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Rajoy presume de hiperactividad ante Aznar

Rajoy y Aznar rehúsan comentar las últimas revelaciones sobre Bárcenas

Luz Sanchis

Madrid —

Lo que más ofendió a Mariano Rajoy de la entrevista de José María Aznar en Antena 3 fue que lo acusara de “resignada languidez” y de haber tirado la toalla. El presidente del Gobierno le ha respondido este domingo, en el cierre del campus FAES en Guadarrama. Ante él, Rajoy ha recordado la larga lista de proyectos de ley y reales decretos aprobados por su gobierno y las reformas que planea. También se ha quejado de que se le hagan balances ahora porque le quedan aún dos años y medio de legislatura con mayoría absoluta. “No es justo y no conduce a nada”, señaló.

Presidente y expresidente han hecho antes el habitual posado para los periodistas con charla intrascendente. Esta vez, sobre las vacaciones y los planes de Rajoy de alquilar una casa rural. Cinco minutos de conversación bastaron para escenificar que no es tanta la tensión entre ellos aunque lleven meses sin verse y sin hablar por teléfono. La última vez que aparecieron juntos en público fue en noviembre, cuando se presentó la biografía de Aznar. A la entrada, él ya había indicado con un gesto a los periodistas que no contestaría a nada sobre Luis Bárcenas. No era cuestión de animar la polémica del día después de las confesiones al director de El Mundo sobre la financiación ilegal del PP en los últimos veinte años. Quizá por eso, tampoco han tomado café esta vez.

Ya en los discursos, Aznar ha defendido que la FAES está para proponer reformas como las que España “está acometiendo y puede acometer”. La más importante y urgente es la reforma fiscal y le ha faltado tiempo para recordarlo. Cuando le ha llegado el turno, Rajoy sí ha hecho su balance provisional. “Estamos mejor que hace un año y peor que dentro de un año”, ha dicho. También ha anunciado que ha dado la vuelta “al reloj de arena de la economía”.

Todos sus esfuerzos se han dirigido a demostrar a Aznar que él también es un hombre decidido: “Nadie podrá decir que el gobierno que presido no haya tomado decisiones”. Rajoy ha asegurado que sus “objetivos son claros” y que “determinación no va a faltar”.

Al Gobierno le incomoda que la propuesta de reforma fiscal de Aznar se entienda como una orden que va a ser acatada. El documento de FAES habla de un sistema “con pocos impuestos, bajos y sencillos para favorecer el crecimiento” y este domingo Rajoy se ha referido en parecidos términos. Tras indicar que está convencido de que los expertos atenderán la propuesta de la fundación, ha prometido que será “sencillo, suficiente y eficiente para favorecer el desarrollo del país”.

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