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Los recortes del PP “obligan” a varios ayuntamientos gallegos a asumir el nuevo copago farmacéutico

Casa consistorial de Riotorto (Lugo)

Miguel Pardo

Ayuntamientos que asumirán el copago en medicamentos dispensados en el hospital para vecinos con enfermedades graves y dificultades económicas. Ese es el camino que van a seguir varios municipios gallegos, después de que desde el pasado 1 de octubre entrara en vigor la resolución del Ministerio de Sanidad que instaura el repago en unos 50 fármacos destinados a tratar enfermedades complejas y graves, que solo se dispensan en las farmacias hospitalarias, incluso aunque los pacientes no estén ingresados. Medicamentos para tratar tumores de mama, de riñón o cerebrales, para hacer frente a la leucemia o para tratar la artritis reumatoide y la hepatitis. La decisión de la Xunta – que decidió asumir la medida desde el principio – y la iniciativa del gobierno estatal “obligan” a muchas administraciones locales a asumir competencias que no les son propias, algo que ven “necesario” ante la “discriminación provocada por el PP” y la situación “vulnerable” de muchos de sus paisanos.

Así lo anunció Federico Gutiérrez, alcalde del BNG en Riotorto, el primero que comunicó la asunción por parte del ayuntamiento del copago de estos fármacos para “evitar que muchos pacientes abandonen o queden sin el tratamiento adecuado por razones económicas”. “Un alcalde debe estar para más que para parchear caminos y carreteras y para colocar farolas”, afirma el regidor nacionalista, que descubrió una realidad que se está reproduciendo ya en otros muchos municipios pequeños que se rebelan así ante este nuevo recorte de Sanidad, aun asumiendo que la competencia no es suya y que debería haber sido la Xunta – “porque es quien tiene las competencias” – la que articulase una solución a la problemática que empiezan a sufrir millares de gallegos.

José Luis Raposo, alcalde socialista de Pedrafita do Cebreiro, anuncia ya que el ayuntamiento también asumirá este copago para los vecinos con más dificultades económicas. “Claro que estamos dispuestos a hacerlo y que lo haremos; le pagaremos la parte correspondiente de esos medicamentos a los vecinos que lo precisen, basándonos en un informe de servicios sociales que acredite sus dificultades y en función de su renta. Les vamos a echar una mano porque ni yo ni ningún alcalde vamos a dejar morir a una persona por no poder pagar los medicamentos”, asegura.

Aplicará, por lo tanto, un modelo semejante al de Riotorto, cuyo alcalde anunció que podrán beneficiarse de esta medida los vecinos que lleven más de seis meses empadronados en el ayuntamiento y en función de la renta del enfermo, por lo que la administración local asumirá un porcentaje del copago o incluso el 100% del importe. Es también un gesto de rebeldía contra el Gobierno central y la Xunta y contra una medida “que sobrepasa la frontera de la ética y de la moral”. Además, Federico Gutiérrez llamó a sus homólogos a hacer lo mismo. El caso es que muchos han recogido la propuesta, pero otros muchos ya habían pensado aplicarla, como antes habían hecho con ayudas a material escolar, a transporte de estudiantes o a la rehabilitación de casas y baños para familias necesitadas.

Manuel Antelo, regidor del Bloque en Vimianzo, deja “claro” que ya está pensando en asumir parte o la totalidad de este nuevo copago farmacéutico para los vecinos más necesitados “como ya hemos hecho con el material escolar para algunos vecinos: ya hemos actuado a través de los servicios sociales en otros ámbitos y estudiaremos si en este caso también podemos ayudar, porque tenemos unos márgenes en políticas de emergencia social”, explica el alcalde, que cree que la iniciativa anunciada por Riotorto es “lógica” ante los recortes de quien debería asumir estas medidas, pero aclara también que “quien tiene la competencia es quien la tiene: la Xunta de Galicia”. Zas o Monforte son otros de los municipios que meditan medidas semejantes.

Es en ese dilema en el que se encuentran ahora los alcaldes. Entre el “deber moral” de ayudar a sus vecinos y actuar ante problemas “cercanos y que llaman a la puerta del Ayuntamiento” y la asunción de competencias que no les son propias, con lo que le “facilitan el trabajo al Gobierno central”, como aclara José Luis Raposo, alcalde de Pedrafita. “Llegará un momento en el que se nos pida que acabemos de hacer una carretera que el Gobierno dejó parada; nosotros le vamos a echar una mano a los ciudadanos, pero no podemos hacer todo lo que deja de hacer el Estado”, insiste, tras aclarar que el ayuntamiento asumirá el copago farmacéutico “de quien lo necesite”. “Lo que no voy a hacer es darle una subvención a quien tiene dinero y vota al PP y viene a reírse de mí”, dice con rotundidad.

El regidor de Vimianzo coincide con el de Pedrafita al asegurar que los alcaldes, especialmente de los ayuntamientos más pequeños, sienten la “presión” de ayudar a la gente más próxima. “Cualquiera que ve a un vecino que tiene problemas lo va a ayudar, ¡cómo no nos vamos a ver obligados a hacerlo! Hay cosas que no se pueden dejar pasar”, explica Raposo, que revela que la administración local ya colabora económicamente con el transporte de estudiantes “que van a estudiar a la capital y se han quedado sin becas”.

“La iniciativa de subvencionar el copago es pragmática, porque si los ayuntamientos no actuamos, la sociedad queda desprotegida, lo que pone en evidencia una vez más que los ayuntamientos deben tener competencias y fondos suficientes para trabajar”, dice Antelo, que al igual que el regidor de Pedrafita ve en la reforma local “un obstáculo más” en el día a día de unos municipios que ahora, por los recortes y la crisis, tienen que ampliar el abanico de sus políticas sociales y que no podrán asumirlas, tal y como ya han advertido los trabajadores y educadores sociales.

Además de esta reforma, la situación aún es más grave habida cuenta del estricto tope de gasto al que ya están sometidos los ayuntamientos, y que se vería acentuado con la reforma local. Ya actualmente, todo ingreso que supere el límite marcado tiene que dedicarse a rebajar la deuda con los bancos, por lo que no es posibile solicitar crédito alguno, aunque el municipio no tenga ningún problema de tesorería o pacte con los bancos plazos flexibles de pago. “Con ese límite y con la hipotética aplicación de la reforma, acabarán cerrando los ayuntamientos y privatizando todos los servicios en cuanto la administración local carezca de fondos para asumir ciertas políticas; ese es su objetivo”, dice Raposo, que cree que el Gobierno central conduce “a que solo los ricos puedan pagar la sanidad” y a que “el que no tenga dinero acabe muriendo en la puerta del hospital”.

“Es una miseria provocada por un gobierno que facilita que las empresas que ya no ganan dinero con el ladrillo se metan en la sanidad y en los servicios de las administraciones”, insiste el regidor de Pedrafita. “Los populares quieren hacer de la sanidad pública un artículo de lujo para los bolsillos más acomodados; no entienden que el derecho a la sanidad pública y gratuita no admite discriminaciones”, denuncia el alcalde de Riotorto, localidad que asumirá el pago de medicamentos como Afinitor o Tyverd, para casos de cánceres de mama; o Votrient y Temodal, para cánceres de riñón y tumores cerebrales. Así, hasta 157 prestaciones farmacológicas de más de 50 medicamentos. Así ocurrirá en Riotorto y en muchos otros ayuntamientos gallegos, que asumirán lo que no asumen ni el Gobierno central ni la Xunta.

Ayuntamientosque asumirán el copago en medicamentos dispensados en el hospitalpara vecinos con enfermedades graves y dificultades económicas.Ese es el camino que van a seguir varios municipios gallegos, despuésde que desde el pasado 1 de octubre entrara en vigor la resolucióndel Ministerio de Sanidad que instaura el repago en unos 50 fármacosdestinados a tratar enfermedades complejas y graves, que solo sedispensan en las farmacias hospitalarias, incluso aunque lospacientes no estén ingresados. Medicamentos para tratar tumores demama, de riñón o cerebrales, para hacer frente a la leucemia o paratratar la artritis reumatoide y la hepatitis. La decisión de laXunta – que decidió asumir la medida desde el principio – y lainiciativa del gobierno estatal “obligan” a muchasadministraciones locales a asumir competencias que no les sonpropias, algo que ven “necesario” ante la “discriminaciónprovocada por el PP” y la situación “vulnerable” demuchos de sus paisanos.

Asílo anunció Federico Gutiérrez, alcalde del BNG en Riotorto, elprimero que comunicó la asunción por parte del ayuntamiento delcopago de estos fármacos para “evitar que muchos pacientesabandonen o queden sin el tratamiento adecuado por razoneseconómicas”. “Un alcalde debe estar para más que paraparchear caminos y carreteras y para colocar farolas”,afirma el regidor nacionalista, que descubrió una realidad que seestá reproduciendo ya en otros muchos municipios pequeños que serebelan así ante este nuevo recorte de Sanidad, aun asumiendo que lacompetencia no es suya y que debería haber sido la Xunta – “porquees quien tiene las competencias” – la que articulase unasolución a la problemática que empiezan a sufrir millares degallegos.

JoséLuis Raposo, alcalde socialista de Pedrafita do Cebreiro, anuncia yaque el ayuntamiento también asumirá este copago para los vecinoscon más dificultades económicas. “Claro que estamos dispuestosa hacerlo y que lo haremos; lepagaremos la parte correspondiente de esos medicamentos a los vecinosque lo precisen, basándonos en un informe de servicios sociales queacredite sus dificultades y en función de su renta.Les vamos a echar una mano porque ni yo ni ningún alcalde vamos adejar morir a una persona por no poder pagar los medicamentos”,asegura.

Aplicará,por lo tanto, un modelo semejante al de Riotorto, cuyo alcaldeanunció que podrán beneficiarse de esta medida los vecinos quelleven más de seis meses empadronados en el ayuntamiento y enfunción de la renta del enfermo, por lo que la administración localasumirá un porcentaje del copago o incluso el 100% del importe. Estambién un gesto de rebeldía contra el Gobierno central y la Xuntay contra una medida “que sobrepasa la frontera de la ética y dela moral”. Además, Federico Gutiérrez llamó a sus homólogosa hacer lo mismo. El caso es que muchos han recogido la propuesta,pero otros muchos ya habían pensado aplicarla, como antes habíanhecho con ayudas a material escolar, a transporte de estudiantes o ala rehabilitación de casas y baños para familias necesitadas.

ManuelAntelo, regidor del Bloque en Vimianzo, deja “claro” que yaestá pensando en asumir parte o la totalidad de este nuevo copagofarmacéutico para los vecinos más necesitados “como ya hemoshecho con el material escolar para algunos vecinos: ya hemos actuadoa través de los servicios sociales en otros ámbitos y estudiaremossi en este caso también podemos ayudar, porque tenemos unos márgenesen políticas de emergencia social”, explica el alcalde, quecree que la iniciativa anunciada por Riotorto es “lógica”ante los recortes de quien debería asumir estas medidas, pero aclaratambién que “quien tiene la competencia es quien la tiene: laXunta de Galicia”. Zas o Monforte son otros de los municipiosque meditan medidas semejantes.

Esen ese dilema en el que se encuentran ahora los alcaldes. Entre el“deber moral” de ayudar a sus vecinos y actuar anteproblemas “cercanos y que llaman a la puerta del Ayuntamiento”y la asunción de competencias que no les son propias, con lo que le“facilitan el trabajo al Gobierno central”, como aclaraJosé Luis Raposo, alcalde de Pedrafita. “Llegará un momento enel que se nos pida que acabemos de hacer una carretera que elGobierno dejó parada; nosotros le vamos a echar una mano a losciudadanos, pero nopodemos hacer todo lo que deja de hacer el Estado”,insiste, tras aclarar que el ayuntamiento asumirá el copagofarmacéutico “de quien lo necesite”. “Lo que no voy ahacer es darle una subvención a quien tiene dinero y vota al PP yviene a reírse de mí”, dice con rotundidad.

Elregidor de Vimianzo coincide con el de Pedrafita al asegurar que losalcaldes, especialmente de los ayuntamientos más pequeños, sientenla “presión” de ayudar a la gente más próxima.“Cualquieraque ve a un vecino que tiene problemas lo va a ayudar, ¡cómo no nosvamos a ver obligados a hacerlo!Hay cosas que no se pueden dejar pasar”, explica Raposo,que revela que la administración local ya colabora económicamentecon el transporte de estudiantes “que van a estudiar a lacapital y se han quedado sin becas”.

Lainiciativa de subvencionar el copago es pragmática, porque si losayuntamientos no actuamos, la sociedad queda desprotegida, lo quepone en evidencia una vez más que los ayuntamientos deben tenercompetencias y fondos suficientes para trabajar”, dice Antelo,que al igual que el regidor de Pedrafita ve en la reforma local “unobstáculo más” en el día a día de unos municipios que ahora,por los recortes y la crisis, tienen que ampliar el abanico de suspolíticas sociales y que no podrán asumirlas, tal y como ya hanadvertido los trabajadores y educadores sociales.

Ademásde esta reforma, la situación aún es más grave habida cuenta delestricto tope de gasto al que ya están sometidos los ayuntamientos,y que se vería acentuado con la reforma local. Ya actualmente, todoingreso que supere el límite marcado tiene que dedicarse a rebajarla deuda con los bancos, por lo que no es posibile solicitar créditoalguno, aunque el municipio no tenga ningún problema de tesorería opacte con los bancos plazos flexibles de pago. “Con ese límitey con la hipotética aplicación de la reforma, acabarán cerrandolos ayuntamientos y privatizando todos los servicios en cuanto laadministración local carezca de fondos para asumir ciertaspolíticas; ese es su objetivo”, dice Raposo, que cree que elGobierno central conduce “a que solo los ricos puedan pagar lasanidad” y a que “el que no tenga dinero acabe muriendo enla puerta del hospital”.

“Esuna miseria provocada por un gobierno que facilita que las empresasque ya no ganan dinero con el ladrillo se metan en la sanidad y enlos servicios de las administraciones”, insiste el regidor dePedrafita. “Lospopulares quieren hacer de la sanidad pública un artículo de lujopara los bolsillos más acomodados;no entienden que el derecho a la sanidad pública y gratuita noadmite discriminaciones”, denuncia el alcalde de Riotorto,localidad que asumirá el pago de medicamentos como Afinitor oTyverd, para casos de cánceres de mama; o Votrient y Temodal, paracánceres de riñón y tumores cerebrales. Así, hasta 157prestaciones farmacológicas de más de 50 medicamentos. Asíocurrirá en Riotorto y en muchos otros ayuntamientos gallegos, queasumirán lo que no asumen ni el Gobierno central ni la Xunta.

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