La izquierda mexicana está a las puertas del poder

“¡Se acabó la mafia en el poder!” martillea en cada uno de sus discursos Andrés López Obrador. A sus 64 años, el candidato de la izquierda ha hecho de la lucha contra la corrupción el caballo de batalla de su discurso. Sus partidarios ven en él a un hombre providencial en un país minado por las desigualdades y la criminalidad. Sus detractores lo tachan de populista autoritario”.

“Promete “recuperar el dinero de los corruptos”, que evalúa en 21.000 millones de euros al año, para financiar su ambicioso programa de lucha contra la pobreza: grandes obras públicas, sanidad y educación gratuitas, becas escolares, ayudas a los campesinos, subida del salario mínimo (de 3,70 euros diarios en 2017), reducción del de los funcionarios, incluido el suyo”.

“AMLO también promete “pacificar el país”, ensangrentado por la guerra que libran los cárteles de la droga, entre ellos y contra el gobierno. Admirador de Ghandi, ha suscitado una gran polémica con su propuesta de amnistía para los pequeños narcotraficantes. Para calmar el ambiente, este 22 de junio ha anunciado que la idea será sometida a consulta popular. “AMLO quiere reconciliar al país y atacar las causas de la inseguridad, como la falta de oportunidades para los jóvenes”, subraya su directora de campaña Tattiana Clouthier. “Becarios sí, sicarios no”, repite AMLO que lleva luchando contra las desigualdades desde su juventud”.

“Se afilió al PRI en los años 70, y en él desarrolló programas sociales para los indios. Más tarde se unió al Partido de la Revolución Mexicana, creado en 1988 por los disidentes del PRI. Elegido alcalde de México en 2000, creó pensiones para los ancianos y desarrolló el transporte público. Su popularidad le sirvió de trampolín para la presidencial de 2006 que perdió por solo un 0,56 % de los votos, tras lo cual denunció un fraude electoral y movilizó a sus partidarios”

“Tras su segunda derrota en 2012 abandonó el PRD y creó Morena, que se convirtió en partido en 2014. Está en campaña desde hace años, recorriendo el país de arriba abajo. Ha dulcificado su imagen de protestatario. Sin renunciar a su ácida retórica contra las “élites voraces”, hace llamamientos “al amor y la paz”. “Necesitamos justicia y no venganza”, proclama tras anunciar que una vez en el poder “perdonará” al presidente Enrique Peña Nieto, del PRI, por los asuntos de corrupción a los que se le vincula”. El PRI es el partido que estuvo en el poder desde 1929 a 2000 y que lo recuperó en 2012, tras ocho años de gobierno de la derecha.

“Su metamorfosis seduce a electores de todos los ámbitos sociales. AMLO acaba de anunciar que su consejero Alfonso Romo, ex industrial millonario, será su jefe de gabinete, lo cual tranquiliza a una parte de los hombres de negocios, pero hace chirriar los dientes en la izquierda. Tampoco su orientación política es fácil de definir. Tatiana Clouthier asegura que es socialdemócrata, pero Bernardo Olmedo, politólogo de la UNAM, dice que está más bien inclinado hacia un “nacionalismo social”.

“El asunto siempre ha preocupado. Lo nuevo es que esta preocupación se ha convertido en un asunto prioritario para muchos. Y esto no solo vale para los nacidos en el baby boom de los 70, sino también para la mitad de los menores de 30 años. Al preguntarles que problemas debería abordar con más fuerza el gobierno, la mejora de la situación financiera de los jubilados queda por delante de la reparación de las carreteras en mal estado, la mejora de las escuelas o de la atención médica”.