Johnson y Macron desatan la guerra de la pesca en plena crisis por el Brexit
Londres y Bruselas se encuentran en medio de unas delicadas negociaciones para salvar un acuerdo del Brexit que Boris Johnson se está saltando unilateralmente. Y, en medio de esas negociaciones, que esta semana están celebrándose en Londres, Reino Unido y Francia han desatado la guerra de la pesca por las cuotas que, según París, no concede Londres a los pesqueros franceses en un nuevo acto de incumplimiento de los acuerdos sobre derechos de pesca.
Así, como respuesta, Francia anunció durante la noche que había detenido a un arrastrero británico que había estado pescando frente a sus costas sin licencia, y emitió una advertencia a otro.
En paralelo, el Gobierno británico había advertido a su vez que tomaría represalias si Francia introduce controles adicionales en los barcos y camiones que llegan desde Reino Unido.
“La cifra del 98% de las licencias concedidas por el Reino Unido a europeos es falsa”, ha dicho este jueves la ministra del Mar francesa, Annick Girardin: “Sólo son el 90,3%. Evidentemente, los 10 puntos que faltan son los que corresponden a los franceses. Han pasado 9 meses desde que los pescadores franceses ya no pueden trabajar. Es una violación de lo firmado por parte de los británicos. Basta”.
Los puertos afectados por mayores controles pueden ser anunciados a principios de la próxima semana, según un funcionario diplomático francés citado por Politico, que descartó que se fueran a aplicar al enlace ferroviario Eurostar entre los dos países.
En una declaración difundida el jueves por la noche por el ministro de Asuntos Europeos francés, Clement Beaune, París también amenazaba con interrumpir el suministro de energía del Reino Unido si Boris Johnson no aborda las denuncias francesas sobre las licencias de pesca. Beaune anunciaba “una segunda serie de medidas”.
El Gobierno de Boris Johnson replicó: “Las amenazas de Francia son decepcionantes y desproporcionadas, y no son lo que esperaríamos de un aliado y socio cercano. Las amenazas no parecen ser compatibles con el Acuerdo de Comercio y Cooperación (el TCA firmado entre Londres y la UE) y el derecho internacional y, si se llevan a cabo, recibirán una respuesta adecuada y calibrada”.
El ministro británico para el Brexit, David Frost, quien este viernes se reúne con el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic, tuiteó que era “muy decepcionante que Francia haya sentido la necesidad de hacer amenazas”. Frost dijo que no había habido “ninguna comunicación formal” del Gobierno francés sobre el asunto y que buscaban “una aclaración urgente”.
Salvar el Brexit
Esta semana hay representantes de la Comisión Europea en Londres para mantener conversaciones sobre cómo salvar el Brexit, en particular por las violaciones del protocolo de Irlanda del Norte que está cometiendo Reino Unido, al prorrogar moratorias unilateralmente y exigir su renegociación, en particular lo que refiere a la gobernanza del Tribunal de Justicia de la UE en Irlanda del Norte, en tanto que permanece en el mercado único europeo, que se rige por reglas comunitarias.
Downing Street sigue exigiendo que se sustituya la supervisión del Tribunal de Justicia de la UE sobre protocolo de Irlanda del Norte por un arbitraje, y la oferta de la Comisión Europea de facilitar el comercio de mercancías les parece insuficiente.
En efecto, fuentes de Downing Street aseguran que “siguen existiendo brechas sustanciales entre el Reino Unido y la UE” y llaman a “lograr un progreso real en lo que respecta a la gobernanza”.
El Gobierno británico afirma que “debido al mal funcionamiento del protocolo de Irlanda del Norte impide que los suministros de artículos navideños lleguen a Irlanda del Norte. Es otro ejemplo práctico de por qué el Protocolo no está funcionando y por qué necesitamos soluciones de sentido común que reduzcan las interrupciones en la vida cotidiana de las personas”.
“Hay mucha especulación sobre la gobernanza”, afirma Londres, “pero nuestra posición permanece sin cambios: el papel del Tribunal de Justicia Europeo en la resolución de disputas entre el Reino Unido y la UE debe terminar. Necesitamos ver un progreso real pronto en lugar de quedarnos estancados en un proceso de negociación interminable porque los problemas sobre el terreno en Irlanda del Norte no han desaparecido”. Y concluyen reiterando la amenaza de suspender unilateralmente el protocolo: “Si podemos establecer ese impulso pronto veremos si podemos acercar posiciones o si necesitamos utilizar el Artículo 16 [del acuerdo del Brexit] para salvaguardar el Acuerdo de Viernes Santo”
4