Sanidad reconoce grandes diferencias entre comunidades autónomas a la hora de tratar a los enfermos de hepatitis C
El Ministerio de Sanidad reconoce que hay grandes diferencias en cuanto al número de pacientes tratados por el Plan Nacional para la Hepatitis C, según la comunidad autónoma. Los datos presentados por el Ministerio reflejan que entre la región con más pacientes atendidos por millón habitantes y la que menos hay un 360% de variación.
“El plan aún está en marcha. En 22 meses ha llegado a 65.000 pacientes” [estaba previsto para algo más de 50.000] ha dicho este martes el secretario general de Sanidad, José Javier Castroleza en una comparecencia parlamentaria. Sin embargo, la distribución de esos tratamientos ha sido muy dispar. La comunidad autónoma con más pacientes atendidos ha llegado a una tasa ponderada de 2.492 personas por millón de habitantes. La que menos se ha quedado en 692. No puede saberse cuál es cuál ya que los datos ofrecidos por el ministerio, aunque divididos y presentados “por CCAA” no indican los nombres sino que se limita a numerar del 1 al 18.
“No sabemos cómo se han distribuido por comunidades. No sabemos quiénes tratan más y quiénes tratan menos”, se queja el portavoz del PSOE en la comisión de Sanidad, Jesús María Fernández. “Hay falta de transparencia del plan que tanto [dinero] les cuesta a los españoles”, ha rematado.
El Gobierno se escuda en que las cifras concretas deben ser aportadas, en todo caso, por los Ejecutivos autonómicos que tienen las competencias en la asistencia sanitaria directa a los infectados. La media nacional es de 1.353 por millón de habitantes.
“Acceso masivo y priorizado”
El secretario general ha querido subrayar que “cada mes 3.000 personas inician el tratamiento. 100 al día se ven libres del virus de la hepatitis C. En ningún otro país del mundo habría sido posible este plan a coste cero para los pacientes”.
Uno de los miembros del comité que redactó el plan, el doctor Albilla, ha asegurado que el “mayor logro ha sido el acceso masivo y priorizado de la población a los tratamientos libres de interferón”.
El plan estratégico para la hepatitis C se creó en mayo de 2015 tras meses de reclamaciones por parte de los enfermos que veían cómo se racionaban los nuevos fármacos –sin ese interferón– contra el virus. Fármacos de gran eficacia (en la práctica curan una enfermedad hasta ahora considerada crónica y muchas veces mortal) pero con un alto coste económico.
Población penitenciaria
Además de la población en general, una de las críticas más repetida ha sido la atención a los reclusos, un grupo muy afectado por esta patología del hígado. La cuestión es que las instituciones se pasan la pelota sobre quién debe pagar los medicamentos: comunidades autónomas o administración general.
Así, de los oficialmente reconocidos 5.000 infectados en las cárceles, los tratamientos han llegado a 1.215, según ha especificado Sanidad. “Son un objetivo principal por su alta transmisión. Tienen una pena de privación de libertad. Ninguna más”, le han afeado desde la oposición al secretario Castroleza.