Feijóo exige a sus candidatos las mayorías “absolutamente indiscutibles” en mayo que él no puede garantizar
El PP de Alberto Núñez Feijóo se mueve entre la impaciencia y la nostalgia ante las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo. El partido exuda ansiedad ante un reto que dicen tener al alcance de la mano, pero que no termina de concretarse: que el “cambio de ciclo” que esperan para este 2023 arranque en los comicios del 28 de mayo. Una palanca que Feijóo necesita para postularse a la Moncloa en diciembre. “Hemos venido a meter presión”, ha reconocido expresamente en la clausura de la Intermunicipal que se ha celebrado este fin de semana en Valencia y que ha dejado como imagen de “unidad” una fría foto de reconciliación entre José María Aznar y Mariano Rajoy, que han zanjado viejas rencillas para empujar a su líder, al que quedan 10 largos meses de carrera electoral.
“Venimos a meter presión a esta comunidad autónoma. El PP os necesita”, ha insistido Feijóo. Se dirigía expresamente al candidato a la Generalitat, Carlos Mazón, quien no puede disimular el vértigo de tener encuestas que le dan las llaves del Gobierno que defenderá Ximo Puig, pero con la necesidad de contar con Vox e incluso de quedarse sin opciones. Habrá foto finish, sostienen en el PPCV. Por lo tanto, todo puede pasar.
“Necesitamos una mayoría absolutamente indiscutible”, ha implorado Feijóo a los dirigentes autonómicos que tienen cita con las urnas el 28M. Lo que ocurre en el País Valencià se puede extrapolar a otro buen puñado de regiones. Al PP no terminan de salirle las cuentas para gobernar en solitario en ningún sitio donde ahora manda el PSOE en coalición. Es el objetivo que ha marcado insistentemente el líder gallego a sus barones, pero las encuestas son tozudas en señalar que, en el mejor de los casos para sus intenciones, los gobiernos multipartito de corte progresista podrían ser sustituidos por otros del PP... con la ultraderecha.
La importancia del País Valencià en la estrategia de desgaste de Pedro Sánchez es evidente. “Es una comunidad clave, sería un paso de gigante” para el candidato a la Moncloa, en palabras de uno de los barones autonómicos más cercanos al líder del PP. El alicantino ha esgrimido este domingo el fichaje de la ex de Ciudadanos Ruth Merino. Mazón sustituye al castellanomanchego Paco Núñez como primera opción ante la resistencia de Emiliano García Page. Extremadura, Baleares, Canarias, Navarra o Asturias ya no forman parte de las quinielas para el PP.
Aunque la Comunidad Valenciana es importante, no solo Mazón ha recibido la orden. Entre el público asistente al cónclave organizado en el Museo de las Ciencias de la capital valenciana, otros señalados como Jorge Azcón, quien ha asumido el reto de birlar Aragón a Javier Lambán, para lo que cuenta con el derrumbe de Ciudadanos e incluso del tradicional partido bisagra en la región, el PAR, inmerso en una pugna interna por el control de la organización.
Feijóo, contra las coaliciones (pero del PSOE)
“Reclamo mayorías suficientes”, ha dicho Feijóo. Una forma de decir que prefiere no tener que pactar con Vox. “Facilitan un mejor Gobierno, mejor política, mejor futuro”, ha señalado. “El pueblo tiene a quien demandar responsabilidad, porque ese es el elegido por el pueblo para dar la cara todos los días”, ha añadido. Un mensaje calcado al que ha lanzado en El Mundo su sucesor en la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda.
Feijóo defiende sus mayorías absolutas y la de Juan Manuel Moreno. Las de las elecciones autonómicas, porque el líder de la oposición está lejos de garantizar a sus correligionarios lo mismo que él exige a sus barones. Y ha criticado con dureza los gobiernos de coalición. “Y para decir que mis socios no me dejan gobernar… si no le dejan gobernar, váyase y convoquemos otra vez”, ha dicho en un mensaje referido a Pedro Sánchez pero que ha tenido que escuchar el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco menos de un mes después de la polémica por el protocolo antiabortista que confirmó que, tal y como dice el PP del PSOE sobre Unidas Podemos, no puede destituir a los consejeros de Vox.
Feijóo ha defendido que el PP puede “ganar”. “Nunca he visto tan nerviosos a nuestros adversarios, a uno y otro lado están haciendo cosas raras”, ha añadido. “Vamos a salir enchufados”, ha apuntado.
El PP ha encontrado en la aplicación de la ley del solo sí es sí un filón en el que arrear al Gobierno de coalición, pero no en concreto a Unidas Podemos o a Irene Montero, sino a Pedro Sánchez: “El primero y el máximo responsable de un Gobierno es su presidente, no una ministra de 22. Su presidente”.
Feijóo ha pasado de puntillas por la economía, un tema que ha desaparecido de sus discursos ante la evidencia de que no ha llegado el cataclismo que sus gurús vaticinaron. “Qué sentido tiene pintar la economía española de colores y con fuegos artificiales si la gente sabe lo que tiene que pagar cuando va al llenar el depósito, cuando le toca el recibo de la luz, la hipoteca cada vez más caras o tiene que coger los alimentos básicos de supermercado y los tiene que dejar porque no pueden pagarlo”. Eso es todo.
El gallego incluso se referencia en mensajes más propios del 15M: “Esa mayoría, ese movimiento ciudadano que va más allá de un partido, de siglas y de etiquetas no llega a ciegas. Las ganas de los españoles por abrir un nuevo momento político no llegan por descarte. Cada vez más españoles confían en que las cosas cambien de verdad y a mejor. No se trata de ganar, se trata de ganar para hacer cosas, cambiar las cosas que funcionan mal”.
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