Uxue Barkos, candidata de Geroa Bai: “A Chivite le falta ambición para defender el interés de Navarra antes que el del PSOE”
Uxue Barkos (Pamplona,1964) aspira a convertirse de nuevo en presidenta de Navarra cuatro años después de haber dado un paso al lado y permitir que la socialista María Chivite liderara un gobierno foral del que Geroa Bai formó parte, pero en el que Barkos no quiso estar “para no alimentar las críticas de la oposición”. Pese a apoyar el Ejecutivo de coalición entre PSN, Geroa Bai y Podemos, que apuesta por reeditar, se muestra crítica por “la falta de ambición” que ha tenido Chivite a la hora de “defender el interés general de Navarra” en cuestiones “en las que ha habido conflicto con Moncloa o Ferraz”. Asegura que Geroa Bai es la garantía de que el PSN no se vea “tentado” de volver a conformar gobiernos con UPN y promete trabajar para que el euskera sea oficial en toda la comunidad foral si regresa al Palacio de Navarra.
Se vuelve a presentar como candidata a presidir Navarra tras haberlo hecho en la anterior legislatura y haber dado un paso al lado en esta para que lo hiciera María Chivite en un gobierno con su formación, Geroa Bai, del que usted no ha formado parte. Es algo que no es habitual en la política.
Soy consciente de ello [se ríe]. En 2015 se dio la circunstancia parlamentaria que permitió a Geroa Bai, y a mí como candidata, presidir el Gobierno de Navarra en una situación inédita en la política navarra desde la vuelta a la democracia. En 2019, la ciudadanía decidió dar esa responsabilidad al PSN, como así lo dije en la misma noche electoral, que optó por dar el paso de continuar con la senda del cambio, algo que no había hecho hasta el momento. En ese momento no entendía mi presencia en el Gobierno, creo que no hubiera sido positivo, y decidí trabajar por este proyecto desde el Parlamento.
¿Por qué no habría sido positivo que usted estuviera en el Gobierno?
No era razonable que quien había presidido el Gobierno en la legislatura anterior formara parte del nuevo Ejecutivo. Creo que podría haber alimentado críticas sobre una posible bicefalia en el Gobierno por parte de la oposición. Pero insisto en que creo que es importante saber dónde te toca trabajar en cada momento, y en ese momento me tocaba hacerlo como portavoz parlamentaria de Geroa Bai.
¿Está ante su última oportunidad de volver a ser presidenta de Navarra?
No me lo planteo en esos términos. Yo ya he sido presidenta del Gobierno de Navarra y me encuentro con fuerzas de volver a serlo si así lo decide la mayoría de la ciudadanía navarra en las urnas. Pero no es la última oportunidad de Geroa Bai, la ciudadanía nos ha estado diciendo a lo largo del tiempo de vida de este proyecto que es una sigla que responde a un espacio real de Navarra. Geroa Bai trabajará con las mejores oportunidades que encuentre en sus equipos y en este caso me corresponde a mí.
¿Volvería a reeditar el Gobierno?
Hacemos un balance en gran parte positivo del Gobierno de esta legislatura, pero es cierto que discrepamos abiertamente en muchas de las posiciones que desde la Presidencia se han mantenido con respecto a la manera de defender los intereses generales de Navarra allá donde ha podido haber conflicto con Moncloa o con Ferraz.
Ha criticado falta de ambición.
Absolutamente. Cuando el interés general de Navarra no coincidía exactamente con el del Gobierno central, ha faltado ambición por parte de María Chivite. Por ejemplo, en el tema de los fondos Next Generation. Cuando una comunidad como Navarra tiene una especial capacidad en determinar políticas fiscales y por lo tanto de ayudas y de propuesta de líneas económicas, otra gobernanza de los fondos hubiera sido mucho más beneficiosa para Navarra y no hemos visto la determinación en esa defensa en la presidencia del actual Gobierno.
Han tenido más desencuentros como por ejemplo con la renovación del Convenio o con el euskera. ¿Cómo los valora?
En una coalición entre diferentes los desencuentros deben existir y deben ser gestionados primero en casa siempre. En política estamos obligados a la búsqueda de soluciones antes de llevar la escenificación de los problemas al conjunto de la ciudadanía, pero eso no quiere decir que también hay que compartir, en un ejercicio de transparencia con la ciudadanía, allá donde hay diferencias propias entre partidos diferentes. Ha habido diferencias en temas ideológicos como puede ser el euskera, pero las mayores discrepancias se han dado en el ámbito de la gestión de las responsabilidades que tenemos. La confrontación con el Gobierno central ha de ser trabajada desde la lealtad entre instituciones, pero con la firmeza que exige la defensa de tus propios intereses, de tus propias obligaciones y, sobre todo, de la respuesta que debemos a la ciudadanía.
La confrontación con el Gobierno central ha de ser trabajada desde la lealtad entre instituciones, pero con la firmeza que exige la defensa de tus propios intereses
¿Esos desencuentros podrían dificultar una reedición del Gobierno por su parte?
Desde Gera Bai se apuesta claramente por seguir trabajando por gobiernos progresistas y plurales. Pero, evidentemente y a la vista de lo que hemos vivido estos cuatro años, las normas de negociación habrán de observar estas circunstancias y ser reconocidas en esos acuerdos próximos. Apostamos por ello, pero con una ambición y una vocación de, si así lo deciden las urnas, presidir el próximo Gobierno de Navarra en encuentro con el Partido Socialista y el resto de formaciones progresistas.
Algunos de esos desencuentros los han resuelto apoyándose en Navarra Suma para sacar adelante leyes que han dividido a los socios de Gobierno, el PSN con el Convenio o la ley de símbolos y ustedes con la del profesorado de religión. ¿Cómo lo valora?
Son dos circunstancias muy diferentes. En el caso del convenio, creemos que se ha hecho una apuesta reduccionista de la capacidad de decisión del Parlamento de Navarra en algo tan importante como la cifra que marca la relación económica entre Navarra y el Estado. En el caso de los profesores de religión, estamos hablando de la defensa de los derechos de unos trabajadores, sean profesores de religión o no. Ahí se equivocó el PSN, el mismo partido que mantiene el Concordato con la Santa Sede y por lo tanto, la obligatoriedad de que la escuela pública se dé religión, algo que en Geroa Bai creemos hay que superar y hay que retirar. La religión debe salir de la escuela pública. Pero son cosas muy diferentes.
¿Ve voluntad en el PSN de repetir el actual gobierno de coalición?
Es el PSN quien debe responder.
¿Teme que la ruptura de Navarra suma pueda convertir a UPN en un potencial aliado del PSN?
UPN lo ha manifestado en ese sentido una y otra vez. Lo ha manifestado con los hechos, por ejemplo, con el acuerdo que llegó con el gobierno de Sánchez por la reforma laboral, con el que exigió al Partido Socialista una mayor implicación en el apoyo a las alcaldías de Navarra Suma en la comarca de Pamplona. El PSN aceptó, esa es la realidad.
¿Cree que podrían pactar un gobierno?
La coherencia política de las formaciones es algo que también comprometemos con la ciudadanía. Si el Partido Socialista tuviera alguna tentación de volver a aquellos gobiernos con UPN sin una base de coherencia política, lo primero que tendrá que mirar es las mayorías con que se cuenta en el Parlamento de Navarra. En cualquier caso, la presencia de Geroa Bai es garantía de que eso no se vaya a producir.
El gobierno que usted presidió EH Bildu tuvo dos consejerías. ¿Lo ve posible en un gobierno en el que también esté el PSN?
No puedo hablar por el Partido Socialista. Pero como decía, es importante ejercer la presidencia para adoptar las medidas que se crean positivas aquí y no quedarnos en los intereses de los partidos o aquello que pueda aceptarse o no desde Ferraz. Los presupuestos de esta legislatura han salido adelante con las abstenciones de EH Bildu, de otra manera habría sido imposible. Por lo tanto, lo que de facto es, defiéndase ejerciendo la presidencia y poniendo las condiciones que desde la presidencia se entiendan positivas para la ciudadanía y la estabilidad del Gobierno.
Si el PSN tuviera alguna tentación de volver a aquellos gobiernos con UPN, lo primero que tendrá que mirar es las mayorías con que se cuenta en el Parlamento de Navarra
¿Se va a expulsar a la Guardia Civil de Navarra?
Este tipo de campañas parten de un desconocimiento, si en su caso lo es, desde luego enormemente interesado y, sobre todo, buscando generar fricciones, enfrentamientos donde no los hay. La transferencia de Tráfico a la policía Foral no es tanto una transferencia como una recuperación de competencias. En Navarra, la competencia de la regulación del tráfico y la seguridad vial fue lo que motivó en su momento el nacimiento de la Policía Foral. No era más que recuperar una competencia que, por cierto, está recogida en la Lorafna [el equivalente en Navarra al Estatuto del resto de comunidades autónomas] aprobada por el Partido Socialista y lo que hoy es el Partido Popular. Ellos dieron el visto bueno a esa competencia, hoy se echan las manos a la cabeza por un interés electoral. Es tremendo, enormemente irresponsable y sobre todo por la tensión que genera con respecto al buen nombre de Navarra.
¿Qué le pareció la inclusión de personas delitos de sangre y pasado en ETA en las listas de EH Bildu?
La propia rectificación de EH Bildu anunciando que no tomarán posesión de las actas de concejal en el caso de que fueran elegidas estas siete personas con delitos de sangre ya establece que esto es algo más que un asunto legal. Cuando queremos construir un futuro de encuentro, de pluralidad política, ha de ser sin políticas de olvido. Hay que mirar a las víctimas de la memoria histórica, pero a las víctimas más recientes también. Desde Geroa Bai fuimos firmes en que era un asunto que trascendía lo legal, que había una cuestión de reconocimiento de la memoria histórica. Luego está la alfombra roja que se ha preparado para quienes quieren seguir haciendo desde la derecha un uso del dolor de las víctimas como ariete electoral, que me parece igualmente inadmisible.
¿Cree que el futuro de la gobernabilidad en Navarra estará ligado a lo que suceda en el Ayuntamiento de Pamplona?
Hay muchos ayuntamientos, no solo el de Pamplona, es en toda la comarca donde el Partido Socialista en esta legislatura ha tenido una actitud que resulta cuando menos incoherente, yo diría que, hasta un punto cobarde, por no llevar a cabo acuerdos en ayuntamientos en la misma línea de los alcanzados para el Gobierno de Navarra. Se puede negociar en las condiciones que queremos los gobiernos municipales, en los que la memoria más reciente, el respeto a las víctimas, queden también canalizados, encontrados. Pero trabájese eso, lo que no vale es mirar hacia otro lado.
Han propuesto reformar la Lorafna.
Tenemos que restañar algunos de los déficits que tiene y avanzar, porque es una ley que tiene 40 años. Uno de los déficits es que los negociadores de la parte navarra incumplieron algunos de los mandatos que llevaban del Parlamento. Por ejemplo, la mayoría parlamentaria en aquel momento, en el año 82, exigía en la propuesta a tramitar de negociar con el Gobierno de Madrid la oficialidad del euskera en toda Navarra. Esto es algo que mucha gente no recuerda. Con mayoría del Partido Socialista, con el resto de las formaciones progresistas y plurales, se llevaba ese mandato que luego se pervirtió en la negociación en el seno de los gobiernos de UCD, de una manera muy interesada también por quienes representaban entonces a la derecha Navarra en relación con el Gobierno de Madrid.
Se ha puesto una alfombra roja para quienes quieren seguir haciendo desde la derecha un uso del dolor de las víctimas como ariete electoral
¿Debería ser oficial el euskera en toda Navarra?
Me parecería lo razonable. No tiene ningún sentido unificar derechos lingüísticos, es algo que yo creo que no existe en ningún otro lado, que la ciudadanía de un mismo territorio tenga unos derechos lingüísticos en la zona vascófona, reducidos en la zona mixta y una vulneración de derechos lingüísticos en la zona no vascófona.
¿Y exigir el euskera como requisito en los puestos de la Administración Pública en toda Navarra?
No estoy pensando en eso, que en estos momentos no es una realidad sociolingüística. Pero en la Ribera sí es mérito, no requisito, hablar inglés o francés, pero no lo es hablar euskera. Eso claramente está dañando a riberos y riberas que, hablando euskera podrían incluirlo como mérito.
Geroa Bai defiende la conexión de alta velocidad con Euskadi por Ezkio/Itsaso, al igual que sus compañeros del PNV de Gipuzkoa, pero no así el PNV de Álava, que dice que sea por Vitoria.
Nosotros defendemos aquella conexión que incluya a Navarra en la conexión ferroviaria con la Europa continental. Y esto, hoy por hoy, Vitoria no lo garantiza. Pero desde luego, Geroa Bai no se va a posicionar de una manera definitiva hasta que los estudios medioambientales y técnicos avalen que es viable. Lo que sí han demostrado los estudios es que la conexión por Vitoria llevaría en pocos años a una falta de dimensión de la vía para acoger todo el tráfico ferroviario. Ezkio/Itsaso tendría más vida e incluiría a Navarra en ese corredor con Europa. ¿Es más cara? Sí, pero también, lo es la conexión de Madrid con Valladolid y al Partido Socialista no le han dolido prendas.
¿Por qué Geroa Bai no está en el Senado en el grupo del PNV, uno de los socios de la coalición, y lo está en el grupo de Izquierda Confederal con Más País y Compromís?
Pues por lo mismo que Nafarroa Bai durante tres legislaturas y Geroa Bai durante la última que yo estuve cuando fui diputada por Navarra estuvieron en el Grupo Mixto. Es decir, el PNV es un socio de la coalición y parte fundamental, pero no explica en el todo la posición de Geroa Bai. En el reconocimiento de esa pluralidad, la posición es en esos grupos.
¿Por qué Andoni Ortuzar no hace campaña en Navarra? ¿No ayuda la marca del PNV?
Él hace campaña para el Partido Nacionalista Vasco donde se presenta. En el caso de Geroa Bai el PNV está presente en esta campaña porque es socio de la coalición y la hace dentro de lo que es el territorio navarro.
¿Teme la irrupción de la ultraderecha en Navarra?
La ultraderecha no ha dejado de estar presente nunca en el panorama político de Navarra así como en el del conjunto del Estado, no tenemos más que ver los orígenes, por ejemplo, de una fuerza como Vox, que entre sus primeras espadas están personas que militaban en el PP. Otra cosa es que en estos momentos tengan una presencia institucional mucho más expresiva. El temor no es, si acaso, que irrumpan en las instituciones meramente, el disgusto es que 40 años después de terminada la dictadura de Franco, siga habiendo quien la reivindica.
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