Ucrania y Rusia acuerdan abrir corredores humanitarios mientras Macron avisa de que “lo peor está por llegar”
Rusia y Ucrania han acordado establecer corredores humanitarios durante la segunda ronda de conversaciones que ambas delegaciones han mantenido este jueves en Bielorrusia. La reunión ha tenido lugar una semana después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania y tras otra jornada de fuertes bombardeos en el país, que dejan ya centenares de víctimas. Poder abrir corredores humanitarios era uno de los principales objetivos de Ucrania, y supone el primer punto de acuerdo entre ambos bandos desde que comenzara la invasión rusa el pasado 24 de febrero.
En esta ocasión, el encuentro ha tenido lugar en la región de Brest, en la frontera con Polonia y Ucrania. Tras concluir la reunión, el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podoliak, ha asegurado que, sin ser “los resultados esperados”, ambos bandos han acordado establecer corredores humanitarios. Esto supone que se abrirán vías para facilitar una circulación segura, libre de ataques, de ayuda humanitaria y de las víctimas del conflicto.
Podoliak ha aclarado que no cesarán los ataques “en todas partes”, sino solo en aquellos lugares donde se ubiquen los corredores humanitarios, y ha añadido que ambos bandos se han emplazado a seguir dialogando en “una tercera ronda de conversaciones”. Para este tercer encuentro todavía no hay fecha cerrada, aunque podría darse a principios de la próxima semana, según recoge la agencia bielorrusa Belta citando a Podoliak.
Por su parte, el jefe negociador ruso, Vladímir Medinski, ha destacado que las delegaciones lograron entenderse en algunas posiciones. “Las posiciones están absolutamente claras. En parte de ellas logramos un entendimiento mutuo”, ha afirmado. “El tema principal que se resolvió hoy es el de salvar a las personas, los civiles que se encuentran en la zona de los enfrentamientos militares”, ha añadido.
Melenski ha señalado además que los representantes del Ministerio de Defensa ruso y el ucraniano “acordaron el formato y procedimiento” para mantener estos corredores humanitarios por los que poder evacuar a la población civil.
Los corredores humanitarios eran una de las demandas con la que los ucranianos acudían en la reunión. En una imagen que Podoliak compartía en redes, enumeraba al comienzo del encuentro cuáles eran los “puntos claves de la agenda”.
- Alto el fuego inmediato
- Armisticio
- Apertura de corredores humanitarios para poder evacuar a civiles de las zonas atacadas
Previamente, Podoliak, compartía otra foto subido a un helicóptero junto a Arakhamia y en la que afirmaba estar “de camino” al lugar de la nueva negociación en Brest.
Junto a él en la imagen se encontraba David Arakhamia, el líder del grupo parlamentario del partido de Zelenski 'El Sirviente del Pueblo', que ha señalado en un post subido a sus redes sociales que su “programa de mínimos” para este encuentro, “dadas las circunstancias”, es poder establecer “corredores humanitarios”.
Conversaciones sin paz
Las esperanzas en la reunión se vieron apagadas antes de que comenzara tras las palabras del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, que ha afirmado, en declaraciones a los medios recogidas por EFE, que Moscú continuaría con su operación militar en Ucrania hasta “el final”.
“Estamos dispuestos a negociar, pero continuaremos nuestra operación, porque no podemos permitir que en Ucrania exista una infraestructura que amenaza a la seguridad de Rusia. La desmilitarización será llevada a término con la eliminación de esta infraestructura y armamentos”, ha asegurado en rueda de prensa.
Moscú exige el reconocimiento internacional de Crimea como territorio ruso (que se anexionó en 2014) y la “desmilitarización y 'desnazificación' del Estado ucraniano”, dejando a este al margen de la OTAN. “Incluso si firmamos un acuerdo de paz, este deberá incluir obligatoriamente” el punto de la desmilitarización, ha afirmado Lavrov.
Las excusas esgrimidas por Rusia sobre que Ucrania es un país “militarizado” carecen de fundamento. Ucrania está al margen de la OTAN y es un país independiente con un Ejército regular. En cuanto a las acusaciones de estar “nazificado”, el movimiento de extrema derecha en Ucrania es menor que en otros países europeos, y su presidente, Volodímir Zelenski, es judío.
Macron: “Lo peor está por llegar”
Paralelamente a esta segunda ronda de negociaciones, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha tenido una nueva conversación telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, de hora y media de duración, en la que le ha trasladado que su ofensiva Ucrania va “según lo previsto” y le ha advertido que se va a recrudecer a menos que ese país acepte sus condiciones, entre ellas su desmilitarización.
“Te estas engañando a ti mismo”, ha contestado Macron a Putin, según fuentes del Eliseo, y ha añadido que esto le iba a costar “caro” a su país, que “terminaría aislado, debilitado y bajo sanciones por un largo tiempo”. Pero lo más inquietante ha sido la conclusión que el presidente francés ha extraído de esta larga llamada, según las mismas fuentes: “Lo peor está por llegar”.
En la primera ronda de negociaciones, celebrada el 28 de febrero en la ciudad bielorrusa de Gomel, ambas partes coincidieron en que permitió identificar algunos puntos para poder avanzar. Pero el alto el fuego no llegó y de hecho, desde entonces, los ataques rusos sobre ciudades ucranianas se han intensificado.
Zelenski pide hablar con Putin: “Siéntese conmigo”
Mientras tenían lugar estas conversaciones, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha comparecido ante los medios de nuevo. En sus declaraciones se ha mostrado dispuesto a hablar directamente con Putin: “Es la única forma de parar la guerra”, ha dicho en una nueva alocución.
“Siéntese conmigo. Solo que no a 30 metros de distancia”, ha ironizado Zelenski en referencia a la larga mesa donde Enmanuel Macron se reunió con el presidente ruso antes de que comenzara la invasión. “No muerdo. ¿De qué tiene miedo?”, ha añadido en esta declaración en la que además ha reclamado más ayudas occidentales, reclamando entre otras cosas el cierre del espacio aéreo en el país.
Continúa la ofensiva
Cientos de civiles ucranianos han fallecido desde el lanzamiento de la invasión según el recuento de la ONU, muchos de ellos en bombardeos contra zonas residenciales, unos hechos que serán investigados por presuntos crímenes de guerra por el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el británico Karim Khan.
En su último balance, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha registrado 802 víctimas civiles en Ucrania. Las últimas cifras proporcionadas por el organismo elevan a 249 el número de muertos y 553 heridos.
“La mayoría de estas víctimas fueron causadas por el uso de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluyendo bombardeos de artillería pesada y sistemas de misiles de lanzamiento múltiple, y ataques aéreos”, dice la oficina del ACNUDH. No obstante, creen que las cifras reales son considerablemente más elevadas, sobre todo en el territorio controlado por el Gobierno y especialmente en los últimos días, ya que se ha retrasado la recepción de información procedente de algunas localidades en las que se han producido intensas hostilidades y muchas informaciones están aún pendientes de corroboración.
La reunión para buscar una solución al conflicto se ha producido mientras los rusos siguen realizando avances militares. Jersón, de 290.000 habitantes, situada a orillas del Mar Negro, es una de las primeras grandes victorias de las fuerzas rusas, que prosiguen su ofensiva en ciudades del este como Járkov o Mariúpol, y tratando de asediar Kiev, la capital.
En la región de Járkov, al este del país, los bombardeos y ataques rusos han causado la muerte de 34 civiles en las últimas 24 horas, entre el 2 y el 3 de marzo, según han informado este jueves los servicios de emergencia. En Kiev, hasta 15.000 personas se refugian en el metro para escapar de las hostilidades, según las autoridades de la ciudad.
El alcalde de Mariúpol, Vadim Boichenkom ha denunciado que la ciudad está “sin luz, sin agua, sin calefacción”. Si cayera esta población, Rusia podría asegurarse una continuidad territorial entre las fuerzas procedentes de la península de Crimea y las llegadas desde los territorios separatistas prorrusos del Donbás.
En Chernígov, próxima a Kiev, los servicios de emergencia dicen que han recuperado los cuerpos de 33 personas de los escombros y hay 18 heridos como resultado de los ataques. Este vídeo de los servicios de emergencia muestra los estragos provocados por los misiles.
Además, las fuerzas armadas de Ucrania han informado de que Rusia avanza con barcos hacia Odesa, a orillas del Mar Negro.
Según la última evaluación del Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, las operaciones para envolver la capital son el principal esfuerzo de Moscú, pero las tropas rusas también están llevando a cabo tres acciones de apoyo: una para tomar Járkov, otra para tomar Mariúpol y asegurar el “puente terrestre” que conecta Rostov del Don (Rusia) con Crimea, y otra para asegurar Jersón y establecer las condiciones para un avance hacia el oeste, hacia Mykoláiv y Odesa.
Un millón de refugiados
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, ha informado que el número refugiados que han huido de Ucrania supera ya el millón de personas y las llegadas continuarán aumentando “si las acciones militares” no se detienen.
De ese millón de refugiados la mitad son niños, según UNICEF, que indicó en un comunicado que el conflicto está teniendo un impacto devastador para los niños ucranianos, con millones de ellos afectados por la violencia, sobre todo ante el aumento de los bombardeos en zonas urbanas.
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