El Ayuntamiento de Madrid frena la apertura de un Espacio de Igualdad que dejó comprometido Carmena

El Ayuntamiento de Madrid ha paralizado la apertura de un Espacio de Igualdad cuando estaba a punto de ser adjudicado. El Gobierno de José Luis Martínez-Almeida ha suspendido el expediente del centro planificado para el distrito de Salamanca y utilizará las instalaciones para oficinas de la Junta Municipal, dirigida por el PP.

El proceso administrativo para entregar la gestión del centro se inició en abril de 2019 y el proyecto fue anunciado por el Gobierno de Manuela Carmena. Ya se habían abierto los sobres y el único trámite pendiente era notificar a la adjudicataria ganadora. Fuentes del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, gestionada por Ciudadanos, justifican que la Junta Municipal de Distrito ha pedido las instalaciones para trasladar allí sus dependencias porque el edificio donde se ubican sufre “daños serios y necesitan reparaciones inmediatas” y enmarcan la suspensión de la adjudicación como una consecuencia de una decisión tomada por el distrito, dirigido por el PP. El Ayuntamiento asegura que ya está buscando otra localización para el Espacio de Igualdad. El procedimiento debe empezar de cero y se convocará un nuevo concurso. Las empresas concursantes no han sido informadas de esta cancelación in extremis y esperan noticias del Ayuntamiento.

La licitación de este centro estaba recogida en un expediente que incluía a otros tres Espacios de Igualdad (en Puente de Vallecas, en Barajas y en Ciudad Lineal) y la renovación de dos que ya existen (Dulce Chacón y Hermanas Mirabal), aunque la adjudicación se ha articulado por lotes. La tramitación de estos tres centros, sin embargo, no se verá alterada por esta decisión y se abrirán próximamente, según confirman fuentes municipales.

El Consistorio iba a dedicar a este centro, según los pliegos del concurso, un presupuesto base de 536.124 euros, aunque el valor estimado del contrato es de más de un millón de euros. El equipo municipal de Manuela Carmena reformó el local que iba a acoger el espacio con un presupuesto de 2,5 millones de euros.

En el edificio, además, había una planta reservada para Madrid Salud, con el fin de dotar de nuevos servicios sociocomunitarios al barrio, y espacio para abrir salas de lectura para los vecinos y vecinas. “Uno de los objetivos que se pretende conseguir con este equipamiento, es la creación de las sinergias necesarias, entre todos los departamentos, organismos y servicios, para potenciar y generar proyectos sociales y comunitarios”, decía la nota de prensa que informó sobre estas obras en julio de 2018. Ahora esta infraestructura será para oficinas de la Junta de Distrito.

Madrid tiene actualmente 14 Espacios de Igualdad. El primero se abrió en el año 2005 en el barrio de Chamberí durante el mandato de Alberto Ruiz-Gallardón (PP) en la ciudad. La exalcaldesa Manuela Carmena creó ocho nuevos y dejó planificados otros cuatro que debería inaugurar el nuevo equipo de Gobierno en 2020: Ciudad Lineal, Barajas, Puente de Vallecas y Salamanca.

Cada uno de estos espacios, que dependen de la Dirección General de Igualdad, tiene un equipo multidisciplinar formado por una coordinadora, una psicóloga, una abogada, dos técnicas en dinamización social y orientación laboral y una administrativa. En los puntos, además, se presta atención psicológica y asesoramiento a las mujeres y están coordinados con los recursos contra la violencia de género. Funcionan, en definitiva, como una casa de las mujeres: un lugar al que acudir si necesitas ayuda, como primer filtro, y un punto de encuentro para las vecinas del barrio. Aunque aún no todos los distritos tienen el suyo.

La paralización de la apertura del Espacio de Igualdad de Salamanca no es la primera medida que el nuevo Gobierno toma sobre estos centros. El delegado del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, dio órdenes a los espacios para que retiraran de sus instalaciones y de sus cuentas de redes sociales un cartel institucional del pasado 8M con un puño en alto que decía “No será la fuerza, será el feminismo”. El Gobierno también transmitió a las trabajadoras que prescindieran de términos como “revolución” de los títulos de los talleres feministas que allí se imparten. El motivo de las directrices fueron las quejas de algunos concejales del Ayuntamiento de Madrid.