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El próximo objetivo del Gobierno nacionalista de Hungría: las ONG

El próximo objetivo del Gobierno nacionalista de Hungría: las ONG

EFE

Budapest —

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El Gobierno conservador nacionalista de Hungría se dispone a adoptar en las próximas semanas una ley con la que pretende reforzar el control sobre las organizaciones no gubernamentales (ONG) que reciban financiación desde el exterior.

Según algunos analistas, el controvertido proyecto de ley no solo sirve para “estigmatizar” a las ONG sino que existe “un peligro de contagio” para toda Europa, especialmente del Este, en caso de que estas medidas salgan adelante sin respuesta.

Así lo asegura Goran Buldioski, director de la “Iniciativa para Europa” de la Fundación de Sociedad Abierta (OSF) de George Soros, el conocido magnate liberal estadounidense, de origen húngaro.

Es además fundador de la Universidad Centroeuropea (CEU) de Budapest, cuyo funcionamiento está en peligro por una controvertida ley en su contra, hecha a medida por el gobernante partido Fidesz.

Éste presentó la semana pasada otro proyecto, que obliga a las ONG que reciben más de 23.000 euros anuales desde el exterior a registrarse como “organización financiada desde el extranjero” y exponer esa información en sus documentos oficiales y materiales públicos.

Fidesz argumenta que los fondos que las ONG reciben del extranjero podrían “servir para validar sus propios intereses y no los comunitarios en la vida política y social de Hungría”.

El Gobierno destaca la “necesidad de hacer más transparente la financiación de estas organizaciones”, como aseguró recientemente el ministro de Gobernación, János Lázár.

Estos planes han levantado fuertes críticas dentro y fuera de Hungría, donde Fidesz gobierna con mayoría absoluta desde 2010.

“El espíritu de la ley húngara es similar a la rusa en el sentido de que discrimina a las ONG”, asegura Buldioski en referencia a una normativa similar introducida en Rusia.

Agrega que se trata de un “estigma” para las organizaciones que se oponen al Gobierno del conservador Viktor Orbán, un declarado crítico de la democracia liberal y de la inmigración en general.

“La ley podría significar el marco para una inquisición legal”, subraya el director de “Iniciativa para Europa”.

Las medidas que prevé el Gobierno húngaro contra las ONG también son similares a las impuestas en Israel, donde deben declararse pública y visiblemente como financiadas desde el exterior.

No solo la organización apoyada por Soros es crítica con la nueva ley, sino otras muchas, como el Comité Helsinki, un histórico grupo que promueve los derechos humanos.

Según su representante en Hungría, András Kádár, “este proyecto de ley no se puede mejorar, ni vale la pena hablar de detalles”.

Varios grupos como el Comité Helsinki, Amnistía Internacional y la Unión por las Libertades Fundamentales, exigen que se retire el proyecto al considerarlo “innecesario”.

Y es que las ONG ya publican todos los datos relacionados sobre sus ingresos, gastos y presupuestos, destaca Kádár.

“No solo son transparentes, son súpertransparentes”, afirma Buldioski, por su parte, al tiempo que desmiente que las ONG se metan en asuntos de política interna húngara.

Otro argumento del Gobierno es que grupos como el Comité Helsinki o las fundaciones de Soros han apoyado la entrada y la ayuda de refugiados durante los dos últimos años de crisis migratorias.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es un vehemente crítico de la inmigración y de cualquier intento de repartir a refugiados entre los países de la Unión Europea (UE).

Pese al aluvión de críticas, todo indica que el Fidesz adoptará la polémica ley gracias a su aplastante mayoría parlamentaria, que alcanza casi los dos tercios.

Para muchos, el trasfondo de esta ley son las elecciones generales de Hungría del año que viene, en las que desea movilizar a sus votantes para revalidar su mayoría.

Para ello, ha encontrado nuevos “enemigos” de Hungría, como George Soros y las ONG, sobre todo aquellas que son financiadas desde el exterior.

Según Buldioski, existe un “peligro de contagio”, sobre todo en el Este de Europa, en particular en países como Polonia y Rumanía.

La OSF es una red de fundaciones filantrópicas, que apoyan proyectos en muchos países del mundo.

Se encuentra en Hungría desde 1984 y apoya la lucha contra la segregación de gitanos en las escuelas, a organizaciones que ayudan a refugiados, así como a asociaciones de periodistas y fundaciones culturales, entre muchas otras.

Marcelo Nagy

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