El turismo de lujo está en alza: conoce las últimas tendencias
Si viajar es un placer para cualquiera, viajar a todo lujo es todavía más satisfactorio. El turismo de lujo está en alza, de hecho está previsto que crezca un 6,2% en los próximos años, con Estados Unidos y Europa concentrando la mayoría de este tipo de viajes.
Se trata de un tipo de turismo que ofrece toda una experiencia basada en un producto de calidad con características extras. Como indica el informe 'Turismo de lujo: retos y oportunidades' de Ostelea, School of Tourism & Hospitality, el perfil del turista de lujo es el de un profesional de entre 30 y 40 años, con idiomas y un mayor conocimiento que la media sobre el destino al que quiere viajar.
Suele tener un nivel de ingresos superior a los 150.000 euros anuales y acostumbra a repetir destino y alojamiento, por lo que es un turista muy apreciado por el sector. Además, realiza unos cuatro viajes anuales y gasta de media más de 3.500 euros al año, aunque su presupuesto puede llegar a los 50.000 euros. Sobre todo gasta en hoteles de alta calidad, spa, gastronomía e instalaciones deportivas.
Las últimas tendencias
El turismo de lujo es un sector en constante cambio, donde las empresas están siempre tratando de innovar para ofrecer productos novedosos y exclusivos. Entre las últimas tendencias que están triunfando en el sector, una es la apuesta por la personalización. Estos clientes quieren que su viaje sea único e irrepetible.
En esta línea, los turistas de lujo quieren viajes a la carta, diseñados totalmente para ellos. Hay empresas que ya ofrecen este tipo de viajes, adaptados a sus gustos personales y necesidades y cuidando todos los detalles. Así, también es posible reservar vuelos a medida con aplicaciones como JetApp, para evitar salas de espera, filas para facturar, retrasos, contratiempos y compañeros de asiento indeseados.
Otra de las tendencias en boga en los últimos años es el turismo sostenible, como indica El Economista. Cada vez más este tipo de turistas quieren viajes que respeten el medio ambiente y que se enmarquen en algún proyecto de este tipo. Desean, en definitiva, contribuir a mejorar la sociedad y el ecosistema y también, en ocasiones, mejorar su imagen.
Como no podía ser de otra forma, la gastronomía también ocupa una posición preeminente entre las prioridades de estos turistas. El turismo gastronómico está de moda y combinado con el de lujo puede dar lugar a ofertas muy atractivas que sorprendan a los clientes más sofisticados. De este modo, hay hoteles en los que el cliente puede decidir no sólo qué comer, sino también cuándo y dónde, como si estuviera en su propia casa.
También hay lugares como el Westin Palace de Madrid que ofrecen un menú primaveral hecho con flores; bodegas como Marqués de Riscal donde puedes disfrutar de un menú del chef Estrella Michelín Francis Paniego en un entorno de viñedos único; o restaurantes como el del Royal Livingstone Hotel, en Zambia, donde puedes disfrutar de una excelente comida con originales sopas africanas junto a las cataratas Victoria, viendo cebras paseando... Las posibilidades son infinitas y todas ellas enormemente atractivas.
Además, también es tendencia apostar por lo local, en destinos donde los turistas conocen las historias y locales fuera de los circuitos comerciales y donde pueden relacionarse con otros viajeros y establecer conexiones personales. Y, cómo no, los lugares exóticos y originales a los que no todo el mundo viaja siempre son una de las opciones más escogidas.
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