Rusia utiliza drones con tecnología española en Ucrania
Hay un hilo invisible que une la guerra de Ucrania, Israel, Vladimir Putin y una pequeña empresa tecnológica situada en San Sebastián de los Reyes (Madrid).
La compañía se llama UAV Navigation y su tecnología permite a los drones rusos sobrevolar el territorio de Ucrania para llevar a cabo labores de vigilancia y afinar futuros disparos de artillería. Los responsables de la empresa aseguran que nunca fueron conscientes de que sus productos iban a acabar en manos del ejército de Putin y utilizándose en un conflicto que ha puesto a todos los Gobiernos occidentales en alerta.
El 5 de abril de 2020, miembros del ejército de Ucrania derribaron cerca de Donetsk, en el este del país, un dron del ejército ruso. El modelo, llamado Zastava, está valorado en unos dos millones de euros y constituía la enésima prueba de la implicación rusa en un conflicto que se inició en febrero de 2014. Años antes, en 2015, ya se derribó otro dron del mismo modelo cerca de Luhansk, también en el este del país.
El dron Zastava, utilizado por al menos 12 unidades del ejército ruso, no podría operar si no fuese por un sistema de piloto automático desarrollado por la mencionada empresa madrileña. A pesar de que desde 2014 existe un embargo europeo que prohíbe exportar a Rusia este tipo de tecnología, los productos de esta compañía han acabado en la región del Donbás utilizados por los soldados de Putin y sus aliados separatistas.
¿Cómo ha acabado esta tecnología española en manos rusas? El caso pone de manifiesto las dificultades para controlar qué se hace con el material de defensa que se vende desde nuestro país y cómo la complejidad de la normativa de exportaciones acaba generando situaciones imprevisibles.
Las evidencias están recogidas en un informe de más de 200 páginas que ha elaborado la entidad Conflict Armament Research, con sede en Reino Unido, después de tres años de investigación sobre el terreno recabando y analizando evidencias sobre las armas que se usan en la guerra en Ucrania.
El resultado de la investigación es claro: casi todas las armas utilizadas por los separatistas ucranianos fueron producidas en Rusia o en países de la antigua Unión Soviética. Muchas de ellas, sin embargo, tienen componentes de empresas europeas cuyo material ha acabado en manos de Moscú gracias al poco control que se ejerce sobre la reventa de material de uso militar.
Investigación de la Guardia Civil
La Guardia Civil ya investigó hace 10 años la falta de control de esta empresa española sobre las exportaciones de su tecnología militar. Las alarmas se dispararon en abril de 2010, cuando los agentes leyeron en una revista de defensa una entrevista a uno de los directivos de UAV Navigation. En la publicación, explicaba que exportaban desde Madrid a varios países un sistema de piloto automático que se utiliza en drones militares.
Los agentes constataron que la empresa no había solicitado ninguna licencia especial para exportar esta tecnología militar, tal y como establece la normativa. Los responsables de la compañía madrileña desconocían que se requería de una licencia especial y exportaban de manera regular a países como Israel, México, EE.UU., Suiza y Tailandia, entre otros. La empresa declaraba los envíos en Aduanas a pesar de que no disponían de la licencia necesaria.
Tras la investigación de la Guardia Civil, los dos responsables de UAV Navigation fueron imputados por un delito de contrabando de material de defensa. La Fiscalía solicitaba 350.000 euros de multa para cada uno y dos años de prisión. La Abogacía del Estado elevaba su petición de multa hasta más de 970.000 euros.
El juzgado de lo penal de Madrid finalmente absolvió en 2015 a los dos responsables imputados. La sentencia reconocía que no se había solicitado la necesaria autorización especial para exportar los sistemas de piloto automático, pero a su vez señalaba que “no quedaba acreditado” que los acusados conocieran este requerimiento. El juez también afirmaba que la actitud de la compañía respecto a estas exportaciones –declaradas a Hacienda y publicitadas en medios– no correspondía con la de un contrabandista.
El periplo desde Israel
Sin ningún control de qué se hacía con esta tecnología militar una vez exportada, los sistemas de piloto automático madrileños han acabado sorteando un embargo europeo que prohíbe enviar material de defensa y componentes tecnológicos a Rusia.
Los responsables de UAV Navigation, que han preferido no hacer ningún comentario a elDiario.es, admitieron a la entidad Conflict Armament Research que exportaron sin la debida licencia sus sistemas de piloto automático a una empresa israelí en diciembre de 2012 al creer erróneamente que no era necesaria.
También aseguraron desconocer por completo que los productos que enviaban a Israel iban a acabar en manos del ejército de Putin y afirmaron haber mejorado los protocolos desde 2016 para cumplir con la legislación y evitar situaciones parecidas.
Según la investigación de esta entidad, los productos de esta empresa española han seguido llegando a Rusia durante los últimos años. Al menos en julio de 2014 y julio de 2016 los sistemas de piloto automático de UAV Navigation viajaron hasta manos rusas, según consta en la documentación de aduanas analizada.
“Hay dos factores que parecen facilitar la exportación de componentes europeos para fabricar drones rusos”, señala el informe sobre Ucrania. “Uno es la falta de acuerdo entre los Gobiernos comunitarios y los representantes de la industria sobre los requisitos [de exportación] que deben tener estos materiales. El otro factor es la falta de claridad sobre el uso final de estos materiales cuando se incorporan en un producto militar en un país no perteneciente a la Unión Europea para su posterior exportación”.
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