Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.
El PP y el PSOE atraen a mujeres y hombres por igual, poco. Sería fácil para el prmer partido de la oposición si la reforma del aborto cambiara la situación, pero no parece que vayan a tener esa suerte. Lo notable es que las mujeres se alejan de los partidos, más que los hombres, más que antes.
Ante la reforma anunciada por el gobierno de la ley del aborto a finales del año pasado, se ha especulado con sus repercusiones electorales y, en particular, con la posibilidad de que una parte significativa del voto femenino pueda abandonar al PP y quedar libre para ser atraído por campañas de otros partidos (por ejemplo, aquí). Veamos qué puede haber de cierto en esto.
Para poner las cosas en perspectiva, conviene hacer un poco de memoria y recordar que, durante la pasada legislatura, el PP solía estar en desventaja entre las mujeres en comparación con los hombres, mientras que al PSOE le sucedía lo contrario. Tomemos como indicador de apoyo la intención de votar a un partido (pregunta directa, sin más): el porcentaje de personas con intención de votar al PP fue, en promedio durante la legislatura, 2 puntos porcentuales más alto entre los hombres que entre las mujeres, mientras que el porcentaje de mujeres con intención de votar al PSOE fue 1,9 puntos mayor que en el caso de los hombres. No son diferencias abrumadoras en popularidad, pero sí potencialmente importantes. Además, hay (ligeramente) más mujeres que hombres en el electorado. Lo bastante importantes como para que el PP lanzara su primera campaña explícita para la captación de voto femenino en el segundo cuarto de 2011,tras un año en el que la brecha de voto popular entre mujeres y hombres se había agrandando.
Gráfico 1. Intención (directa) de voto de las mujeres (M) y hombres (H) al PP durante la anterior legislatura.
Barómetros del CIS, y encuesta pre-electoral del CIS para octubre de 2011.
Gráfico 2. Intención (directa) de voto de las mujeres (M) y hombres (H) al PSOE durante la anterior legislatura.
Barómetros del CIS, y encuesta pre-electoral del CIS para octubre de 2011.
Menos notado, pero muy relevante, es el hecho de que las mujeres tienen una probabilidad bastante mayor a responder “no sé” ante la pregunta directa de intención de voto: 4,1 puntos de diferencia, en promedio, a lo largo de la legislatura pasada. No es que no sepan, es que su decisión no está tomada, que no dan apoyo expreso, y, como veremos en seguida, esto es algo que se ha acentuado.
Gráfico 3. Mujeres (M) y hombres (H) que no saben qué votarán en la anterior legislatura.
Barómetros del CIS, y encuesta pre-electoral del CIS para octubre de 2011.
¿Qué ha cambiado durante esta legislatura? Lo primero es que, dentro de la tendencia al descenso en la popularidad del partido del gobierno, los hombres y las mujeres se han alineado casi perfectamente en su intención de votar al PP, o de no hacerlo. La brecha de género casi se puede decir que ha desaparecido, para los populares, en el descalabro, con perdón del chiste fácil. Lo segundo es que, contra algunas apariencias, durante el primer año post-Zapatero el PSOE había mejorado su posición relativa entre las mujeres: hasta enero de 2013 el apoyo femenino superaba en casi 3 puntos al masculino, uno más que en la anterior legislatura. Dicho de forma menos complaciente, las mujeres lo habían abandonado menos que los hombres. En el último año, sin embargo, el PSOE ha perdido toda su ventaja en intención directa de voto de las mujeres. Ahora resulta tan atractivo, o tan poco, para unas como para otros. Como el PP.
Gráfico 4. . Intención (directa) de voto de las mujeres (M) y hombres (H) al PP durante la presente legislatura.
Barómetros del CIS.
Gráfico 5. Intención (directa) de voto de las mujeres (M) y hombres (H) al PSOE durante la presente legislatura.
Barómetros del CIS
¿Qué ha cambiado desde el anuncio del gobierno de reformar la ley del aborto? Es pronto para hacer una evaluación fiable, pero no se observa ningún cambio dramático. Podía estar reabríendose la brecha en el PP, pero es pequeña, no mayor de la que se podría considerar como típica ventaja entre los hombres de este partido, y tal vez sea una fluctuación temporal. Estemos atentos al barómetro de abril. Sin embargo, en el PSOE no lo están notando. Si resultara cierto que el voto femenino abandona ahora al PP un poco más deprisa que los hombres no es para irse al PSOE (ni a otros partidos, por cierto) sino para engrosar el ya voluminoso grupo de mujeres indecisas. En los últimos años no había habido tantas mujeres que no saben qué decir como hasta ahora, y no había sido una actitud tan peculiar: casi 13 puntos de diferencia con respecto a los hombres en el último barómetro (el triple que en la legislatura pasada y el doble que en lo que llevamos de legislatura).
Gráfico 6. Mujeres (M) y hombres (H) que no saben qué votarán durante la presente legislatura.
Barómetros del CIS.
¿Obedecen estos cambios a la anunciada reforma de la ley de aborto? Es difícil estar seguro. Me parece perfectamente posible que las mujeres estén más agotadas por la crisis o se estén resintiendo más por los recortes en el estado del bienestar, que normalmente les afecta de una forma más directa debido a su posición más habitual en la división del trabajo doméstico. No es imposible que también haya un eco del rechazo a la ley del aborto, pero a la espera de más noticias de encuesta, los caminos del voto femenino creo que habría que buscarlos en el impacto de la crisis y el recorte de política social antes que nada, aunque no produzcan un escándalo tan punzante, sino el desgaste y la alienación de un maltrato continuado, que es lo que parece que se observa.
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