Como marionetas
Esto es España, el país donde verán estos días a Urdangarin pasear más tieso que una vela, después de habérselo llevado crudo, mientras unos titiriteros son enviados con urgencia a la cárcel. La Justicia no teme que el Duque Empalmado destruya pruebas, pero sí que dos comediantes se fuguen, empuñando sus títeres, y enaltezcan repetidamente el terrorismo. Así que las marionetas deben ser confiscadas y sus titiriteros trasladados rápidamente a prisión, con la misma facilidad con la que se consigue un pelotazo, un contrato a dedo o una mordida. Los titiriteros acaparan el debate nacional. Se han convertido en un problema de orden público.
Aquí Rodrigo Rato puede enseñarte el culo desde el barco, perderse entre las aguas y si te he visto no me acuerdo, pero ¡Ay de ti, filoetarra titiritero! Apoyarás a ETA sobre todas las cosas, igual que seremos sospechosos de apoyar el terrorismo todos aquellos que pongamos el grito en el cielo por semejantes encarcelamientos. Por más que no nos guste la obra, consideremos que deben asumirse responsabilidades por programarla para niños y digamos que también es puro teatro que Pablo Iglesias considere “impecable” la actuación del Ayuntamiento de Madrid.
No ha habido tal brillantez en la gestión del consistorio. Ahora bien, que no nos manipulen como a marionetas y pretendan hacernos creer que estamos ante un escándalo de primer orden, con titiriteros podemitas terroristas y Carmena que es mala, muy mala y pone en peligro el orden y la ley. Manuela la bruja del cuento y el coletas el hombre del saco.
Parece que en España es fácil y sale barato meter en la cárcel a dos comediantes en pleno Carnaval. La Justicia se ha quitado la careta y demuestra que es más exquisita para encarcelar con tanta prisa a políticos, banqueros y poderes fácticos en general. El auto de este juez es de chirigota. No es que no justifique la prisión inmediata. Es que ni se molesta en intentar justificarla. Por eso, yo no me movería del asiento y esperaría a que baje el telón. El show debe continuar.
Y, entretanto, alerta titiriteros. Zapatero era ETA, Podemos es ETA y tu función puede acabar siendo ETA, o ya nos lo explicarás mejor después de pasar un tiempo en la cárcel. Cuando conviene, los que mueven los hilos ya saben que se trata de no dejar títere con cabeza.