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The Guardian en español

Combatientes rusos agotados se quejan de las condiciones en el este de Ucrania

Un militar ruso de guardia frente a una escuela destruida en Donetsk.

Andrew Roth

14 de junio de 2022 22:37 h

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El ataque contra el este de Ucrania ha dado a Rusia algunos éxitos sobre el campo de batalla con un lento avance de sus tropas en una lucha encarnizada en el Donbás. Pero esos logros han supuesto un alto precio para las fuerzas de la invasión rusa: hay pruebas de que están aumentando las bajas de altos rangos y de que algunas unidades pueden estar cerca del agotamiento, con una guerra que ya supera los 100 días.

Con la prolongación del conflicto, algunos combatientes han pedido públicamente a Vladímir Putin que se investiguen las condiciones del campo de batalla y si sus despliegues en el frente son siquiera legales.

En dos vídeos, unos soldados en la parte oriental de Ucrania controlada por Rusia se quejan sobre sus malas condiciones y los largos periodos de tiempo al frente, lo que los está llevando al agotamiento. “Nuestro personal ha pasado hambre y frío”, dicen los soldados del regimiento 113 de Donetsk, controlado por Rusia, en un vídeo publicado en Internet. “Durante un tiempo considerable, nos quedamos sin soporte material, médico y alimenticio”, se quejan.

“Dada nuestra presencia continuada y el hecho de que en nuestro personal hay personas con problemas médicos crónicos, personas con problemas mentales, están surgiendo muchas preguntas que son desoídas por los superiores en el cuartel”, lamentan.

“Es agotador”

En una entrevista con The Guardian, un soldado ruso que luchó cerca de Kiev, Járkov y ahora está en el este de Ucrania, se queja de estar extenuado. Dice que, incluso, se ha puesto en contacto con un abogado y lamenta llevar meses sin ver a su mujer.

“Llevo luchando en Ucrania desde que empezó la guerra; ya llevamos más de tres meses”, dice Andrei, que sirve en la 37ª Brigada Especial de Guardias Fusileros Motorizados con base en Buriatia (Siberia). “Es agotador, toda mi unidad quiere un descanso, pero nuestros superiores dicen que ahora mismo no nos pueden sustituir”, explica.

Sus comentarios concuerdan con las informaciones sobre las dificultades de Rusia para hacer rotar a unas tropas exhaustas. Al no haber declarado abiertamente la guerra contra Ucrania, Rusia se ha topado con dificultades para el alistamiento. El Kremlin insiste en denominarla “operación militar especial”.

“El Ejército ruso está preparado para campañas cortas y de alta intensidad definidas por un uso fuerte de la artillería”, escribieron Michael Kofman y Rob Lee en un análisis sobre las capacidades armamentísticas de Rusia. “Por el contrario, está mal diseñado para una ocupación duradera, o una guerra de desgaste estancada, que necesitaría una gran proporción de fuerzas terrestres de Rusia, que es precisamente el [tipo de] conflicto en el que se ha visto metida. El Ejército ruso no dispone de la cantidad necesaria para ajustar o rotar sus fuerzas fácilmente en caso de que haya una parte significativa de su poder de combate que se vea atado a una guerra”, apuntaron.

Para los hombres sobre el terreno, eso ha llevado a un agotador tiempo de servicio marcado por amargos combates contra un enemigo curtido en la lucha que tiene la motivación de defender su patria.

“Los tres meses de enfrentamientos se hacen ya más largos que los cuatro años que pasé sirviendo en el Ejército en tiempos de paz”, dice Andrei. “Ya me he puesto en contacto con un abogado por Internet que me ha dicho que, por ley, el general puede mantenernos aquí hasta que termine nuestro contrato, así que no tenemos mucho que hacer”, apunta. 

Puede que esas unidades profesionales sean de las más afortunadas de Rusia, ya que otros combatientes de las autoproclamadas repúblicas en Donetsk y Lugansk controladas por Rusia dicen que los han soltado en la batalla sin apenas entrenamiento. Algunos vídeos muestran la falta de equipamiento básico para algunos soldados, como chalecos protectores, y están armados con rifles anticuados.

“Nuestra movilización se hizo de forma ilegal, sin un certificado médico”, dice otro soldado que asegura servir en el regimiento 107 de Donetsk, leal al Gobierno ruso. “Antes, habían retirado del servicio a más del 70% de los que estamos aquí, porque físicamente no pueden luchar. Más del 90% no habían luchado nunca antes y vieron un kaláshnikov por primera vez. Nos arrojaron a primera línea del frente”, cuenta.

La televisión estatal rusa asegura que esos soldados deberían estar dispuestos a luchar por su patria, pero los ciudadanos de la zona han hablado de calles vacías y hombres escondidos para evitar la entusiasta campaña de reclutamiento en las zonas controladas por Rusia en el este de Ucrania.

Bajas entre los oficiales

Mientras tanto, aumentan las bajas entre los oficiales rusos. Un reportero de la cadena estatal Rossiya-1 dijo que el general de división Roman Kutuzov murió mientras dirigía a las tropas en la batalla en el este controlado por Rusia. Si se confirma, será al menos el cuarto general ruso muerto en combate desde febrero, y Ucrania asegura que el número es mayor.

“El general llevó a los soldados al ataque, como si no hubiera suficientes coroneles”, escribió el periodista ruso Alexander Sladkov en Telegram.

Varios cargos occidentales han dicho que Rusia también ha sufrido bajas severas entre sus oficiales de medio y menor rango, “porque les exigen un nivel inflexible de responsabilidad por el rendimiento de sus unidades”.

“Pasa algo similar con los oficiales subalternos, que han tenido que dirigir las acciones tácticas de menor nivel, porque el Ejército está falto del cuadro de suboficiales altamente entrenados y capacitados que cumple esa función en las fuerzas occidentales”, dijo la inteligencia británica la semana pasada.

Desde el inicio de la guerra, Rusia también ha empleado a combatientes pagados para reforzar a sus tropas. Se estima que ha desplegado entre 10.000 y 20.000 mercenarios, incluidos combatientes del Grupo Wagner, en su ofensiva en el Donbás, según dijo una fuente europea en abril.

Esas unidades también han registrado bajas de alto nivel. A principios de junio, se informó de la muerte en combate en el este de Ucrania de Vladímir Andanov, un soldado veterano del Grupo Wagner, de Buriatia. Medios regionales y organizaciones militares rusas confirmaron su muerte. Había luchado anteriormente en Siria y en el Donbás, donde se le acusó de participar en ejecuciones extrajudiciales.

El mes pasado, dos supuestos combatientes del Grupo Wagner de Bielorrusia fueron acusados de matar a civiles cerca de Kiev, lo que los convirtió en los primeros mercenarios extranjeros que se enfrentarán a cargos por crímenes de guerra en Ucrania.

Traducido por María Torrens Tillack.

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