ENTREVISTA
Tarcila Rivera: “Los pueblos indígenas llevamos desde los 80 pidiendo respeto a la naturaleza, pero el ser humano va a la autoliquidación”

La activista, en la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla

Javier Ramajo

Sevilla —

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Tarcila Rivera es una de las activistas indígenas más reconocidas del mundo. Esta semana abría el I Encuentro Internacional de Mujeres Indígenas que ha celebrado la Universidad de Sevilla en la Facultad de Psicología los días 8, 9 y 10 de noviembre. Bajo el lema 'Sevilla, capital de las mujeres del mundo' ha congregado a indígenas de todo el mundo, que han compartido sus prácticas de liderazgo para ponerlas al servicio del bien común.

A sus 73 años, Tarcila Rivera se ha dejado la juventud “en los pasillos de la ONU”, confiesa, y actualmente es presidenta de la asociación indígena Chirapaq, coordinadora del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA) e integrante del Consejo de Administración del Fondo de Contribuciones Voluntarias para los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas. Charlamos con ella al término de su conferencia inaugural y repasamos cómo es su pelea por la defensa de los derechos de la naturaleza y los territorios de las comunidades indígenas, y por la eliminación de la violencia contra mujeres y niñas.

Ha dicho usted en la presentación del encuentro que la ética está en crisis. ¿Qué quiere decir con eso?

Lo que nosotros vemos en América Latina son políticos que han perdido la ética en el ejercicio del poder. Estamos hablando de corrupción en alto nivel en la región, relacionada con el mal uso de los fondos públicos. Pero eso también tiene que ver con el comportamiento ético entre los seres humanos, entre las personas. Y también tiene que ver mucho con el cambio climático. Hay un sector en el mundo, que somos los pueblos indígenas, que llevamos desde los años 80 pidiendo respeto a la naturaleza, pero el ser humano va a la autoliquidación, vamos todos a la autoliquidación. Realmente vivimos de la naturaleza y tenemos que ser recíprocos con ella, es decir, dar y recibir con respeto y usar solo lo que necesitemos.

¿Es eso compatible con el crecimiento económico?

Lo que pasa es que el mundo está empeñado en un crecimiento económico y material pero que está expoliando en realidad a la naturaleza y exterminando lo poco que hay. No hay ética en el manejo de esos recursos porque nos lleva la ambición económica. Ya no se mira uno a sí mismo, que es lo que lo que te mantiene pleno y equilibrado en el plano emocional. La ética nos surge de la necesidad justamente de convivir en armonía, y eso es lo que está en crisis. 

¿Cómo se alcanzaría ese equilibro?

Le pongo un ejemplo. Una empresa que contamina el agua por explotar un recurso que está debajo del suelo tiene que medir el impacto, las consecuencias y hacer esfuerzos para no contaminar y no quitarnos el agua limpia. Si eso cuesta más dinero por los sistemas que se utilizan para ello pues tendrá que ganar menos dinero. ¿De qué le sirve tener tanto dinero si luego se va al corazón de la tierra y ya no se puede llevar nada? Hace falta mirar un poco más la proyección de la persona en relación a su rol en este mundo y para las generaciones siguientes. Yo no soy de ninguna religión, pero sí creo que el aspecto espiritual de nuestra humanidad lo tenemos que mirar también.

En Perú tenemos gobiernos regionales que reciben regalías del canon minero o maderero. ¿Cuánto les llega a la gente indígena? ¿Cuánto se invierte en mejorar sus condiciones de salubridad, de salud, de educación? Casi nada

Exterminar los recursos, dañar el agua limpia que corresponde a todos, dañar el medio ambiente, exterminar lo que nos da oxígeno, me parece que ya no es un problema solo ético sino que puede ser un suicidio de todos. Porque, al final, esa persona también tiene que respirar el mismo aire que nosotros. Y si no tenemos aire limpio, todos nos iremos al mismo lugar. 

Después de tantos años de activismo, ¿qué creen que han ido consiguiendo para lograr ese equilibrio de crecimiento y de cuidado de los recursos naturales?

Las activistas estamos mal vistas, sobre todo las indígenas. Tenemos indígenas que defienden los derechos territoriales y los recursos colectivos y son perseguidas, encarceladas o son desaparecidas. Ahora en territorio indígena hay muchos actores foráneos que quieren los recursos. Estoy hablando de narcotráfico, del que quiere el oro, del que quiere el árbol o del que quiere los pajaritos de colores. Las personas que defienden esos derechos muchas veces son asesinados y, lamentablemente, nadie responde por ellas. Ese es nuestro problema, porque el activismo en general, o en mi caso como mujer, trata de incidir en los escenarios formales. Pero no somos terroristas, no estamos metiendo bombas. Estamos usando el don de la palabra y la razón para convencer de que también se deben respetar nuestros derechos.

Mecanismos como el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, la Relatoría sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Mecanismo de Expertos y las más de 1.600 recomendaciones a los Estados para que se respeten derechos de los pueblos indígenas tienen que tener un valor, tienen que tener una expresión en la realidad. Ya decidimos en su momento que íbamos a reclamar esos derechos frente a un Estado nación que debe incluirnos en sus políticas y respetar las políticas para nosotros también.

Estamos en un encuentro internacional de mujeres. ¿En qué situaciones concretas se están violando los derechos humanos de las mujeres en en territorios indígenas?

Por la presencia de agentes foráneos para la minería informal o la tala indiscriminada las niñas están expuestas a violaciones, a trata, a explotaciones de todo tipo. Hay una situación de total vulnerabilidad. Las jóvenes que terminan de estudiar la primaria o la secundaria, ¿dónde van a trabajar si la calidad de la educación pública es malísima? Tampoco podemos competir en oportunidades para aprender oficios. Y ahí están los que explotan a las mujeres y los que se dedican a la trata aprovechando esos vacíos que el Estado tiene. Los varones que van a trabajar a un asentamiento minero, o de cualquier otro tipo de construcción de una carretera, regresan y traen el sida. Hay comunidades donde hay alto índice de sida y son mujeres que nunca han salido.

¿A qué vacíos se refiere? ¿No tienen los países poder de actuación o presupuestos para vigilar esas cuestiones?

En todos los países tenemos problemas de mal uso de los fondos públicos. En algunos tenemos política descentralizada, pero no siempre se cumple. En el caso de Perú, por ejemplo, tenemos gobiernos regionales que reciben regalías del canon minero o maderero. ¿Cuánto les llega a la gente indígena? ¿Cuánto se invierte en mejorar sus condiciones de salubridad, de salud, de educación? Casi nada. Se juntan la incapacidad con la corrupción para hacer mal uso de esos fondos, y eso es lo que tiene que cambiar. Las nuevas generaciones tienen que formarse para participar en la vida política del país, pero de una manera diferente, con una mirada mucho más responsable también de lo que corresponde ejercer poder, ya sea pequeño o grande.

Todas las reuniones a las que vamos son una discusión sobre finanzas. Y las finanzas no van a resolver el problema, sino que ¡hay que bajar las emisiones!

¿Qué papel debería jugar Europa en esos casos de vulneración de derechos?

Una voz de apoyo político desde la Unión Europea o desde los países que tienen cierto poder de influir en los gobernantes es importante porque todos queremos los derechos básicos en el sentido de que se respeten nuestro derecho a tener una vida digna. Yo no soy de la idea que la crisis económica en nuestros países nos obliga a irnos por el mundo. Tendríamos que crecer y desarrollarnos dentro de nuestros países, pero para eso necesitamos condiciones dignas y oportunidades. Una voz fuerte de los que tienen ese poder de la palabra y el poder político puede de alguna manera ser escuchada por nuestros gobernantes.

Pero, sobre todo, los países de los empresarios van a nuestra región tanto para las industrias extractivas como para otro tipo de inversiones tienen el derecho y la obligación de pedir que los Estados respeten los estándares mínimos en relación a derechos de pueblos indígenas. Todo esto que hemos avanzado en reconocimiento de derechos como pueblos indígenas debería ser respetado en nuestros países para garantizar la estabilidad social y la estabilidad de la inversión del empresario. Nosotros no tenemos que pelearnos con el empresario, porque es el Estado que autoriza la inversión. Él tiene que pedirle garantías al Estado, no solo para tener la libertad de sacar el recurso, sino de respetar a la población afectada por una determinada industria. 

¿Qué pasará si siguen sin respetarse los derechos de las comunidades indígenas y los derechos mediombientales en la explotación de recursos naturales?

Volvemos a esos empresarios y a la forma de hacer economía ilimitada. Si se sigue sacando el corazón de la tierra, el 'boom' nos va a afectar a todos. Con la producción de alimentos, por ejemplo, ¿cómo es posible que haya países donde se aceptan agroquímicos que han sido prohibidos en otros? De nuevo, por el interés del dinero. Pero no saben que ese agroquímico está matando una tierra que ya no será fértil y, por otro lado, contamina el agua. Si se sigue sin tener compromiso a bajar la contaminación y se sigue metiendo industria tras industria sin tomar las precauciones para no seguir contaminando, y solo se piensa en el dinero, vamos hacia a la autoliquidación.

Tenemos que parar que el ser humano se autoliquide, y eso no tiene que ver con dinero. Todas las reuniones a las que vamos son una discusión sobre finanzas. Pero las finanzas no van a resolver el problema, ¡hay que bajar las emisiones! Tenemos que tener espacios estratégicos intocables en todos los países. No tenemos que estar peleando por que una zona debe ser protegida por tal o cual, porque luego se van a dar cuenta de que hay petróleo abajo y van a flexibilizar las leyes. El Estado debería decir que hay cosas intangibles por tales razones y porque nos sirve para todos. ¿Quién va a decir que no? El dinero no lo resuelve todo. Es importante, necesario, pero no lo resuelve todo. Por más billetes que haya en el mundo, no vamos a fabricar el aire limpio. Vamos a autoliquidarnos todos. Por eso tenemos que repensar la forma de usar los recursos y de hacer dinero.

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