La disciplina de voto en el PP impedirá a Galicia abolir las corridas de toros
La férrea disciplina de voto en el grupo parlamentario popular pone muy cuesta arriba que Galicia dé su primer paso para abolir las corridas de toros en el país y seguir así el paso de Cataluña. El próximo martes 25 de junio la Cámara gallega debate una proposición de ley presentada por el BNG para prohibir las corridas de toros mediante la eliminación de la excepción normativa que este espectáculo recibe en la Ley de Protección de los Animales.
Es la primera (e histórica) ocasión para que los 75 diputados del Parlamento aclaren su postura con respecto a las corridas de toros, más toda vez que las últimas encuestas realizadas señalan que el 85% de los ciudadanos gallegos están en contra de esta actividad. El apoyo a esta iniciativa nacionalista será total y unánime en el grupo del BNG y de AGE y mayoritario en el PSdeG, siendo las tres formaciones fundadoras del recientemente creado Espacio Parlamentario por la Defensa de los Animales, formado por seis parlamentarios en representación de cada una de las fuerzas de la oposición. La pelota queda en el tejado del grupo de los 41 diputados del PP que, a pesar de las diferentes sensibilidades y la reconocida posición antitaurina de algún parlamentario, no parece dispuesto a darles libertad de voto a sus parlamentarios.
“No tenemos muchas esperanzas porque habrá disciplina de voto férrea, más aún habida cuenta la clara y unánime postura del PP en el Congreso a la hora de intentar declarar la corridas de toros Bien de Interés Cultural y a pesar de que hay tantas sensibilidades diferentes entre diputados e incluso autonomías”, advierte Rubén Pérez, portavoz de Galicia Mellor sen Touradas (GMST), colectivo impulsor de la iniciativa junto al BNG y que mantiene una campaña en internet con más de 1.500 apoyos en la que solicita a los populares que den libertad de voto a sus parlamentarios “por higiene democrática” y para “permitir que cada diputado decida en función de su conciencia”.
Así lo hará el PSdeG, que deja la decisión del voto en manos de cada uno de sus diputados, después de que once de los 18 que tiene en su grupo ya se unieran al frente antitaurino y firmaran a favor de la iniciativa de GMST para trabajar por la retirada de las ayudas públicas a estos eventos de “tortura” a los animales. “La solicitud por parte de Galicia Mellor sen Touradas fue individual y la respuesta del grupo también lo será”, justifica Patricia Villano, portavoz socialista de Medio Ambiente en el Parlamento, que insiste que “no habrá disciplina de voto” y que lo que haga el PP “no le importa”. “Eso es cosa de ellos”, insiste, tras reconocer que, con tan sólo “hacer un cálculo”, la aprobación de la iniciativa para abolir las corridas parece casi imposible.
De hecho, varios diputados del PP, como María Faraldo o Ángel Camino, han dejado clara su rechazo a las corridas de toros en más de una ocasión y públicamente, incluso en plenos municipales. No obstante, todo parece indicar que la disciplina que marcará su grupo les impedirá mostrar su verdadera postura en este tema. “Por lógica, y habida cuenta todas las encuestas, lo normal es que al menos quince diputados populares estuvieran en contra de las corridas de toros”, recuerda Rubén Pérez. A pesar de varios intentos, Praza Pública no fue capaz de conocer las intenciones del grupo parlamentario conservador ante este debate.
“No es sólo un tema individual, sino de valores de una sociedad”
Para Ana Pontón, parlamentaria del BNG, la posición adoptada ante las corridas de toros “no es sólo un tema individual”, sino que “tiene que ver con los valores de una sociedad y con el tipo de trato que le queremos dar a los animales”. “Lo que estaremos trasladando también con este debate es el nivel de violencia que la sociedad está dispuesta a aguantar, por lo que no tiene que ver sólo con la decisión personal de cada uno porque si no no estaría regulado por normas ni tendríamos una Ley de Protección de los Animales”, recuerda.
“Lo que proponemos con la iniciativa es eliminar una excepcionalidad que se incluyó en una ley que es bastante clara y en la que se excluyen las corridas de toros, además sin ninguna tradición a la que apelar”, dice Pontón, que recuerda que este espectáculo “no tiene nada que ver con nuestra cultura, sino que es una imposición”, pero que aclara que “aunque fuera tradicional en Galicia, seguiría siendo inaceptable”.
A pesar de las escasas esperanzas de que la propuesta salga adelante, Pontón cree que “es importante debatir” y trasladarle a la sociedad los argumentos y posición de cada uno, más cuando “el PP refuerza y subvenciona las corridas desde alguna alcaldía, mientras la inmensa mayoría de la sociedad es contraria a ellas”. “Causa cierto escándalo que se recorte en servicios básicos para la ciudadanía y se sigan manteniendo subvenciones públicas a las corridas de toros”, remata.
Por otra parte, Eva Solla, diputada de AGE, recuerda que la creencia unánime en su grupo es la de que “las corridas de toros no son tipo ninguno de cultura, especialmente en un país que no tiene tradición”. “Es un maltrato a animales y no hay motivo alguno para que sea una excepción en su protección”, insiste, tras destacar que “la sociedad ya tiene interiorizado su rechazo a este espectáculo”. Aun así, lamenta que, una vez más, “la disciplina de voto del PP impedirá que se manifiesten las diferentes sensibilidades que sus diputados pueden tener en este tema, al igual que ha ocurrido en otros”.
“Yo misma le pedí en la Cámara al grupo popular que diese libertad de voto a sus parlamentarios a la hora de apoyar o no la petición para que no se reformara la ley del aborto, pero pasó lo que pasó y lo que pasa siempre”, termina, antes de advertir de que está convencida de que hay diputados y diputadas del PP que no están de acuerdo con las corridas“.
El próximo 25 de junio habrá respuesta a las interrogantes sobre un debate que no existe en la sociedad gallega, clara y mayoritariamente en contra de las corridas de toros según las encuestas. Además, y según datos oficiales de la Xunta, en los últimos cinco años se han organizado en Galicia tan sólo 64 corridas de toros concentradas en trece ayuntamientos del país, un 4,1% del total. De estos municipios que albergaron espectáculos taurinos sólo figuran dos ciudades, A Coruña y Pontevedra. Todos ellos, además, fueron financiados con dinero público.