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ENTREVISTA
Líder de los socialistas en la Eurocámara

Iratxe García: “Si el Partido Popular Europeo juega a las dobles mayorías, puede haber un bloqueo total”

La portavoz del Grupo de los Socialistas y Demócratas en la Eurocámara, Iratxe García.

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —
28 de diciembre de 2024 22:08 h

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Lleva desde 2019 liderando el grupo de los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo y uno de los momentos de más tensión para Iratxe García (Baracaldo, 1974) fue en noviembre, cuando la ofensiva del PP de Alberto Núñez Feijóo contra Teresa Ribera y la decisión de Ursula von der Leyen de hacer vicepresidente de la Comisión Europea al candidato de la ultraderechista Giorgia Meloni, Rafaele Fitto, llevó al límite a la coalición de populares, socialistas y liberales que 'gobierna' la UE. Tras un retraso de una semana, todo salió como estaba previsto y ahora la dirigente del PSOE minimiza aquella situación. Lo que sí lanza es una advertencia al Partido Popular Europeo, que ha roto el cordón sanitario a la ultraderecha y, en apenas cuatro meses, se ha apoyado en esos grupos para sacar iniciativas adelante desmarcándose de sus aliados proeuropeos: “Si juega a las dobles mayorías, puede haber un bloqueo total de las decisiones europeas”.

¿Se fía del Partido Popular Europeo después de la maniobra contra Teresa Ribera? 

No es una cuestión de fiarse o de confianza. Tenemos la necesidad de trabajar con los grupos políticos proeuropeos. Evidentemente, la negociación no ha sido fácil, ha tenido momentos muy complejos y ha estado al borde de la ruptura. Pero hay que poner por encima de esta situación la necesidad para Europa de que sigamos buscando espacios de cooperación y de entendimiento.

¿En algún momento Manfred Weber [líder del Partido Popular Europeo] le trasladó una intención real de tumbar a Ribera o el mensaje que le daba era de tranquilidad?

Lo segundo. La posición de Weber era que necesitábamos el colegio de Comisarios y él sabía perfectamente que tumbar a Teresa Ribera, suponía reabrir todo el proceso y prolongar la interinidad de una Comisión Europea que ya no estaba trabajando. Por lo tanto, no era compatible el querer un Colegio de Comisarios con el reabrir todo el procedimiento por tumbar a la vicepresidenta primera.

Todo explotó por una llamada de Feijóo a Manfred Weber. ¿Teme que la guerra de desgaste contra Ribera sea la tónica de toda la legislatura por parte del Partido Popular Europeo?

El Partido Popular Europeo en su conjunto quiere que esto empiece a funcionar y sé que la tónica general del Partido Popular Europeo es no entrar en esta guerra de guerrillas y la introducción de las cuestiones nacionales en el ámbito europeo. He hablado con muchos diputados y diputadas del Grupo Popular Europeo y sé por su parte que lo que ha ocurrido durante el proceso del Colegio de Comisarios no era algo que fuera totalmente apoyado por el conjunto del grupo.

¿Les ha decepcionado Von der Leyen? En el binomio Weber-Von der Leyen ella era la moderada y al final ha sido quien ha puesto al candidato de Meloni en la vicepresidencia.

Desde el inicio nosotros le advertimos de que esa era una cuestión muy difícil de aceptar por nuestra parte. Es una decisión que ha tomado ella y nosotros no estamos satisfechos con esa decisión. Ella da unas razones y unos argumentos que tienen más que ver con el peso de Italia, y no sobre lo que es la familia política. Eso también le ha supuesto un coste: si vemos los votos que ella tuvo como presidenta de la Comisión Europea y los votos que ha tenido el Colegio de Comisarios, evidentemente ese menor apoyo en el Colegio de Comisarios tiene mucho que ver con esa decisión.

¿Por qué decidieron finalmente apoyar a Fitto [el candidato de Meloni]? ¿Fue un intercambio de cromos con Ribera o hubo otras razones?

Más que apoyar a Fitto, decidimos hacer un ejercicio de responsabilidad para posibilitar que Europa tuviera un gobierno en un momento realmente importante. Estamos en una situación geopolítica muy compleja con una nueva Administración que tomará posesión en el mes de enero en Estados Unidos, donde Trump está poniendo en duda el concepto de las relaciones transatlánticas, con una guerra en Ucrania, un conflicto bélico en Oriente Medio, una guerra comercial con China… Lo que menos se puede permitir en estos momentos Europa es una situación de vacío de poder y éramos conscientes de lo importante que era la aprobación de ese Colegio de Comisarios en su conjunto. En cualquier caso, esto no es el final, esto es el principio. Y ahora haremos un seguimiento de todo lo que es la actuación del Colegio de Comisarios.

Al final, el Partido Popular Europeo tiene una mayoría alternativa. ¿No habría sido el momento de dar un golpe en la mesa con la negociación del Colegio de Comisarios? 

Cualquier golpe en la mesa que suponga el no tener un Colegio de Comisarios no beneficia a nadie, ni a nuestro grupo. Pero sobre todo y lo más importante no beneficia a Europa en su conjunto. Y la realidad numérica es la que es: el Partido Popular tiene una doble mayoría, pero el grupo de Socialistas y Demócratas no tiene una mayoría que haga contrapeso a eso. La actual composición de la Cámara no es la misma que la pasada legislatura, que podíamos crear nuevas mayorías con el grupo de Renew [liberales], los verdes y The Left [La Izquierda]. 

En julio no estaba el nombre de Fitto sobre la mesa. ¿Siente que se la jugaron en julio cuando se reeligió a Von der Leyen? Ahora en retrospectiva, ¿piensa que tendrían que haber puesto entonces líneas rojas?

En julio trabajamos con las prioridades políticas, con pedirle a la presidenta Von der Leyen las líneas estratégicas de la Comisión Europea. No fue un debate sobre nombres sino de políticas para las personas. El grupo socialdemócrata no puede cambiar gobiernos y el de Meloni puso encima de la mesa un nombre de alguien que es conocido en este Parlamento y hemos manifestado en muchas ocasiones que el problema que teníamos como grupo político no era la persona. Podrían haber puesto otro nombre que fuera más difícil para nosotros aceptar. En este caso, el problema no era la persona, ni siquiera la cartera, era poner como vicepresidente ejecutivo, al mismo nivel que liberales populares y socialdemócratas, a alguien que no forma parte de esa la ‘mayoría Von der Leyen’. 

¿Cree que ha salido debilitado Pedro Sánchez en esa negociación por el hecho de que se haya hablado de la corrupción, de la DANA…?

Para nada. El debate en el ámbito europeo y en los distintos países no ha sido el mismo que el debate nacional. Estoy segura de que se ha tenido en cuenta el ejercicio de responsabilidad que todos hemos asumido para que haya un Gobierno de Europa lo antes posible. Este ataque del Partido Popular español y del Partido Popular Europeo a la figura de Pedro Sánchez tiene que ver con que hoy Pedro Sánchez se ha convertido en el faro de la socialdemocracia europea y han buscado la fórmula de atacar esa esa figura. Pero al contrario, lo que ha hecho es reforzarle más en el ámbito de la socialdemocracia. Es un ejemplo en toda Europa de cómo un gobierno de izquierdas puede hacer políticas que beneficien a la gente.

Hay 14 gobiernos del PPE, cinco liberales y sólo cuatro socialistas al tiempo que la extrema derecha crece mucho en todo el continente. ¿Qué diagnóstico hacen de esta situación?

La extrema derecha y los populistas se alimentan de la desigualdad y de una estrategia de fake news, a través de la búsqueda de chivos expiatorios, del odio, de confrontar a las sociedades. Somos muy conscientes de que eso está surgiendo. La forma en la que tendremos de responder es que Europa realmente pueda poner en marcha políticas que eliminen esas desigualdades y que generen certidumbres a la ciudadanía. Por eso las negociaciones no se tienen que centrar solo en las personas sino en las políticas. No es casualidad que hayamos conseguido en la negociación, por ejemplo, que haya un comisario de vivienda y que se cree una comisión especial sobre la vivienda en Europa para empezar a trabajar sobre políticas europeas en esta materia. 

La elección del Colegio de Comisarios no es el final, es el principio. Y ahora haremos un seguimiento de todo lo que es su actuación.

¿Cuáles son sus prioridades para este mandato?

La número uno es consolidar los avances que hemos tenido en los cinco pasados años en distintas materias como la Agenda Verde, el Pilar Social Europeo, los derechos de las mujeres, la implementación del Pacto Migratorio… No se puede permitir la reducción de las ambiciones de lo que se ha conseguido y el objetivo es seguir avanzando en la agenda verde, en la agenda social, en el estado de derecho y de la defensa de nuestras democracias en un mundo en un momento mucho más complejo que el que teníamos hace cinco años.

¿Mantener la ambición es posible ahora que el PP tiene una mayoría alternativa con la ultraderecha y que el propio PP está intentando dar marcha atrás en algunas de las decisiones de la pasada legislatura?

Esa es una responsabilidad que tiene el Partido Popular Europeo. Tiene la responsabilidad de contribuir a que Europa siga avanzando y Europa no puede avanzar con una alianza del Partido Popular con la extrema derecha, porque la extrema derecha no quiere avanzar en las decisiones europeas. No veo a la extrema derecha votando un Marco Financiero Plurianual, una legislación en materia de estado de derecho y, por lo tanto, con lo que se puede encontrar el Partido Popular Europeo en un momento de juego de esas dobles mayorías es que haya un bloqueo total de las decisiones europeas.

¿Qué le parece la posición que están teniendo en muchos países europeos con la nueva situación en Siria? La primera reacción ha sido paralizar los procesos de asilo.

Estamos completamente en contra de esa decisión. Europa tiene que cumplir con el derecho de asilo y con la legislación internacional. Son inaceptables los dobles estándares. Es inaceptable que ahora se pretenda suspender el derecho de asilo para las personas sirias, con el conflicto en Ucrania decidimos de forma adecuada abrir nuestros brazos a los refugiados ucranianos. Lo que no podemos ahora es, en función del color de piel o en función de la de la religión, tomar otros criterios. 

¿Cómo cree que tiene que encarar la Unión Europea el regreso de Trump a la Casa Blanca?

Planteando liderazgo y fortaleza en la unidad europea e intentando continuar con las puertas abiertas. Es necesario e importante tener unas buenas relaciones transatlánticas, pero eso no puede significar que Trump juegue con el cambio de políticas que hasta ahora han sido la realidad. Estaremos muy atentos a las decisiones que se tomen por su parte.

En el caso de China, España está teniendo un papel posibilista de intentar atraer inversiones mientras en Bruselas se endurecen las posiciones contra China. ¿Cuál cree que debe ser la relación?

Tenemos que tener una relación abierta, de diálogo y de cooperación, evidentemente defendiendo los valores europeos y las transformaciones que China tiene que hacer en el ámbito de políticas sociales, de políticas medioambientales, de política de defensa de los valores que compartimos, pero siendo exigentes. No es el momento de cerrar las puertas a la cooperación, sino de ser exigentes en cómo tiene que ser esa cooperación y esa relación.

Usted ha convivido con Puigdemont en Bruselas. ¿Habrá Presupuestos?

Estoy convencida de que va a haber presupuestos.

Estamos al principio del mandato, pero a la mitad habrá cambios. Hay que cambiar la Presidencia del Parlamento Europeo y también en el Grupo Socialista tendría que haber cambios. ¿Será usted la Presidenta del Parlamento Europeo la segunda mitad de la legislatura?

Ahora mismo estoy ocupada en pensar cómo vamos a trabajar estos dos años y medio para garantizar que Europa haga las políticas que tiene que hacer para los ciudadanos. 

¿Pero está negociado dentro del Grupo Socialista?

Evidentemente hay negociaciones con otros grupos políticos y hay acuerdos a nivel de mandato, pero lo que tenemos que ver es si esas negociaciones que se tuvieron en un primer momento van a continuar dentro de dos años y medio. Hay distintas posibilidades, distintas mayorías. En dos años y medio pueden pasar muchas cosas.

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