Se crea una red rural para ayudar a las agricultoras y ganaderas
La Confederación de Mujeres del Mundo Rural (CERES) presentó el proyecto de crear una “Red Rural dinámica de asesoramiento en Desarrollo Rural para mujeres agricultoras y ganaderas”, con el objetivo de ayudar a las mujeres rurales en el fomento de la igualdad de oportunidades y eliminar cualquier discriminación de género en su incorporación a la actividad laboral. El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino ha decidido apoyarlo.
El pasado 16 de marzo, el MARM publicó un ’’Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural’’ con el que pretende ’’arrojar luz sobre las desigualdades existentes’’ y ’’clavar un jalón desde el que poner en marcha nuevas medidas’’.
El objetivo fundamental del diagnóstico es servir de herramienta para la incorporación del enfoque de género en la Política Nacional de Desarrollo Rural, y se ha realizado a partir de encuestas a 4.645 habitantes de entre 20 y 65 años de zonas rurales. Efectivamente, el estudio demuestra que las mujeres se enfrentan todavía a importantes fosos de desigualdad y discriminación y que es urgente la implementación de medidas orientadas a transformar esta situación y a brindar apoyo a este colectivo.
Entre otras cosas, la desigualdad de oportunidades profesionales y personales obliga a muchas mujeres rurales a trasladarse a vivir a la ciudad y esta tendencia es un obstáculo para conseguir la sostenibilidad poblacional del medio rural.
En ese contexto, el Proyecto Piloto propuesto por CERES y para el cual el MARM destinará 242.804 euros tiene como objetivo principal, ayudar a las mujeres en el fomento de la igualdad de oportunidades y eliminar cualquier discriminación de género en su incorporación a la actividad laboral. Se aplicará en todo el territorio español.
Entre los objetivos generales se encuentran establecer una red de asesoramiento para informar sobre las diferentes medidas y ayudas contempladas en los Planes de Desarrollo Rural (PDR) de las distintas comunidades autónomas en materia de innovación, sostenibilidad y el valor añadido para hacer más viables las explotaciones agrarias y fomentar los nuevos yacimientos de empleo en especial las mujeres.
Por otra parte, entre otros objetivos específicos se encuentran el de crear canales de fácil consulta utilizando las nuevas tecnologías, organizar grupos participativos de hombres y mujeres, dar a conocer a la población agrícola del medio rural los canales construidos para su participación, fomentar el espíritu emprendedor con un asesoramiento completo sobre las distintas perspectivas empresariales de las mujeres en el medio rural, producción, salud y calidad de los alimentos, así como construir grupos coordinados y acercarlas a la política europea.
Entre las actividades programadas dentro del marco de este Proyecto Piloto se encuentran las acciones encaminadas a la recopilación, análisis y comparación de las medidas de los PDR, elaboración de guías, creación de observatorio digital aprovechando la Web de CERES, búsqueda de canales de información y comunicación y actividades de difusión.
Datos del diagnóstico
El medio rural español supone una superficie de 426.353 kilómetros cuadrados que acoge a 6.694 municipios. En ellos habitan 8,23 millones de personas, el 49% son mujeres cuya tasa de empleo que no alcanza el 50%.
Con estas circunstancias, el informe destaca que este éxodo femenino, no sólo aumenta la masculinización del medio rural, sino que reduce el número de apoyos familiares, lo que unido a la escasez de servicios de atención, sobrecarga a las mujeres porque son ellas quienes asumen las tareas de cuidado de las personas dependientes, y por este motivo, sus posibilidades de empleo, formación y ocio disminuyen.
La tasa de masculinización en la actualidad es del 103,9 %, es decir, por cada cien hombres, hay 96,1 mujeres; aunque en la franja de edad de 30-49 años llega a haber 84,7 mujeres por cada cien hombres. Otra de las razones que empujan a las mujeres a abandonar el medio rural es la situación laboral, ya que la tasa de inactividad femenina -entre 20 y 65 años alcanza el 38,4 %, y el 77,6 % de ellas realiza trabajo doméstico no remunerado.
Según el informe, la ’’organización social tradicional’’ expulsa del mercado de trabajo a una de cada tres mujeres rurales y las que se encuentran en activo acusan la precariedad laboral, con una marcada feminización de la contratación temporal y discontinua.
La brecha salarial de género es, según el diagnóstico, otro elemento importante, ya que los sueldos de las mujeres rurales se sitúan entre los 400 euros (o menos) hasta los 800 euros. Los ingresos de los hombres rurales, sin embargo, parten de los 800 a más de 1.800 euros.
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