Brieva de Cameros inaugura un aula ambiental sobre los ecosistemas fluviales y la conservación de la trucha

Inauguración del aula ambiental del Centro Ictiológico de Brieva de Cameros

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Brieva de Cameros ha inaugurado un aula ambiental para acoger el Centro Ictiológico de Brieva de Cameros, que impulsará actuaciones en materia de educación y sensibilización sobre los ecosistemas fluviales de montaña y la trucha autóctona. Ha supuesto una inversión cercana a los 50.000 euros y ha sido inaugurado por la consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, Noemí Manzanos, el director general de Medio Natural y Paisaje, Ignacio Saénz de Urturi, y el alcalde de Brieva de Cameros, Daniel Carrillo.

Desde la Dirección General de Medio Natural y Paisaje se ha llevado a cabo esta iniciativa con el objetivo de ofrecer un servicio de educación ambiental y divulgación sobre los ecosistemas fluviales de montaña, como el que conforma el río Brieva, y en el que la trucha autóctona y la necesidad de su conservación servirán como hilo conductor del nuevo espacio. 

El nuevo equipamiento del Centro Ictiológico de Brieva, que estrena también logotipo, incorpora un gran panel exterior de acogida al visitante con un plano que permite identificar las diferentes instalaciones que componen el centro, tanto las instalaciones de producción (laboratorios, incubadoras, y los estanques que acogen a las truchas en sus diferentes fases de crecimiento), como el resto de instalaciones auxiliares. El aula ambiental se ha ubicado en el espacio, antes ocupado como un almacén, sin apenas uso y de alrededor de 50 metros cuadrados, ahora acondicionado y equipado con materiales informativos y expositivos de diseño llamativo para captar la atención de los visitantes, informar y concienciar sobre los aspectos más relevantes relacionados con los ríos de montaña, con la trucha común y con la propia piscifactoría. 

Para ello, se han instalado en las paredes del aula cuatro grandes paneles informativos. El primero, se centra en el río Najerilla como ejemplo para explicar las especiales características y los valores de los ríos de montaña; y en el río Brieva, junto al que está ubicado el centro ictiológico, ya que presenta en sus tramos más altos el hábitat ideal para que vivan las truchas. El segundo panel lo protagoniza un impresionante dibujo que pretende reflejar el valioso y frágil ecosistema que representan estos ríos de montaña, con algunas de las especies emblemáticas de la flora y también de la fauna que habita en ellos como el visón europeo, la nutria, el desmán ibérico, el musgaño, el cangrejo autóctono, el piscardo y el barbo colirrojo o la propia trucha.

Un tercer panel se dedica íntegramente a la trucha común, “la reina del río”, explicando sus hábitos, su importancia para el ecosistema y su ciclo de vida. Además, se ha incluido un último panel con el objetivo de informar y sensibilizar sobre los impactos a los que se ven sometidos los ecosistemas fluviales y que afectan de modo directo a las especies que habitan en ellos, pero poniendo especial énfasis en las soluciones individuales y colectivas que tenemos a nuestro alcance para protegerlos.  Al fondo de la sala se han instalado dos grandes fotografías de trucha autóctona, así como una escultura táctil de trucha autóctona común de unos 70 cm, en la que se aprecian todos y cada uno de los detalles de esta especie. 

El aula ambiental incluye también un módulo de audiovisuales con una pantalla de gran tamaño en el que los visitantes podrán ver alguno de los dos audiovisuales que se han creado para explicar el funcionamiento del Centro Ictiológico de Brieva de Cameros y el trabajo que se realiza en él en las distintas épocas del año, ya que para garantizar las condiciones sanitarias necesarias para la cría de las truchas, y por cuestiones de seguridad, durante las visitas guiadas que se realicen no se accederá a la totalidad de las instalaciones. 

Uno de los audiovisuales está dirigido al público general y el segundo, más extenso y en el que se detalla el trabajo del Centro Ictiológico, se ha ideado pensando en visitantes de un perfil más técnico o especializado, como estudiantes de diferentes ciclos formativos en materia de conservación de biodiversidad o sociedades de pescadores, por ejemplo.

El acondicionamiento del aula ambiental ha incluido también la instalación de varios bancos corridos frente al módulo de audiovisuales, la instalación de suelo laminado y un sistema de iluminación general y expositiva en el recinto, así como la señalización del resto de elementos que componen el centro para facilitar su identificación durante los recorridos que se hagan en las visitas guiadas. 

Visitas para público general y escolares

De este modo, el aula ambiental del Centro Ictiológico de Brieva de Cameros se incorpora a la Red de Centros de Interpretación de la Naturaleza que gestiona la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente y formará parte de la oferta de itinerarios interpretativos y visitas guiadas a través del programa ‘Pasea La Rioja’, tanto para público general y grupos organizados como para escolares. Estos últimos podrán visitarlo ya a partir de la próxima primavera, en una actividad que combinará la visita al centro con un sencillo itinerario circular de apenas dos kilómetros que parte desde el mismo centro y les conducirá por la orilla del río Brieva hasta el nacedero de este afluente del Najerilla. 

El Centro Ictiológico de Brieva de Cameros, propiedad del Gobierno de La Rioja, se puso en marcha en 1998 remodelando unas instalaciones ya existentes dedicadas a la cría de la trucha arco iris con un triple objetivo: recuperar las poblaciones de trucha autóctona en los tramos más afectados por las actividades humanas conservando así los valiosos ecosistemas fluviales; conseguir trucha de calidad de carácter salvaje, con buenas condiciones físico-sanitarias y genéticamente idénticas a las de las poblaciones naturales; y proporcionar una oferta de pesca suficiente para cubrir una demanda social de ocio que además es motor económico en zona rurales. 

Desde entonces, cada año se repueblan en los ríos riojanos procedentes de este centro (solo en los tramos más alterados, unos 300 kilómetros) 200.000 huevos embrionados, 800.000 alevines (de entre 1 y 6 gramos); 50.000 añales (de entre 7 y 80 gramos); y 20.000 truchas de tamaño pescable. En total, cerca de 13.000 kilos de trucha autóctona. 

Tras más de veinte años de programas de reproducción, la nueva aula ambiental del centro ayudará a dar a conocer y poner en valor los resultados, experiencias y procedimientos de producción y control que en él se llevan a cabo, y el papel que ha jugado como herramienta de gestión del recurso de la pesca en La Rioja. 

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