El número de mujeres federadas en fútbol ha aumentado un 55% en los últimos nueve años: “Esto es solo el comienzo”
Amaia tiene ocho años, vive en el sur de Madrid y juega al fútbol en el equipo mixto de su colegio. Vio la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA con emoción y celebró la victoria junto a su familia. “Me puse la camiseta de la Selección Española de mi hermano porque sentía que así les daba fuerza desde casa. Desde que Olga Carmona marcó el gol no podía parar de correr y saltar por toda mi casa, estaba muy feliz”.
Ahora esta pequeña jugadora tiene a las campeonas del mundo como referentes y, dice, llegará a ser como ellas cuando se haga mayor: “El año que viene me quiero apuntar a un equipo de chicas con una amiga. Queremos mejorar para que, cuando tengamos la edad de Alexia Putellas, podamos levantar la copa del mundo nosotras”, añade Amaia.
La explosión del fútbol femenino es una realidad. Las jugadoras de fútbol base al fin tienen en quien fijarse. La ebullición que ha provocado el cambio de esa visión mediática, que marcaba que el fútbol es solo para hombres, ha desatado que cada vez sean más las mujeres y niñas que deciden practicar este deporte en algún equipo de su barrio, municipio o ciudad.
Los datos hablan por sí solos: el número de licencias deportivas de mujeres en la Real Federación de Fútbol Española (RFEF) han aumentado más de un 55% entre los años 2014 y 2023. Si hace nueve años había 44.873 mujeres federadas en fútbol, el pasado año se registraron hasta 87.827 jugadoras en España. Fuentes de la RFEF aseguran que en 2023 se han alcanzado las 100.000 licencias federativas en la categoría femenina.
Este incremento ha sido de forma progresiva –a excepción de 2021–, siendo el salto más notable en 2017 cuando se inscribieron 16.000 mujeres de una temporada a otra.
Estos datos también dejan ver que no existe una relación directa entre la existencia de más mujeres practicando fútbol con el número de mujeres federadas en el resto de deportes. Es decir, no han evolucionado de igual manera.
Si en el año 2008 había más mujeres en actividades como el vóleibol, el tenis o atletismo que en el fútbol, los últimos datos recogidos (2022) muestran que las licencias femeninas no han aumentado de forma significativa en estas disciplinas durante los últimos 14 años. Sin embargo, en la actualidad los únicos deportes que superan al fútbol en este aspecto son el baloncesto y la escalada.
Muchas jugadoras pero muchas piedras en el camino
Nekane Quiñones, profesora de la Escuela de Entrenadores de la Real Federación de Fútbol de Madrid, entrenadora de un club y futbolista desde pequeña junto a su hermana gemela Mariasun Quiñones, piensa que el mundo del fútbol femenino está cambiando porque “es evidente la existencia de una creciente visibilidad en los últimos años junto a la aparición de referentes para las niñas”. La actual portera del Athletic Club de la Primera División Femenina de España considera la victoria de la copa mundial femenina “fundamental en este proceso de progresión”.
“Tenemos que tener claro que, aunque el fútbol base es el primer eslabón de la cadena, no hay nada si no formamos también parte de la élite futbolística y se nos ve en la televisión”, reflexiona la entrenadora. Esto está directamente relacionado, opina, con que las mujeres cada vez se animen más a jugar al fútbol.
Dice que el hecho de que los equipos femeninos no paren de crecer y cada vez haya más jugadoras y clubes que se animan a federarse en todas las categorías femeninas “es una consecuencia de que las instituciones están haciendo un buen trabajo para prepararnos como deportistas y atletas y no solo como moneda de cambio”. “Esto solo puede ir a más”, añade Nekane.
Aunque cada vez hay más patrocinadores y ánimos de inversión, hay que ir poco a poco para asentar con fuerza todos los logros ganados y no confiarnos. No solo hay que invertir en el entorno futbolístico, sino también en el laboral
Opina que, aun así, hay que andar con pies de plomo porque “las condiciones laborales en el fútbol femenino hacen que existan muchas chicas jóvenes que aún no lo ven como una salida profesional”. “Aunque cada vez hay más patrocinadores y ánimos de inversión, hay que ir poco a poco para asentar con fuerza todos los logros ganados y no confiarnos. No solo hay que invertir en el entorno futbolístico, sino también en el laboral. Esto es solo el comienzo, pero hay que seguir apretando”, concluye la entrenadora y profesora.
Estas piedras en el camino no son las únicas. Los estereotipos y el entorno son algo que “únicamente afecta al fútbol de mujeres, no al de hombres”. Así lo reivindica Olga, de Valencia, que tiene 25 años y ha jugado al fútbol desde que tiene uso de razón. Opina que las jugadoras de su generación tuvieron muchas dificultades para abrirse camino en el deporte más practicado del mundo.
“Cuando yo empecé en mi primer equipo, las chicas que querían jugar muchas veces no podían hacerlo porque sus padres no las dejaban. Les decían que tenían que centrarse en los estudios, pero creo que realmente era porque los padres pensaban que no iban a llegar lejos en el fútbol, y de llegar, no iban a cobrar bien e iban a tener que compaginarlo con otro trabajo”, narra Olga en conversación con elDiario.es
Las jugadoras siguen sufriendo desigualdad de género porque la gente piensa que no están a la misma altura que los jugadores de la categoría masculina [...] Las mujeres siempre tenemos que luchar más para conseguir lo que merecemos
La joven piensa, además, en el machismo que ha cargado durante años este deporte: “Hemos crecido con la idea de que una mujer no debe jugar al fútbol porque eso es de hombres. De hecho, las mismas jugadoras de la selección siguen sufriendo desigualdad de género porque la gente piensa que no están a la misma altura que los jugadores de la categoría masculina”, reflexiona.
La valenciana opina que hay varios temas que deben cambiar para que el futuro del fútbol femenino y la selección española prospere: “Las jugadoras a día de hoy son un referente sobre todo por la fuerza de voluntad y de lucha por tener mejores condiciones tanto a nivel futbolístico como económico. Como siempre, en cualquier ámbito de nuestra vida, las mujeres siempre tenemos que luchar para conseguir lo que merecemos y estar al mismo nivel que los hombres”, concluye Olga.
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