Europa vencida
El gran pulso político mundial desde hace unos años, y para muchos más, es la rivalidad entre los Estados Unidos y China por liderar el mundo.
La guerra comercial, tecnológica y política entre ambos está en marcha y se acrecentará en los próximos años con riesgo de degenerar en conflicto armado.
El pulso con Rusia es un mero capítulo inicial de esta guerra multifacética contra China y está destinado a romper las relaciones Europa-Rusia dejando a Europa del lado americano en la creciente confrontación de bloques. Y a Rusia debilitada en la esfera de influencia de China.
La tensión entre Estados Unidos y Rusia por la expansión de la OTAN ha ignorado en todo momento a Europa y sus intereses. Estados Unidos atacó el proyecto de gasoducto en el Báltico desde el primer momento contra el interés estratégico de Alemania y Europa Central
Cuando la invasión de Ucrania haya terminado, sea cual fuere el resultado militar, Europa aumentará notablemente su gasto en armamento, lo que disminuirá su nivel de vida real, y habrá perdido competitividad al adquirir gas y petróleo más caros. Entretanto Estados Unidos hará un magnífico negocio como gran exportador que es de ambos productos y de armamento.
Los gastos de la OTAN en el conflicto han sido decididos por Estados Unidos y serán pagados en su mayor parte por Europa. Las sanciones a Rusia habrán tenido un gran coste para Occidente y en su mayor parte lo soportará Europa. Rusia quedará muy dañada económicamente y su falta de capacidad de compra la pagará Europa en mucha mayor medida que Estados Unidos al perder mercados. La banca europea tiene concedidas grandes sumas en crédito a Rusia que no serán recuperadas.
Los Estados Unidos nos venderán más armas, gas licuado y hasta productos agrícolas.
El siguiente capítulo será el aumento de tensión con China que buscará forzar el distanciamiento de Europa y otros países respecto a China. Esta etapa ya se inició con la disputa del mar de China, el apoyo a Taiwán y recientemente con la decisión de instalar misiles de largo alcance en Japón. El tren de la ruta de la seda será el próximo objetivo a eliminar y para ello habrá sido un logro esencial la ruptura entre Rusia y Europa.
Asia es y será cada vez en mayor medida el centro económico del mundo y en buena medida el líder tecnológico, por lo que es indispensable optimizar las relaciones con ellos.
Lástima Europa, con valores pero sin valor; con potencial pero sin unión ni liderazgo; y con gran nivel económico actual pero condenada al envejecimiento, al declive y a ser mera comparsa de Estados Unidos en el liderazgo mundial.
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