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Podemos actuó contra los críticos de Álava porque planteaban usar las cuentas del partido

Asela Ortiz de Murua y Arantxa Abecia, en un acto público

Iker Rioja Andueza

Las Juntas Generales de Álava celebran este miércoles un pleno ordinario. Las votaciones volverán a testar la convulsa situación interna del grupo de Podemos, donde las espadas están de nuevo en alto tras la reciente decisión de la comisión mixta integrada por los responsables de Organización del partido en Euskadi y la portavoz en Álava, Arantxa Abecia, de suspender con carácter fulminante a los cuatro junteros críticos por haber accedido a las cuentas de la institución, Koldo Martín, Daniel Trujillano, José Javier Bizarro y Juan José Celorio. El partido ha publicitado que la decisión tiene el visto bueno de Pablo Echenique, responsable de Organización de Pablo Iglesias, y los afectados consideran que es una “barbaridad jurídica” que se les apliquen más medidas cautelares (ya se les retiró la liberación salarial en enero) cuando la Comisión de Garantías, el tribunal interno del partido, aún no ha resuelto la cuestión de fondo, si fue o no una infracción muy grave del código ético el que estos cuatro procuradores rompieran en diciembre la disciplina de voto al negarse a acatar el pacto presupuestario de Abecia y sus dos junteras leales, Itxaso Roldán y Asela Ortiz de Murua, con el Gobierno foral de PNV y PSE-EE. Así está la crisis en Podemos en seis claves.

1 – Familias y relaciones personales

La situación de Podemos en Álava se explica en parte por la existencia de diferentes familias en el seno del partido, aunque también por un cúmulo de desavenencias personales insalvables que se remontan al origen del grupo en las Juntas Generales tras las elecciones forales de la primavera de 2015. Los críticos están próximos a la corriente anticapitalista y han recibido el apoyo de cargos públicos adscritos a este sector en el resto de Euskadi. La dirección vasca es uno de los reductos ‘errejonistas’ de Podemos. Sin embargo, desde que Nagua Alba relevó a Roberto Uriarte en la secretaría general, confiaron la portavocía en Álava a Arantxa Abecia, originalmente de la corriente Euskal Hiria y afín a Uriarte, y relegaron a un segundo plano a Koldo Martín. “Se trata de quién lo puede hacer bien y de quién lo hace mal”, argumentan en el partido sobre este cambio, que fue crucial a la hora de entender los acontecimientos ocurridos en los últimos meses.

2 – Las cuentas del partido

El motivo que ha precipitado la separación de los cuatro díscolos con carácter inmediato y sin esperar a la decisión de Garantías (que tiene en toda España varios miles asuntos en cola) es que el partido ha accedido al acta de una reunión de los críticos celebrada recientemente en la que se acordó solicitar a Triodos Bank, donde tiene sus depósitos Podemos, poderes para acceder a la cuenta corriente de las Juntas Generales, controlada por el sector oficial. Aquel documento recogía también otras medidas, como la posibilidad de contratar a un abogado o alquilar un local y el partido ha apreciado un “riesgo” de apropiación indebida de los fondos de la formación morada, algo que ha refrendado la propia Abecia en la Cadena Ser y en Radio Vitoria y el secretario de Organización, Lander Martínez, en una rueda de prensa este miércoles.

Los críticos no niegan la existencia de esa acta -ni de la reunión- y argumentan que reclamaron a Triodos Bank acceso a las cuentas –algo a lo que el banco accedió- porque representan a una mayoría del grupo juntero y porque consideran opaca la gestión de Abecia. Argumentan también que el abogado que se valoró contratar no era en ningún caso el asesor jurídico particular con el que han contactado para hacer frente a sus expedientes y para incluso demandar a Podemos. Retan a Podemos a que haga públicas las cuentas de Álava.

3 – Las dietas de Koldo Martín

Los críticos son cuatro, Daniel Trujillano, José Javier Bizarro, Juan José Celorio y Koldo Martín. Sobre este último, el exportavoz, además de la indisciplina pesa también una acusación de haberse apropiado de 4.000 euros en dietas de viaje y comidas aparentemente irregulares. El afectado, que reside en la Rioja Alavesa y no en Vitoria, ya declaró este lunes a eldiarionorte.es que todos sus gastos estaban perfectamente acreditados por motivos laborales. El partido, en cambio, asegura tener constancia de que en muchos de los días en los que Martín cobró dietas “no pisó el despacho”. Ven una clara vulneración del “protocolo” interno de cobro de dietas pero el aludido entiende que se han falseado las acusaciones. Además, defiende que está todo declarado en el portal de Transparencia de Podemos.

4 – La baja de Polaina

En esta película han participado siete actores, las tres junteras oficialistas y los cuatro críticos. Podemos, sin embargo, logró ocho escaños en las elecciones de 2015. La octava en discordia es Mari Cruz Polaina. Formalmente, ha apoyado varios manifiestos de los díscolos, aunque sobre ella no pesa ninguna acusación ya que lleva más de medio año de baja por “ansiedad”. Mantiene su liberación salarial en Juntas Generales y algunas fuentes del partido cuestionan ya su situación y no descartan que en el futuro se pueda recurrir a la Inspección de Trabajo para regularizar este otro frente.

5 – Crear o no crear un grupo diferenciado

El hecho de que los críticos sean mayoritarios en el grupo de Podemos ha puesto sobre la mesa una duda, ¿quién se ha de quedar la representatividad del partido en caso de que la división se produzca? La dirección de Podemos tiene claro que un grupo institucional no puede actuar al margen de la línea política del partido y remarcan que la portavoz a todos los efectos es Abecia. De hecho, en los últimos meses se ha reducido el margen de maniobra de los díscolos y se ha reforzado políticamente su figura

En el otro lado, se valora que 4 son más que 3 (y 5 también, si se suma a Polaina). En el debate presupuestario, los críticos defendieron que su posición contraria al pacto con el PNV y el PSE-EE era mayoritaria y que venía, además, respaldada por la mayoría de los círculos alaveses. En Podemos admiten que la inexistencia de una estructura provincial de partido ha facilitado esta confrontación. El partido morado prescindió de este nivel político en toda España, algo que no ha generado disfunciones excepto en los territorios forales, con un peso institucional muy importante por sí mismos. “Le tenemos que dar una vuelta a esto”, asumen en Podemos Euskadi.

Mucho se ha discutido también sobre qué pasará cuando se consume el cisma. ¿Podrán los díscolos expulsados conformar un grupo político propio? En principio, el Reglamento de las Juntas Generales fija en tres el mínimo de escaños para hacerlo, requisito que cumplen los dos sectores. En todo caso, nunca podrían crearse dos grupos separados, ya que los ocho electos concurrieron en la misma candidatura. La posibilidad de que los díscolos se aliasen con el representante de Irabazi (IU-Equo) también está descartada porque Podemos rompería de inmediato su acuerdo de coalición con estas formaciones tanto en el Parlamento Vasco como en las Cortes Generales. Sólo quedaría debatir quién se quedaría con lo más valioso del grupo, su nombre. El partido tiene claro que sería para la portavoz y sus colaboradoras y que los díscolos, si no dimiten, no tendrían otro destino que el Grupo Mixto como independientes.

6 – El contraste con el caso de la senadora

El cisma en las Juntas Generales de Álava ha coincidido con otro caso polémico en Podemos Vitoria, el de la senadora Elvira García, conocida como Viruka. Primero trascendió que disponía de una vivienda social a pesar de su elevado salario como miembro de las Cortes Generales y que iba a ser desahuciada porque acumulaba impagos sistemáticos. Después se supo también que llevaba meses sin abonar al partido la parte de su salario público que están obligados a entregar todos los cuadros de Podemos según el código ético. La historia ha acabado con Viruka agarrándose al escaño ahora desde el Grupo Mixto y residiendo en un caro piso del centro de Vitoria.

En algunos sectores se cuestiona la falta de diligencia en este caso de Podemos, en Euskadi y a nivel nacional, en contraste con las continuas decisiones que se han ido adoptando en las Juntas Generales de Álava. La senadora, a la que ahora todos repudian internamente, formó parte del núcleo de confianza de la dirección del partido en Vitoria. El lunes, Echenique defendió en Madrid la firmeza con la que se ha actuado en este caso.

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