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Merkel recibe el primer aviso serio en las urnas por la crisis de los refugiados

El resultado de las elecciones en Mecklemburgo-Pomerania Occidental es un duro golpe para las expectativas de futuro de Angela Merkel.

Philip Oltermann

Berlín —

Angela Merkel ha sufrido una derrota aleccionadora en las elecciones regionales de su circunscripción, Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), quedó tercero, por detrás de los socialdemócratas (el SPD) y de los populistas de derechas de Alternativa para Alemania (AfD).

Las proyecciones a última hora del domingo otorgaban al centroizquierdista SPD el 30,5% de los votos. Al partido anti-inmigración AfD le daban el 20,9% de los apoyos, mientras que la centroderechista CDU de la canciller cosechó su peor resultado de todos los tiempos en este estado oriental: el 19%. A principios del año, la CDU parecía el partido con más probabilidades de recibir el encargo de formar el próximo gobierno del territorio.

En los últimos diez años, en Mecklemburgo-Pomerania Occidental ha gobernado una gran coalición entre el SPD y la CDU, un reflejo de la estructura de poder actual en el nivel federal. Pero el debate sobre las consecuencias de la estrategia del gobierno alemán durante la crisis de refugiados, que provoca cada vez más divisiones, ha impulsado el apoyo a AfD –liderada en el Estado por Leif-Erik Holm, un locutor de radio radicado en el distrito multicultural de Berlín Prenzlauer Berg–, aunque este territorio ha estado bastante protegido de la crisis de refugiados.

A pesar de que el resultado no tendrá un impacto directo en el trabajo del gobierno de Merkel y de que Mecklemburgo-Pomerania Occidental tiene una población de solo 1,6 millones de habitantes, cuenta con un valor simbólico de cara a las elecciones regionales de Berlín del 18 de septiembre y a las elecciones generales del año que viene. Merkel, en el poder desde 2005, no ha confirmado por el momento si optará a un cuarto mandato en 2017.

Aunque el Partido Socialdemócrata emergió como principal partido de la noche y los resultados de los democristianos fueron especialmente humillantes, los partidos de izquierdas del Estado también sufrieron pérdidas considerables. El Partido de la Izquierda (Die Linke) se hizo, según las proyecciones, con el 13,2% de los votos (frente al 18,4% que logró hace cinco años), mientras que el ecologista Partido Verde consiguió el 4,9% (8,7% en 2011). El ultraderechista Partido Nacionaldemócrata, que ha estado representado en el Parlamento estatal en los últimos diez años, quedó con un 3,1%, por debajo del umbral del 5% por primera vez en una década.

“La gente no confía en los partidos del 'establishment”

AfD, en cambio, continuó su notable sucesión de victorias electorales regionales. Tres años después de su fundación en 2013 con el objetivo de oponerse al euro, está representada en nueve parlamentos estatales. Su colíder Frauke Petry calificó los resultados de este domingo como un golpe a Merkel: “Ahora es nuestra responsabilidad hacer políticas para la gente, que ya no confía en que lo hagan los viejos partidos del establishment”, dijo.

“Solo ha habido un tema en la campaña: la política de refugiados”, dijo en la noche del domingo el candidato de la CDU, Lorenz Caffier. “La cuestión de los refugiados ha sido decisiva”. El político conservador descartó la dimisión y dijo que espera que su partido pueda seguir formando parte de la coalición de gobierno en el Estado.

El secretario general de la CDU, Peter Tauber, habló de “un resultado amargo, una nueva experiencia”. “Todos somos responsables de esto. Está claro que el tema de los refugiados ha estado muy presente y por supuesto mucha gente está mirando a Angela Merkel”, analizó.

Las elecciones estatales en Mecklemburgo-Pomerania Occidental llegan un año después del día en que el gobierno de Merkel aceptó a miles de refugiados que estaban bloqueados en la estación de tren de Budapest, y las consecuencias de esa acción han protagonizado los análisis de los medios alemanes en las últimas semanas.

En mayo, una cabeza de cerdo con un mensaje insultante apareció en la puerta de la oficina de Merkel en su distrito, en la ciudad de Stralsund en el mar Báltico, donde la canciller lleva obteniendo mandatos directos desde 1990.

El candidato de AfD, Holm, habló de un resultado del que sentirse orgullosos para un partido joven. “La guinda del pastel es que hemos dejado a la CDU de Merkel por detrás de nosotros. Quizá eso sea el principio del fin de la época de Merkel como canciller”, vaticinó.

“El ocaso de la canciller”

Gero Neugebauer, politólogo de la Universidad Libre de Berlín, lanza una advertencia similar para Merkel. “La gente verá esto como el principio del 'Kanzlerdämmerung' (el ocaso de la canciller)”, valora. “Si muchos miembros de la CDU empiezan a considerar a Merkel la culpable de esta derrota y los diputados comienzan a verla como un peligro para el partido y para sus propios cargos, se podría perder el control de toda la situación”.

Mecklemburgo-Pomerania Occidental es el Estado más al norte de los cinco de la antigua Alemania Oriental que se unificaron con la occidental República Federal Alemana en 1990. Aunque en el pasado ha sufrido la decadencia industrial y una población también decreciente, el año pasado registró la tasa de desempleo más baja y el PIB más alto desde la reunificación.

El mapa electoral de las elecciones de este domingo muestra un Estado dividido entre el oeste, que vota al SPD y tiene ingresos más altos por su proximidad con el próspero Hamburgo, y el este, donde muchos distritos electorales fueron a parar a AfD.

Debido en parte a su debilidad económica y a su baja densidad de población, se asignaron a la región menos refugiados de los que tocaron al resto de los 16 Länder alemanes salvo a dos. En 2015 se registraron 23.080 solicitantes de asilo en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en torno a un cuarto de los que se asignó a Hesse, que tiene un tamaño similar. Solo el 3,7% de la población del Estado es de origen no alemán, uno de los índices más bajos del país.

En el último año, el Estado no ha registrado ningún suceso criminal de especial relevancia, mucho menos atentados terroristas o violaciones llevadas a cabo por solicitantes de asilo, a los que la ultraderecha suele relacionar con estos delitos. De hecho, se ha registrado un descenso de los robos y crímenes violentos. La policía de la región sí tuvo constancia de siete intentos de incendio provocados en casas de acogida de refugiados en 2015.

El tiroteo de Múnich y los dos ataques de motivación islamista en Baviera en julio han alimentado un debate nacional sobre la seguridad interior. Caffier, de la CDU, es uno de los políticos que el mes pasado pidieron prohibir el velo integral en Alemania.

Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo

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