La gastronomia sin 'masters' ni 'tops'. El delantal, el rodillo y la mesa. El fogón y la cazuela. Alimentarse para disfrutar. 'Miel sobre hojuelas', un espacio para vivir con gusto de todos los sentidos.
Paté de remolacha
Conozco a muchas personas que con sólo oír su nombre arrugan la nariz. La remolacha genera amor y odio a partes iguales entre los comensales. Para algunos, es una hortaliza deliciosa, dulce y refrescante y otros detestan ese regustillo terroso. Así que valga esta receta para los que no necesitan ser convencidos y, sobre todo, para los escépticos.
Hace un par de sábados desde 220º nos trasladamos a La Cocina del Muelle 3 (Bilbao) para impartir un curso de panadería y Elvira, la anfitriona, sirvió este paté de remolacha para degustar el pan. La receta ha sido creada por Marta Francisco, nuestra experta en cocina energética, quien la utiliza habitualmente en los talleres que ofrece en nuestra escuela. Las tres somos defensoras de esta joya de la huerta que no tiene desperdicio. Muy acuosa, rica en fibra, potasio, fosforo e hidratos de carbono y muy baja en proteínas, la remolacha es perfecta para alimentar nuestras neuronas y aportarnos vitalidad. Además no se puede negar que aporta un color de forma natural poco frecuente en nuestros platos.
Podemos comerla de muchas formas, pero en esta ocasión proponemos un paté refrescante al que añadiremos miso, un fermento muy sabroso de origen japonés a base de soja y pasta de umeboshi, otro fermento de ciruela me empleado en la gastronomía oriental, muy sabroso y salado. Estos condimentos aportan propiedades depurativas y antioxidantes, además de darle un toque al paté al que no solemos estar acostumbrados en la dieta mediterránea.
La receta es muy facilita y la elaboración lo es aún más. Vamos allá.
Ingredientes:
- 1 remolacha cocida
- 1 cucharadita de ralladura de limón
- 1 cucharada sopera de crema de sésamo o cacahuete
- 1 cucharada sopera de pasta de umeboshi (la podéis encontrar en herboristerías y tiendas de productos ecológicos)
- 1 diente de ajo
- 1 lata de bonito al natural
- 1 cucharada de miso blanco (también se comercializa en herboristerías y tiendas de productos ecológicos)
Elaboración:
Nada más sencillo que triturar todos los ingredientes y añadir al resultado un poquito de agua o zumo de limón si vemos que se ha quedado muy espeso.
Con pan, con tortas de arroz, con grissinis, con tostas, con crackers, solo…. ¡Está buenísimo con todo!
Sobre este blog
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