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Cuatro años de los ayuntamientos del cambio de Madrid y Barcelona: ¿cómo han evolucionado sus presupuestos?

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Ana Ordaz

Nueva cita electoral. Junto a las papeletas para el Parlamento Europeo y para doce de las diecinueve comunidades autónomas, más de 8.000 municipios elegirán también a sus gobiernos locales el próximo domingo. En Madrid y Barcelona, las dos ciudades más pobladas de España, los equipos de Manuela Carmena y Ada Colau se juegan revalidar el mandato que les otorgaron las urnas en mayo de 2015.

La reducción de la deuda pública ha sido uno de los aspectos más destacados de estos dos 'Ayuntamientos del Cambio' (especialmente en el caso del Consistorio madrileño, que en cuatro años ha reducido a la mitad su nivel de endeudamiento). Pero, ¿y el resto aspectos que afectan al día a día de la ciudad? ¿Cómo han evolucionado las políticas de vivienda, sanidad, educación, medio ambiente o transporte público desde 2015?

Reducción de la deuda

En el caso del Ayuntamiento de Madrid, en el trimestre de 2015 (cuando Manuela Carmena llega a la alcaldía de la capital), la deuda pública heredada del mandato de Ana Botella (PP) era de 5.801 millones de euros (datos ajustados a inflación); al cierre de 2018 (cuarto trimestre), ésta se había reducido hasta los 2.762 millones de euros (datos ajustados a inflación). Es decir, un 52% menos de deuda pública.

Por su parte, el equipo de Ada Colau se encontró en el tercer trimestre de 2015 con una deuda pública de 682 millones de euros (datos ajustados a inflación). Al cierre de 2018 (cuarto trimestre) esta cifra se situaba en los 837 millones de euros (datos ajustados a inflación), un 18% más, si bien hay que tener en cuenta que el nivel de endeudamiento del Ayuntamiento de Barcelona se ha mantenido más o menos estable en los últimos años, en una media de los 800 millones de euros.



Vivienda, seguridad y movilidad en Madrid

Al hablar de presupuestos hemos de tener en cuenta que éstos se publican atendiendo a distintos niveles distintos de desglose. Así, dentro de las políticas de gasto (por ejemplo, medio ambiente) se incluyen los distintos programas, que informan sobre la finalidad del gasto (por ejemplo, control ambiental, sostenibilidad, zonas verdes, etc.).

El 'top 5' de las políticas a las que el Ayuntamiento de Madrid destinó un presupuesto más abultado en 2018 lo componen vivienda y urbanismo, seguridad y movilidad ciudadana, deuda pública, bienestar comunitario y administración financiera. Todas ellas recibieron una inversión superior a los 500 millones de euros (hasta casi 900 millones en el caso de vivienda y urbanismo).

Por otro lado, prestaciones económicas a favor de empleados, órganos de gobierno e investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) fueron las tres políticas en las que el consistorio madrileño realizó una menor inversión el pasado año, por debajo de los 50 millones de euros —si bien hay que señalar que la política de I+D+i no fue implantada hasta el año 2016—.



Eso, en cuando a las cifras absolutas. Pero, ¿y nos fijamos en los datos relativos? Es decir, cuánto aumentó o disminuyó el gasto real en cada partida en 2018 con respecto a 2015, último año de mandato de la popular Ana Botella como alcaldesa de Madrid.



El gasto en medio ambiente, por ejemplo, se duplicó en estos últimos cuatro años, pasando de 217 millones en 2015 a 481 en 2018. También creció el gasto en políticas sociales como educación (un 43%) —concretamente, el programa destinado al absentismo escolar aumentó un 97%— , cultura (22%) y deporte (17%). Otras, en cambio, como sanidad o prestaciones económicas a favor de empleados, recibieron un 7% menos de dinero que hace cuatro años. Pero la partida que más se redujo fue la de deuda pública (de 1.337 millones de euros en 2015 a 696 el año pasado): un 48% menos.

Transporte público y servicios sociales en Barcelona

Como el de Madrid, el Ayuntamiento de Barcelona también destinó dos de sus partidas más altas en 2018 a las políticas de vivienda y urbanismo (441 millones de euros) y de seguridad y movilidad ciudadana (314 millones). El ranking de las cinco principales políticas del consistorio barcelonés lo completaron servicios sociales y promoción social, seguridad y movilidad ciudadana, y transporte público.

Salud e I+D+i se llevaron la porción más pequeña de la tarta presupuestaria del año pasado. En concreto, en investigación, desarrollo e innovación el Ayuntamiento gastó poco más de dos millones de euros —si bien hay que indicar que 2018 fue la primera vez que apareció esta política en los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona—.



Más allá de las cifras más o menos abultadas, ¿cuáles son las políticas que más han crecido y menguado durante el mandato de Ada Colau? Transporte público (33%), servicios sociales (28%) o medio ambiente (26%) son tres de las políticas que más aumentaron con respecto a 2015. “Barcelona necesita políticas valientes para luchar contra la contaminación y quitar coches y aumentar el transporte público”, aseguraba recientemente Colau en una entrevista.



¿Y cómo se pagó todo esto? ¿Cómo se financió el Ayuntamiento de Barcelona para hacer frente a todos estos gastos? Mediante dos grandes vías: la Administración del Estado —los impuestos que el Estado destina a todas las comunidades autónomas— (el 40% del total, 2.027 millones de euros) y los impuestos sobre el capital (el 34%, 1.723 millones de euros). A pesar del grueso de las cifras, son menores a las de hace cinco años. Especialmente en el caso de los impuestos sobre el capital: a través del IBI y el IVTM la administración de Colau recaudó en 2018 142 millones de euros menos que en 2015.



Nota metodológica

Nota metodológicaPara la elaboración de esta información se tomaron como base los datos presupuestarios de los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, disponibles para su descarga en las páginas web de ambos ayuntamientos. Todos los datos analizados (gasto real y e ingresos reales) han sido ajustados a inflación. MadridBarcelona

En cuanto a la deuda pública, el Banco de España actualiza cada trimestre los datos de la deuda de las corporaciones locales según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE). Al estar regulado por el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y establecer criterios homogéneos, el PDE permite comparar la situación de deuda de todas las administraciones públicas. Los datos de deuda pública del Banco de España también han sido ajustados a inflación.datos de la deuda de las corporaciones localesProtocolo de Déficit Excesivo

Fe de errores

Fe de erroresSobre los datos de deuda pública: en un primer momento se realizó la comparación entre el cuarto trimestre de 2015 y el cuarto trimestre de 2018, lo que daba como resultado una reducción del 44,2% en el caso de Madrid, y del 3,7% para el caso de Barcelona. Posteriormente se han reformulado estos cálculos para comparar el tercer trimestre de 2015 (cuando se configuran los nuevos ayuntamientos) con el cuarto trimestre de 2018 (cierre del año). En ambos casos hay que tener en cuenta que los datos están ajustados a inflación, tal y como se indica en los gráficos y en la nota metodológica.

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