El alcalde 'revelación' del PSOE frente al 'efecto Moreno' en el PP: el pulso por Sevilla arranca con las fuerzas igualadas
Es una cuestión de primero de política: en el momento de arrancar una campaña electoral, todos se ven con opciones de ganar o, como mínimo, de ser determinantes. El ejemplo de manual lo tenemos en Sevilla capital, una de las plazas a las que estará apuntando el foco nacional porque en ella pone en juego el PSOE su principal baluarte municipal en toda España, una plaza cuya defensa ha encomendado a su alcalde 'revelación', Antonio Muñoz, que no lleva ni año y medio en el cargo pero al que ven “consolidado”, “toda una sorpresa” con opciones de imponerse en este combate. Él es el encargado de testar el calado del 'efecto Moreno', que es el principal aval del candidato del PP, José Luis Sanz, que confía en este pedigrí y en el desgaste nacional de las siglas socialistas para hacerse con la capital de Andalucía.
Lo cierto es que se esgrimen metáforas como carrera y pulso para ilustrar el mano a mano entre Muñoz y Sanz, pero a la hora de la verdad esto es más parecido a una partida de ajedrez, porque entran en juego infinidad de variables. La primera de ellas es que, casi tan importante como quedar primero, es qué partido acaba tercero, porque si algo parece claro en el amanecer de esta campaña electoral es que PSOE y PP llegan con las fuerzas muy igualadas. En estos momentos, hablar de una mayoría absoluta es introducirse en el terreno de la ciencia ficción, por lo que todas las partes dan por hecho que la Alcaldía queda en manos de los pactos posteriores. Por ello, que la coalición progresista (Con Andalucía, un conglomerado de siete partidos que lideran Podemos e IU) o Vox se hagan con el tercer puesto inclinará el resultado final a favor del bloque de izquierdas o del de derechas.
Como punto de partida, y llegado el momento, lo que se activarán serán las fobias más que las filias: a Podemos-IU se le atraganta el PSOE, como a Vox no le entusiasma el PP, pero si se ve en la encrucijada la coalición progresista no dejará que gobiernen los populares, en la misma medida que la formación de ultraderecha no permitirá que los socialistas sigan en la Alcaldía si está en su mano evitarlo. Así que PSOE y PP luchan por que su victoria sea lo más holgada posible, pero a la vez tienen una vela encendida en el altar de los partidos minoritarios consigan los concejales para que les salga la suma.
A por Ciudadanos desde la igualdad
Puestos a hacer números, la mayoría absoluta en Sevilla está en 16 ediles, y hoy el PSOE cuenta con 13 y el PP con ocho, aunque este último dato no sirva mucho como referencia porque viene de darse su mayor batacazo en la capital hispalense, una historia que ahora no se va a repetir. Dependiendo de la encuesta, se le auguran entre 13 y 14 concejales tanto a Muñoz como a Sanz, pero los socialistas fantasean con llegar a 15 y los populares con que su rival se quede incluso en 12. En lo que coinciden ambos es en que se comen los cuatro concejales que hoy tiene Ciudadanos, aunque difieren en cómo será el reparto: el PP dice que arrambla con los cuatro, mientras que el PSOE da por hecho que se queda con uno.
Esto ha determinado también parte de la estrategia de cada formación para lanzarse a por el centro. Si los populares aspiran a reclutar votos entre socialistas que no pueden ver a Pedro Sánchez, en el PSOE confían en pescar en el centro derecha huérfano de Ciudadanos. Así, mientras Sanz está haciendo una campaña abierta al debate político nacional que presenta a Muñoz como el paladín de Sánchez en Sevilla, el actual regidor le ha quitado carga ideológica a su mensaje para centrarse en su perfil institucional como alcalde.
Eso sí, Ciudadanos, al que todos adjudican el papel de muerto en el entierro, se sacude el cartel y se agarra sobre todo a los resultados de las autonómicas del año pasado, cuando arañaron el 4,31% de los votos en pleno hundimiento del partido. Ese porcentaje les deja a las puertas del ansiado 5% que –insisten– están rozando y que establece la ley para tener representación en el Ayuntamiento, un porcentaje además que adjudica directamente dos concejales. Dependerá de la participación, pero las últimas elecciones marcan que para ese 5% se necesitan entre 16.000 y 18.000 votos... y Ciudadanos consiguió 14.500 en las andaluzas de 2022.
Por el centro mirando a izquierda y derecha
No obstante, ninguna encuesta le ha dado hasta ahora representación a la lista naranja que encabeza Miguel Ángel Aumesquet, que aplica la lógica inversa del PSOE y cree que puede captar apoyos entre socialistas moderados que reniegan de Pedro Sánchez, de ahí su rápido apoyo al presupuesto municipal para 2023 cuando los de Muñoz daban por hecho que se prorrogarían los del ejercicio anterior. A la hora de la verdad, con Ciudadanos no cuentan ni PSOE ni PP, que además de repartirse sus restos lo que están haciendo es mirar a su izquierda y a su derecha.
Aquí el PP lo tiene más sencillo, sólo con la duda de si Vox se quedará con dos concejales o arañará un tercero, que en este caso sería a costa de los propios populares. A la izquierda del PSOE, la cuestión es más complicada porque compiten por un mismo espacio la coalición que lideran Podemos e IU (con Susana Hornillo como candidata) y la Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez, con la edil no adscrita Sandra Heredia (ex de Podemos) como alcaldable. Con este escenario se frota las manos el PP: las encuestas dejan a Adelante Andalucía sin entrar en el pleno municipal pero cerca del ansiado 5%, lo que en la práctica podría restarle entre uno y dos concejales a la unión de partidos progresistas, que en 2019 concurrieron todos juntos y lograron cuatro ediles.
En las autonómicas de 2022, ambas formaciones de izquierda cosecharon unos resultados muy similares en la capital, por encima de los 26.000 votos, que de repetirse ahora darían dar dos concejales a cada uno. Al margen de que unas autonómicas no son equiparables a unas municipales (en las que hay mucho voto dual y personalista), este escenario no lo cree posible ni el PSOE, que se encomienda a sacar 14 ediles que le den la suma necesaria si el bloque de izquierdas se queda en un mínimo de dos concejales, que se dan por hechos por la histórica (y fiel) base electoral de la que disfruta.
Cascada de líderes nacionales
A día de hoy, todos se ven logrando sus objetivos: PSOE y PP ganando las elecciones, Podemos-IU con cuatro concejales, Vox con tres, Adelante y Ciudadanos con dos... Evidentemente, las cuentas no salen, así que todos van a sacar la artillería pesada de sus líderes nacionales en estos días que llevan al 28M, conscientes de que cada vez son más los que deciden su voto en puertas de que se abran las urnas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, será el primero en asomar el sábado 13 para respaldar a Muñoz, mientras que Alberto Núñez Feijóo hará lo propio con Sanz el 20 de mayo y la vicepresidenta Yolanda Díaz asomará el día 22 para apoyar a Hornillo. Heredia, por su parte, contará con Teresa Rodríguez en el arranque de campaña y algún otro día más.
Con estas cartas encima de la mesa, Antonio Muñoz vende gestión municipal, José Luis Sanz se arrima a la sombra de Juan Manuel Moreno (“el proyecto de José Luis es mi proyecto para Sevilla”, ha subrayado en un acto conjunto este mismo martes), Miguel Ángel Aumesquet promete una política sin políticos, Cristina Peláez (Vox) replica a escala local los mensajes que su partido envía desde Madrid y las dos candidatas de izquierdas, Susana Hornillo y Sandra Heredia, se arrogan la representación de los barrios obreros y la lucha contra la masificación turística. Unas ideas que podrán contrastar en los nada menos que cinco debates electorales en los que van a coincidir en dos semanas. Desde luego, el votante sevillano no podrá decir que no sabe lo que propone cada partido para este 28M...
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