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Rajoy reacciona ante el temor del PP a la indignación de los pensionistas

Rajoy en el Congreso

Gonzalo Cortizo

Mariano Rajoy ha decidido dar un paso al frente y pedir su comparecencia en el Congreso para abordar la situación de las pensiones. El gesto del presidente es un clásico en su vida política: buscar en los debates parlamentarios el oxígeno que no encuentra en el día a día de una vida política en la que en multitud de ocasiones le han acusado de inmovilismo.

La comparecencia como huida hacia delante tiene precedentes. En el verano de 2013, Rajoy aceptó comparecer en el Congreso para explicar su postura ante el caso Bárcenas. Semanas antes se habían conocido los mensajes que le había enviado a su extesorero recomendándole fortaleza. De aquel debate Rajoy salió vivo y consiguió su objetivo de aplacar la polémica.

Con la distancia lógica entre las dos situaciones, la oposición ve paralelismo entre ambas estrategias. “Rajoy comparece para ganar tiempo”, aseguran a eldiario.es fuentes de la dirección del PSOE. En la misma línea se manifiestan los portavoces de Unidos Podemos. La formación liderada por Pablo Iglesias exige que el debate incluya la votación de propuestas de resolución con medidas concretas y que no se limite a un toma y daca parlamentario. Los socialistas también han pedido llevar ese debate a una votación sobre medidas concretas.

La preocupación en el PP es evidente: por un lado las encuestas les sitúan en un escenario inexplorado, con Ciudadanos por encima en alguno de los sondeos. Las protestas de los pensionistas no han hecho más que aumentar esos temores. Los pensionistas son una parte fundamental del electorado clásico del PP y un patinazo ante ellos puede suponer un golpe sin solución de continuidad.

Según Moncloa, fue el propio Rajoy el primero en solicitar ir al Congreso a explicarse “en el momento en el que vio que le estaban planteando esa necesidad”. El dato no es del todo exacto. Unidos Podemos registró la petición de comparecencia y el Gobierno, ente la posibilidad de tener que ir obligado prefirió apostar por la vía de la “comparecencia a petición propia”. El jefe de gabinete del presidente, José Luis Ayllón, explica que “convenía hacer un debate global sobre un asunto como este que es primordial para los intereses del país”. A la pregunta de si el debate traerá consigo algún anuncio de subida de las pensiones, Ayllón no da pistas: “Vamos a esperar al día de la comparecencia”.

Pensiones y presupuestos

De cara a esa cita parlamentaria, el presidente tiene una ventaja fundamental sobre el resto de sus oponentes. Rajoy pretende vincular el debate de las pensiones al de los presupuestos, preguntando al resto de formaciones cuándo piensan aprobar las cuentas públicas, de las que dependen las prestaciones que perciben los jubilados.

En esa línea manifestaba este jueves el portavoz económico de Ciudadanos, Toni Roldán: “Si el PSOE está interesado en mejorar la vida de los pensionistas que se sume al presupuesto”.

Si juega bien sus cartas, el presidente del Gobierno puede entrar en ese debate perseguido por los pensionistas y salir de él con los presupuestos encauzados. La ocasión, en cualquier caso, servirá para que el Gobierno se aclare sobre su postura en la materia y aclare los anuncios más o menos oficiales que Fátima Báñez, Cristobal Montoro y el propio Rajoy han hecho en los últimos meses anuncios sobre cambio en los años de trabajo que regirán las bases de cotización, la posible rebaja del IRPF a los pensionistas o las recomendaciones para invertir en planes privados como complemento a las prestaciones públicas.

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