Pasión y realismo en el Via Crucis viviente de Serradilla del Arroyo (Salamanca)

“La Pasión Viviente”, como se conoce al Via Crucis que desde hace treinta años representan los vecinos de Serradilla del Arrroyo (Salamanca), ha congregado a cientos de personas para comprobar la pasión y realismo, culminadas en la crucifixión.

Un centenar de vecinos de este pueblo del Parque Natural de Las Batuecas, donde apenas viven doscientas personas durante el año, han encarnado, seguidos por alrededor de 2.000 personas, los personajes bíblicos de las diferentes estaciones como La Última Cena, La Oración en el Huerto, el Prendimiento de Jesús, La Crucifixión o el Entierro de Cristo.

Los momentos de mayor pasión y dolor se demuestran en las Tres Caídas, donde los 'maderos' que caen al suelo resuenan entre el silencio de los asistentes.

Por segundo año consecutivo, Francisco Javier García, un madrileño oriundo de Serradilla del Arroyo, se ha encargado de interpretar el papel de Jesús.

Azotado por el látigo de los centuriones, Jesucristo recorre la mayor parte de las calles del pueblo hasta llegar al Teso Santo, donde es crucificado junto a los dos ladrones.

Este Via Crucis Viviente, que se inició de la mano del sacerdote Alfredo Ramajo, se ha convertido en una de las señas de identidad de la Semana Santa de la diócesis de Ciudad Rodrigo.

“Hay mucha devoción y dedicación por parte de los que representan La Pasión”, ha explicado a Efe el alcalde de Serradilla del Arroyo, José Luis Gutiérrez.

Este Via Crucis también se puede contemplar, desde el pasado 10 de abril, en una exposición de fotografía en el Palacio de los Águila de Ciudad Rodrigo.

En la provincia de Salamanca, otro de los Via Crucis más singulares se representa cada Viernes Santo en el pueblo serrano de Candelario, de la mano de la Asociación Cultural Cuesta de la Romana.