por el PNV, Imanol Pradales, aún no ha sido designado oficialmente al no haberse completado las votaciones 'batzoki' a 'batzoki'. Será por San Sebastián, el 20 de enero, cuando sea proclamado formalmente. El de abril es el escenario que manejan ahora todos los demás partidos vascos. Una hipotética coincidencia con las europeas, ya convocadas para el 9 de junio, implicaría que se mezclara el debate político en España, que será planteado como una segunda vuelta de las generales, con los asuntos propios de Euskadi. Los nacionalistas siempre han descartado ese escenario.