Tetuán en 2024: avanzando tímidamente hacia un Bravo Murillo más humano y luchando contra el problema de la vivienda

¿Qué es un año para una ciudad? Poco, muy poco. Pero ¿qué supone en la vida de sus vecinos? Algo más, o al menos una buena unidad de tiempo para hacer el habitual repaso de hitos y propósitos incumplidos propio de estas fechas. Por ello, vamos a tratar de hacer una foto del distrito de Tetuán apoyándonos en algunas de las noticias que publicamos el año pasado.

Empezaremos por una buena noticia. La Dehesa de la Villa, que queda a orillas de Tetuán pero consideramos más tetuanera que el pescadero del Maravillas, ha sido declarado Bien de Interés Cultural atendiendo a que en el entorno de sus 8.500 árboles existen interesantes vestigios patrimoniales y ha tenido –tiene– una importante función como lugar de reunión social.

Como en los últimos años, la reconquista de Bravo Murillo para el peatón ha sido uno de los temas más importantes del distrito. Aunque los pasos son pocos y se dan lentos, al menos hay un plan previo sobre la mesa para ampliar las aceras y quitar un carril (que muchos consideran insuficiente). Y, sobre todo, existe la promesa de abrir un proceso ciudadano para darle forma y, quizá, profundizar en ello. ¿Será el plan de legislatura del actual equipo rector?

Seguimos con reformas futuras. Después de que el proyecto Renazca decayera, el Ayuntamiento ha anunciado uno nuevo para invertir en el gran complejo empresarial de la Castellana. En el capítulo de novedades tangibles podemos darnos la enhorabuena porque el verano fue un poco menos caluroso gracias a que abrió la primera piscina municipal del distrito en el Paseo de la Dirección.

En el apartado de cabreos colectivos, recordamos que el que dejamos atrás fue el año en que la junta la lió parda cometiendo un error en la licitación de los talleres impartidos en los centros culturales del distrito. Esto hizo que estos se retrasaran, creando una gran incertidumbre entre miles de vecinos que ya habían pagado sus cuotas de inscripción.

Este fue también, como cada año, de pequeñas y grandes luchas vecinales. Entre ellas recordamos las de los usuarios de Casa Grande, de los vecinos que sufrían el ruido ocasionado por las pistas de pádel de los Salesianos de Estrecho, la permanencia del Huerto Zuloaga (amenazada por unas obras), por la guerra en Palestina u otras limítrofes como la lucha de los vecinos del Bernabéu contra el ruido de los conciertos y las obras del estadio.

Los espacios vecinales siguen siendo el corazón del barrio. Este año queremos felicitar especialmente a la Huerta de Tetuán, que cumplió un año; dar la bienvenida al Ateneo de Tetuán, y recordar la labor diaria que hacen el Espacio Bellas Vistas, La Enredadera y otros. También lo hacemos extensible a las asociaciones vecinales del barrio (Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán o Ventilla Almenara), que están siempre al pie del cañón. Este fue también el año en que nuestro decano de la información local, Tetuán 30 días, cumplió tres décadas saliendo en papel. Lo celebraron con una exposición y una serie de actos públicos. De nuevo, ¡felicidades!

También se recogieron los frutos de luchas de años anteriores, como la protección de numerosos edificios de neomudéjar popular, aunque desde el Grupo por la Protección del Patrimonio de Tetuán y el resto del vecindario siguen con los ojos bien abiertos y piensan qué hacer con el lento urbicidio de las casas bajas.

Hay también algunas tendencias preocupantes que avanzan con paso inexorable. No fue de repente, pero este año vimos más si cabe las orejas al lobo con el problema de la vivienda y seguramente menos que el que viene. A la subida permanente de precios, se suma la consolidación de la turistificación en el distrito, la reconversión masiva de locales comerciales en viviendas turísticas, o la compra de edificios residenciales enteros por parte de fondos buitre. Un problema global que está golpeando fuerte en Tetuán.

Desde Somos Tetuán encaramos 2025 con ánimo optimista y realismo responsable. Intentaremos llegar a todos los rincones que podamos de los seis barrios que componen Tetuán para contar el barrio. ¡Feliz año, vecinos!