El “efecto Gamonal” quiere entrar en Madrid por el paseo de la Dirección

El denominado “efecto Gamonal”, el ejemplo vivido en este barrio de Burgos de que la movilización en la calle puede condicionar decisiones de la administración rechazadas por los ciudadanos, pretende entrar ahora en Madrid por el paseo de la Dirección, una calle cuyas obras están paralizadas desde 2011.

Izquierda Unida de Tetuán celebra esta tarde en su sede una “charla debate”, que ha denominado precisamente “El efecto Gamonal”, a la que ha invitado a personas que han tenido protagonismo en el conflicto vecinal de Burgos.

En el acto participan, entre otros, el concejal burgalés de IU, Raúl Salinero; uno de los representantes del movimiento vecinal de Gamonal, Manuel Alonso; y un portavoz de los vecinos afectados por la paralización de las obras del paseo de la Dirección, Francisco Barrueco, además del coordinador de IU Tetuán, Mauricio Valiente.

Mientras en Gamonal la movilización ciudadana pretendía y consiguió paralizar la obra de un bulevar y un aparcamiento en la calle Vitoria, en el paseo de la Dirección lo que quieren los vecinos es precisamente lo contrario: que las obras, paralizadas hace 32 meses, se retomen y se finalicen.

El paseo de la Dirección, una sinuosa calle de cerca de dos kilómetros de longitud al noroeste de la almendra central de la capital, cuenta con un proyecto que afecta a casi 400 fincas urbanas e incluye un elevado número de realojos de familias residentes en infraviviendas a nuevos edificios.

El Gobierno municipal asegura que este ámbito “lleva parado 30 años” y que “si alguien está haciendo algo” son ellos, y se ha dirigido ya en varias ocasiones sin éxito a la empresa constructora Dragados, concesionaria del proyecto, para que continúe las obras.

La situación es diferente pero el único concejal de IU en Burgos cree que “sí se puede exportar un movimiento ciudadano que propone alternativas”.

Salinero ha dicho a Efe antes de participar en la charla debate que Gamonal “ha sido un punto más del 'sí se puede', de la idea de que su pueden paralizar ese tipo de políticas que no hacen más que beneficiar a una minoría”, y que por tanto es exportable a otras situaciones de conflicto con la administración.

“Quien no se mueve es que no siente las cadenas”, ha proclamado Salinero, que se ha mostrado convencido de que “el efecto Gamonal no se puede exportar a otras ciudades directamente” pero sí puede servir, “sobre todo, de inspiración”.

A su juicio, “lo fundamental es crear ámbitos de trabajo en los que concienciar a los ciudadanos y esa conciencia trasladarla a la calle”.

El edil de IU se niega a dar consejos pero avisa de que un movimiento como el de Gamonal no es fruto de un día sino de un trabajo “sostenido en el tiempo”, en el que los enfrentamientos con la policía que en el caso de Burgos llenaron los informativos no solo no eran deseados sino que fueron utilizados, ha opinado, para “deslegitimar” y “restar profundidad” al movimiento.

“Eso de que queremos 'exportar la violencia' viene dirigido a intentar debilitar este movimiento y que gente que en un principio no se había movilizado no se termine de vincular”, ha manifestado.

Las obras de transformación del paseo de la Dirección recibieron el visto bueno definitivo del Ayuntamiento de Madrid en mayo de 2008, cuando el entonces alcalde y hoy ministro, Alberto Ruiz-Gallardón, destacó que la zona tenía “importantes deficiencias en su red viaria, escasez de equipamientos y espacios públicos y un alto porcentaje de infraviviendas”.

Además de “nuevos pisos destinados a realojo”, las obras suponían desdoblar la calzada del paseo a cuatro carriles y crear a lo largo de su trazado miradores y zonas de estancia “con cascadas, estanques y surtidores”, así como un carril bici.

Todo ello con un presupuesto, según informó Ruiz-Gallardón, de algo más de 40,5 millones de euros.

Eduardo Sobreviela.