Las primeras averiguaciones apuntan a que los vagones arrojados al Sil fueron “empujados de forma intencionada”

Las primeras averiguaciones de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil apuntan a que los vagones del tren de mercancías descarrilado en Carballeda de Valdeorras (Ourense) fueron “empujados de manera intencionada” al cauce del río Sil. El organismo, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, asegura que de las investigaciones realizadas por el personal responsable de la cuenca hidrográfica “se desprende que los vagones habría sido empujados de manera intencionada para que se produjera su caída por el talud” a pesar de que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, según asegura, trasladó específicamente que esa operación no estaba autorizada.

No lo hizo a Adif, que depende del Gobierno central, sino a la Axencia Galega de Emerxencias - 112 (Axega), un organismo de la Xunta de Galicia, según asegura la Confederación. El organismo indica que el pasado domingo recibió un comunicado de Axega en el que se informaba de la intención de “dejar caer” los vagones “hacia el cauce para posteriormente recuperarlos” dada la dificultad de la maniobra y “por cuestiones de seguridad”. El organismo indica que se informó de que la operación no era viable desde un punto de vista ambiental “en la forma planteada”.

Por su parte, la empresa pública responsable del mantenimiento de las vías férreas, Adif, aseguró ayer en un comunicado que la caída de uno de los vagones se produjo cuando estaban intentando encarrilarlo de nuevo. “Durante esas maniobras, un vagón se pudo desplazar correctamente, pero el segundo de los vagones se precipitó ladera abajo, hasta la ribera del río Sil”, indica Adif.

La Confederación ha abierto diligencias previas para investigar y determinar los daños al dominio público hidráulico y también mantiene abiertas indagaciones la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta.