Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.
Después de la campaña electoral del 27S en la que el mayor debate ha sido como leer los resultados de las elecciones - ¿mayoría de escaños o mayoría de votos?-, los resultados del pasado domingo han abierto una nueva cuestión. ¿Qué hacemos con los votos de Unió y Catalunya Sí Que es Pot? ¿Son votos del “No”, tal y como todos parecíamos haber asumido durante la campaña? ¿O son votos “Sí/No” o “en blanco”, como interpretaron las fuerzas del Sí en la noche del domingo?
Es evidente que mientras no haya un referéndum en que los votantes de uno u otro partido no tengan que elegir entre listas de partidos sino directamente entre una papeleta del Sí y otra del No, esta es una cuestión sin solución perfecta. No obstante, se pueden hacer dos consideraciones. En primer lugar, sobre la cuestión de adjudicar todos los votos de un partido a una opción. Las elecciones del 27S no dejaban de ser un sucedáneo de un referéndum en el que los partidos del Sí pedían el voto como un voto a favor de la independencia. Todo aquel que votaba a esa lista o a ese partido, lo hacía aceptando que estaba votando por la independencia. Un partido puede adjudicar a su papeleta el carácter del “Sí”, pero mientras el resto de partidos no quieran entrar en ese juego, no parece, desde mi punto de vista, posible imputarles ningún carácter, ya sea de “Sí,” de “No”, de “voto en blanco” o del que fuere. De alguna manera, lo único que nos permite unas elecciones en clave plebiscitaria es medir la magnitud del “Sí”. Las elecciones se convierten en un plebiscito sobre esa opción a la que los votantes deciden si adherirse o no. Y creo que esta es una regla que los promotores de las plebiscitarias de algún modo aceptaban cuando plantearon las elecciones de esta manera.
Un segundo elemento tiene que ver con los votantes. Parte del argumentario es que existen un porcentaje importante de votantes de CSQEP y Unió que votarían a favor de la independencia en un referéndum. Como consecuencia, no debemos adjudicarlos ni al “No” ni al “Sí” de antemano. Como decía antes, es evidente que no podemos hacer esto a nivel de partido. No obstante, y aunque no podemos saber bien por qué opción se decantarían en un referéndum. sí podemos hacernos una idea de en dónde se sitúan mirando los datos de encuesta. En los siguientes gráficos lo hago con datos de la preelectoral del GESOP. Considero como votantes de cada opción aquellos que declaran que votarán o que sienten simpatía por el partido . Es cierto que hasta que no contemos con datos postelectorales, este ejercicio no se puede hacer con precisión. De hecho, la altísima movilización, mayor incluso que en las previsiones más optimistas, hace que existan votantes en todos los partidos que probablemente no podemos capturar con las encuestas previas a las elecciones. Aun así, sí podemos hacernos una idea aproximada con estos datos recientes.
En el gráfico 1 muestro la distribución del electorado de los partidos del “Sí” y los dos en disquisición para la pregunta: “¿Cómo le gustaría que acabase el proceso?” Como se puede comprobar, solo un 12,68 % de los votantes y simpatizantes de CSQEP quiere que el proceso acabe en independencia. La abrumadora mayoría quiere un nuevo acuerdo dentro de España. Para Unió (tomen los datos de Unió con muchísima cautela pues la muestra es muy pequeña), son solo un 10% los independentistas sin reservas. Lo curioso es que los independentistas “absolutos” en Junts Pel Sí y la CUP son del 78 % y 75 % respectivamente. Es decir, mirado de esta manera, hay más no-independentistas “absolutos” en Junts Pel Sí y la CUP que independentistas “absolutos” en CSQEP y Unió (siempre que haya una propuesta de nuevo acuerdo con Cataluña, lo cual es, sin duda, una condicionamiento importante).
Gráfico 1
¿Cómo le gustaría que acabase el proceso soberanista?
Fuente: Encuesta preelectoral Sept 2015, GESOP
Más o menos obtenemos el mismo resultado si miramos a la pregunta “¿Usted se siente independentista?” Juntando a los que dicen ser “independentistas de toda la vida” y los que se han “convertido en independentistas los últimos años”, podemos considerar que un 20% de votantes y simpatizantes de CSPQ se declaran independentistas y un 10% de los de Unió. Por el contrario, en JpS y la CUP los no-independentistas rondan el 10%. De nuevo, CSQEP y Unió parecen abrumadoramente en el lado del “No”. En realidad, el porcentaje es solo algo mayor de aquellos que votan por el “Sí” sin ser independentistas. Los resultados de estos gráficos apenas cambian si consideramos como votantes de cada partido aquellos que declaran que “es seguro” o que “es posible” que los voten.
Gráfico 2
¿Se siente usted independentista?
Fuente: Encuesta preelectoral Sept 2015, GESOP
En conclusión, pare leer los resultados del 27S podemos jugar con la indefinición de CSQEP y Unió al no querer ser incluidos como parte del “No”. Esto puede obedecer a sus criterios políticos y estratégicos. Pero el argumento de que un porcentaje importante de sus votantes están por la independencia, no parece ser cierto. Si miramos a sus electorados, es difícil catalogarlos como favorables a la independencia. Al menos no en una proporción muy distinta de los votantes de los partidos del Sí que preferirían un desenlace sin Cataluña independiente.
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