Arrancan la placa conmemorativa del monumento a los deportados murcianos a los campos de concentración nazis
La calle de los Derechos Humanos de Murcia ya no parece que se deba a su nombre. La placa conmemorativa a los deportados murcianos a los campos de concentración nazis ha sido arrancada esta tarde del monolito recientemente inaugurado en dicha calle. Sobre la estructura de mármol han aparecido dibujadas dos cruces y escrito el lema “El Valle no se toca”.
El monumento, situado en el barrio de la Fama de Murcia, adolece de mantenimiento y riego ya que las plantas del parterre están secas y la tierra cuarteada.
El alcalde de Murcia, José Ballesta, junto a la concejala de Relaciones Institucionales , Maruja Pelegrín, y miembros de la Corporación municipal, inauguraron el monolito en homenaje a los deportados murcianos en los campos de concentración nazis el pasado mes de junio.
Entonces el acto contó con la presencia de la hermana y la sobrina del Francisco Griéguez Pina, el murciano superviviente de Mauthausen, recientemente fallecido. También estuvo presente Víctor Peñalver, el historiador que promovió el homenaje a los presos de la Región de Murcia en los campos de concentración de la muerte.
También intervino al sobrina de Francisco Griéguez, Carmen Guillén, que, visiblemente emocionada, destacó el “amor” que su tío tenía por Murcia: “siempre hablaba de cuando, con 27 años, tuvo que despedirse de su ciudad para partir a la guerra”.
Homenaje a los deportados a campos de concentración nazis
La iniciativa comenzó en 2015, cuando Peñalver percibió “un desconocimiento general entre la población” en torno a los españoles deportados a los campos de concentración alemanes. El historiador lo consideró un asunto que había sido y es “ocultado intencionadamente en los programas educativos”. Sin ningún tipo de ayuda institucional, el historiador consiguió que en dos años, ocho Ayuntamientos apoyaran su iniciativa.
[ACTUALIZACIÓN]
El monumento conmemorativo a los deportados a campos nazis ha amanecido con las consignas fascistas modificadas, pudiéndose leer, en esta ocasión, “El Valle sí se toca”.
