El precio de exhumar a Primo de Rivera de Cuelgamuros: el Gobierno pagó 15.509 euros
Patrimonio Nacional ha abonado 15.509 euros para hacer frente a los gastos de la exhumación de José Antonio Primo de Rivera. Esta cantidad ha sido abonada por el Consejo de Administración de esta institución, que ha actuado en representación de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.
El mayor desglose se ha destinado a sufragar el coste de “la colocación de forjado y enlosado posterior en mármol” de la losa de la tumba del fundador de Falange en Cuelgamuros. Esta actuación estaba presupuestada en 8.630 euros. Finalmente, incluyendo el IVA, se ha pagado 12.426 euros.
Aunque la familia se ha hecho cargo de “la contratación de los trabajos de la funeraria correspondientes a la exhumación”, la entidad que depende del Ministerio de Presidencia también ha asumido los costes (2.517 euros) del “traslado” a un “almacén de losa sepulcral de granito”, así como de las tasas municipales (566 euros), según la respuesta emitida por el portal de transparencia a elDiario.es.
La exhumación de Primo de Rivera se produjo el pasado 24 de abril, fecha en la que se conmemoraban 120 años del nacimiento del fundador de la Falange. La salida de sus restos de la basílica de Cuelgamuros y su enterramiento en el cementerio de San Isidro se produjo de forma discreta y sin publicidad ni difusión, tal y como había solicitado su familia.
Los trámites para iniciar la exhumación comenzaron tras la aprobación de la Ley de Memoria Democrática. El pasado 10 de octubre los herederos del fundador de Falange solicitaron al prior del Valle de Cuelgamuros –donde se encontraba enterrado Primo de Rivera– y a la Comunidad de Madrid el traslado de sus restos. Con la entrada en vigor de la nueva norma, las criptas y lugares de enterramiento de la basílica pasarán a ser un cementerio civil y todo ese espacio quedará resignificado como un lugar de memoria.
Los trabajos que se hicieron en Cuelgamuros consistieron en la sustitución de la losa de granito que cubría la tumba por losas de mármol de las mismas características a las originales, tal y como recoge el expediente municipal que autorizó los trabajos en la basílica.
A la exhumación del fundador de Falange únicamente pudieron acudir sus familiares, a pesar de que los falangistas también intentaron estar presentes en el cementerio el primer día en el que sus restos fueron enterrados en una nueva tumba. No fue posible. No les permitieron la entrada. Los seguidores de Primo de Rivera se revolvieron por esta decisión e intentaron saltarse el cordón policial cuando el cortejo fúnebre pasó por la puerta principal del cementerio.
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