El PP admite que puede perder la mitad de sus escaños en Catalunya
A menos de cuatro días de las elecciones, el Partido Popular admite que tiene cinco escaños en juego el 21 de diciembre en Catalunya. La formación conservadora puede perder prácticamente un 50% de los once diputados autonómicos que obtuvo en los comicios catalanes de 2015.
Esta situación vendría a verificar los resultados que los últimos sondeos le habían dado al partido de Mariano Rajoy, que estarían en una banda de entre seis y ocho escaños autonómicos frente a los 11 que obtuvieron en las pasadas elecciones y pondrían en cuarentena la versión de los populares del voto oculto.
“En todas las campaña electorales tenemos un alto porcentaje de ciudadanos que no dicen en las encuestas que votan al Partido Popular y menos en un situación excepcional como son estas elecciones con la aplicación del artículo 155 de la Constitución y políticos independentistas en la cárcel. En 2015 también tuvimos un alto porcentaje de voto oculto”, explican fuentes del PP.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, comentó que “en estas elecciones son muy importantes los restos en cada provincia. Los últimos escaños de Lleida, Girona y Tarragona están en juego entre un partido independentista y el Partido Popular”.
El dirigente popular explicó la importancia del “voto útil” para el PP frente al avance de Ciudadanos que ha acaparado la utilidad del sufragio frente al frente independentista. “Al votar al PP se puede impedir que la CUP se lleve el último escaño en Girona, que el partido de Puigdemont se lo lleve en Lleida y que ERC lo consiga en Tarragona, donde el PP tiene en liza con la formación independentista uno de sus dos escaños. Votar al PP puede impedir que el bloque independentista consiga tres escaños lo que es muy importante cuando los resultados están tan apretados”.
En el caso de Lleida, fuentes del PP apuntan que, según los datos internos que maneja la formación, el escaño solo depende de 300 votos para que lo pueda conseguir la formación conservadora. Además de estos tres escaños las mismas fuentes añaden que hay otros dos diputados en liza en la provincia de Barcelona, uno disputado con Esquerra y el otro, con Junts per Catalunya.
En Génova recuerdan que muchos ciudadanos deciden su voto en el último momento, por lo que pretenden echar toda la carne en el asador en los últimos días de campaña y señalan que esta estrategia funcionó en las últimas generales cuando el PP disputaba el último escaño del Congreso con Podemos en una decena de provincias españolas.
Si los peores pronósticos se dieran para la candidatura que lidera Xavier García Albiol, el PP se podría quedar sin representación en Girona y Lleida y con solo un diputado en Tarragona, además de entre cinco o seis en la provincia de Barcelona mientras que Ciudadanos subiría en las cuatro provincias, según las encuestas.
Por si acaso, los populares están empezando a lanzar mensajes para rebajar el impacto que puede tener una victoria de la formación de Albert Rivera en las catalanas. Fuentes del PP insistieron en “desvincular lo que ocurra el 21D con unas futuras elecciones generales”. “Sabemos que Ciudadanos va a intentar rentabilizar sus resultados en Catalunya y hacer una traslación al resto de España pero no los vemos como un peligro real”, añaden.
Esta situación ya ha supuesto el inicio de las primeras críticas internas sobre la decisión de Mariano Rajoy de convocar elecciones inmediatamente después de la aplicación del artículo 155 para la intervención de la autonomía por el Gobierno central, la designación de García Albiol como candidato o la estrategia de campaña de centrar el discurso en ensalzar el 155 como elemento fundamental de la gestión de los populares.
Sin interventores para cubrir toda Catalunya
Por otro lado, los populares también admitieron que habrá pueblos de Catalunya donde no contarán con interventores del partido para las mesas electorales el próximo 21 de diciembre. Fuentes del partido añadieron que se trabajara hasta el último momento para que se cubran todas la plazas posibles y explicaron que se estaba llamando a trabajadores y miembros del partido, algo que, admiten, ha ocurrido en otros comicios.
A pesar de que no cuenten con interventores en todas las mesas, los populares pedirán a Ciudadanos y PSC que tengan un control del voto constitucionalista en las mesas donde no tengan representación y aseguran que ellos estarán muy vigilantes del escrutinio de estos partidos para evitar manipulaciones.