Oye..., pero si no sé ni como te llamas. A ver que mire… ¡Ah! Javier, y con un “Fernández-” antes del Lasquetty. Supongo que en el cole te pondrían bien con el nombre JOJOJO, te lo digo yo que tengo nombre francés y no veas... Te adelanto que nuestra relación va a ser meramente platónica y epistolar, que los hombres de ultracentro no somos de “distancias cortas”, ya me entiendes…
Bueno, me (ultra)centro. Te escribo esta misiva porque esta mañana, como enfermo crónico que soy, he ido al medico a por las recetas que tengo que recoger cada mes (o cada dos meses) y a la farmacia, y me he encontrado por primera vez cara a cara con el famoso euro por receta. Sí ese euro por receta que parece que no le gusta a nadie. ¿No es un poco extraño que hasta tu propio Presidente, Don Mariano Rajoy Brey lo haya recurrido al Constitucional? Y si, Lasque, y perdona las confianzas, pero si tú me privatizas la sanidad, yo me puedo permitir cierta cercanía, entiendo. Decía que me resulta cuanto menos curioso que gobernando el Partido Popular con mayoría absoluta en el Gobierno y en la Comunidad no se pongan de acuerdo con esto y tengan que ir a los tribunales con el coste, retraso y desconcierto para los ciudadanos que esto trae… Deben de ser las technicalities esas de las que hablaba Esperanza Aguirre, que por cierto, Lasque, hoy se ha ido a la empresa privada a hacer “cosas liberales”… Pero quedémonos en la sanidad, hombre, que tampoco se trata de agobiarte con cosas que no son de tu reino. Como sí que es el tema este de los análisis del bueno de Güemes. Anda que… ¿de verdad que no se pueden hacer estas cosas de una forma un pelín más discreta? Por cierto, siempre me quedé con la duda de si tuvo algo que ver con la dimisión del Sr. Güemes el hecho de que su suegro el Sr. Fabra se operase en Madrid de un transplante de hígado en vez de en Valencia… ya sabes eso de los transplantes, donde los poderosos no pueden hacer nada y todos somos iguales. No hay privilegios y el dinero no ayuda. Y ya sabes, el Sr. Fabra, el de la lotería y los aeropuertos… ¿Sabes tú algo de eso? Y me viene también a la mente el Sr. Lamela y el asunto de las sedaciones, perooooo… Bueno, mejor te cuento mi experiencia de hoy.
Siéntate y ponte un Soberano, que la historia te va a encantar...
Diez de la mañana. Voy a mi ambulatorio a por recetas. Tengo un serie de enfermedades crónicas y consumo actualmente bastante medicamentos. En este caso voy a recoger las necesarias para dos meses. En total unas 20 recetas.
A las diez y diez estoy fuera. Por cierto, me encanta ver mi centro de salud empapelado de carteles reivindicativos y SOBRE TODO informativos sobre los derechos del paciente y pidiendo comprensión por las molestias de la huelga.
Me voy de allí habiendo agradecido a todo el personal que me he encontrado sus esfuerzos en su lucha (que es la nuestra) y me acerco a la farmacia. Una farmacia cualquiera. Una farmacia de barrio. [Nota mental: llevarle naranjas de las que me ha traído mi hermano de Sevilla a mi enfermera la próxima vez que vaya, que es un solete.]
En la farmacia me encuentro a una señora que precisamente está rellenando los papeles de negarse a pagar el euro por receta y, ¡SORPRESA! No te lo vas a creer, Lasquetty, era Helen Darbishire, sí, la vicepresidenta de Acces Info Europe, esa ONG que trabaja por la transparencia y a la que acabáis de multar con 3.000€ por atreverse a preguntar, precisamente sobre transparencia… Pues estuve hablando con ella y con mi farmacéutica y no veas que exitazo. ¡Lo habéis petao Lasque! En esa farmacia pequeña del centro, docenas de formularios en pocos días. El tóner acabado… Helen no podía rellenar los suyos y se fue a la ofi. Yo me fui a casa a imprimir los míos. Acabé yendo a la copistería.
Volví con unas 60 (SESENTA) copias medio rellenas ya y otras 300 (TRESCIENTAS) vacías para la farmacia. Cuando volví, Helen había dejado ya otro tacote más para la farmacia (joder con los antisistema…) y bueno, pues me puse a rellenar formularios. Ya había traído yo impreso los míos con todos los datos menos fecha, firma y número de receta. Pero me llevo más de una hora (UNA HORA, UNA HOOOORAAAA) rellenarlos...
Lasque, compadre, no es por nada, pero algún malpensado antisistema perroflauta podría eventualmente llegar a pensar en determinado momento que esto está mal hecho a drede, ¿no? Y yo tengo 39 años y todavía veo bien. No te quiero contar los abuelos buscando el “número CIPA” de su tarjeta sanitaria. Por no hablar de que el Colegio de Farmacéuticos se ha plantado y ha dicho que ellos pasan de recoger fotocopias del DNI. Vamos que funciona todo como la seda.
También me contó mi farmacéutica que estaba encantadísima de su nueva línea de internet que había tenido que contratar (y pagar, claro) obligatoriamente con Telefónica para un servicio que todavía no funcionaba. Me contaba como los abuelos sólo canjeaban ya las recetas urgentes y todas las demás se las guardaban para el fin de semana: “Nos las llevamos al pueblo y así no pagamos el euro”. Vamos, que en las zonas rurales de las dos Castillas tienen que estar contentísimos despachando las medicinas de la tercera edad de toda la Comunidad de Madrid los sábados. Me contaba también mi farmacéutica, que a pesar de su insistencia y activa ayuda, mucha gente declinaba hacer la objeción ante lo farragoso del sistema y ante las “posibles represalias esas” de las que hablas en la tele. Pues vaya.
También me ha explicado “el truco”. Sí, Lasquetty, lo de el 1,67€. Repito de memoria pero creo que no me equivoco. Resulta que a partir de esa cantidad es cuando hay que pagar el euro por receta. Me puso un ejemplo. Omeprazol. El Omeprazol es un protector de estómago que lo toma prácticamente la totalidad de las personas mayores que toman otros medicamentos, o sea, todo el mundo. Pues tiene un precio de venta al público de 2,40€. O sea que cae dentro del euro por receta. Si vas a tu médico y te lo receta, y tu tienes un copago del 50% (que es algo bastante usual según me cuenta), se te queda en 1€ de la receta mas 1,20€, con lo que acabas pagando 2,20€, prácticamente lo mismo que el PVP. Así que no vas la médico y no pides la receta, y renuncias a tu derecho, que es de lo que se trata, no Lasquetti?
Al final salí de la farmacia dos horas después con mis medicamentos, habiendo pasado por la copistería, habiendo aprendido un montón, reforzado lazos en el barrio, conocido a mi farmacéutica y habiendo NO-PAGADO 20€ a la Comunidad de Madrid o tal vez a la red Gürtel o al mismísimo Sheldon Adelson, que hoy en día ya no se sabe, oiga.
Así que aquí estoy, Lasquetty. Ven a cobrarme antes de que te tiren esa ley los tuyos. O de que acabes mal o bien, que por lo visto de esa Consejería no se sale indiferente.
Un saludo de tu muy crónicamente enfermo,
Stéphane
p.s. Si te encuentras por ahí a la Cristi (Cristina Cifuentes, digo) coméntale por favor que no me olvido de ella. Sé anda ocupada con querellas por lo penal y eso, pero que lo nuestro sigue y que pronto tendrá noticias mías en el registro de no su, que sí nuestra Delegación del Gobierno. Besos.