“El e-reader no ha muerto, pero su crecimiento se ralentizará”
El fabricante español de dispositivos bq se ha hecho un hueco en el mercado, al lado de firmas punteras, como Apple o Amazon. Los orígenes de la empresa pasan por Luarna Ediciones, una editorial digital fundada a principios de 2009, centrada en el mundo de la literatura, no en el de la tecnología. Al ver que en esos momentos no existía demanda de títulos en formato digital debido a que prácticamente no existían e-readers, pensaron en dar el salto al ámbito electrónico y así servir de estímulo al mercado.
Cuatro años después bq es una marca reconocida de e-reader y de tabletas, que ha lanzado hace poco su primer smartphone. La compañía basa su éxito comercial en los precios asequibles y una confianza generada por diferentes canales de comunicación con los usuarios, según destacan. Entrevistamos a su vicepresidente Antonio Quirós, que habla de cómo se desenvuelve la empresa en el mundo de los dispositivos electrónicos. Sobre el impacto de la ‘piratería’ en el libro digital pasa un poco por encima, aunque dice que es una “lacra que está complicando mucho la vida del sector editorial”.
¿Cómo ha evolucionado bq desde que empezó comercializando su primer e-reader hasta el lanzamiento de su smartphone, pasando por las tabletas?
El crecimiento ha sido vertiginoso. En apenas cuatro años hemos pasado de ser unos recién llegados a competir de tú a tú con marcas como Apple y Samsung y ser líderes en el mercado de los e-readers.
Nuestra estrategia de crecimiento siempre se ha basado en introducirnos en mercados tecnológicos en sus primeros estadios, contando con la ventaja de estar ahí desde el principio. Lo hicimos en el mercado de los e-readers en 2009, cuando aún era minoritario, en 2010 con las tablets cuando aún no se habían convertido en el boom que son hoy y este año lo hemos hecho de nuevo con las phablets y los smartphones.
Por el camino nos hemos expandido por Latinoamérica y Portugal, nos hemos convertido en el fabricante oficial de los e-readers de Fnac y Movistar y hemos llegado a ser una de las empresas españolas de referencia en tecnología.
Su competencia son compañías como Amazon, Apple o Samsung. ¿Es factible plantarles cara?
En un principio no fue nada fácil. Con pocos recursos económicos, teníamos que competir con grandes empresas posicionadas ya en el mercado. Los distribuidores, acostumbrados a trabajar con estas grandes empresas, no terminaban de confiar en unos recién llegados. Desde el primer momento entendimos que nuestra única posibilidad residía en ofrecer un valor diferencial.
En nuestro caso, articulamos bq sobre un excelente soporte técnico y una relación calidad-precio que no tenía la competencia. Aunque también nos ha beneficiado una tercera característica que nunca imaginamos fuera a influir, pero que con la crisis ha cogido más fuerza que nunca: ser una marca española.
Ha habido algunas quejas referentes a vuestros productos, particularmente referentes al e-reader Cervantes.
Cualquier producto tecnológico que saques al mercado va a tener alabanzas y críticas. Pero en concreto en el ámbito de los e-readers es casi donde menos quejas tenemos. El Cervantes es la máquina más vendida históricamente entre nuestros dispositivos. Tenemos cerca de 100.000 unidades en el mercado. En general es una máquina que ha tenido una excelente aceptación. Efectivamente puede haber en algún foro gente que se puede quejar y tuvimos una fase en la que muchos usuarios nos demandaban una actualización. Esto lo vamos sacando, pero en general nuestros readers han sido muy estables.
¿Cómo se ve desde bq el mercado del libro digital en España? Los precios de las editoriales siguen siendo altos…
Efectivamente, pensamos que la adecuación del precio es un factor clave que las editoriales ya están siguiendo, pero en el que tienen que profundizar más. Tienen que adecuarse a los esquemas de precios a los que el cliente de Internet está acostumbrado. No obstante, parece que las cosas van por el camino adecuado. Prácticamente en los últimos años se va doblando la cifra de venta del año anterior y a esto contribuye también el hecho de que el fondo editado en digital vaya aumentando paulatinamente.
¿Habéis observado si la gente utiliza las tabletas en sustitución de los e-reader?
Las pantallas de las tablets no están desarrolladas única y exclusivamente para la lectura, pero las de los e-readers sí. La función del e-reader es proporcionarle al usuario un soporte electrónico en el que pueda descargar e-books y tenerlos siempre disponibles para la lectura. Su pantalla de tinta electrónica no produce reflejos ni cansa la vista, su batería dura semanas. Únicamente consume energía con el paso de página o la utilización del menú. Y suelen ser muy ligeros. Si lo que quiere un usuario es un dispositivo para leer, el e-reader es el más indicado.
Sin embargo, mientras que con un e-reader la lectura es prácticamente la única opción, con una tablet las posibilidades se multiplican. Por eso es normal que la mayor parte de la gente adquiera un dispositivo que le proporcione mayor riqueza de opciones. Es por ello que quienes estamos en el mundo de la lectura digital tenemos que ir mirando a la tablet como el dispositivo que más usa el colectivo de las personas que leen en digital.
La analista IHS publicó un estudio a finales de 2012 en el que preveía que las ventas de ebooks iban a bajar, relegadas por las tabletas. ¿Se está comiendo la tableta al ebook?un estudio
R: Existe un intenso debate sobre si el e-reader ha llegado a su punto más álgido y a partir de ahora ya solo queda su progresivo decaimiento. Es un debate sensacionalista sobre algo que sí prevemos desde bq: que llegará un día en que las ventas se estabilizarán, porque los e-readers son dispositivos que el usuario tiende a renovar menos. El e-reader no ha muerto, ni mucho menos, pero su crecimiento se ralentizará porque el usuario medio renueva su e-reader de forma menos frecuente que el usuario medio de una tablet, por ejemplo.
Por otro lado, desde bq estamos en desacuerdo con la tendencia que afirma que la tablet ha matado al e-reader. El usuario que busca un dispositivo porque quiere leer, va a comprar un e-reader y no una tablet. El usuario que quiere navegar por internet, jugar, ver vídeo o reproducir música y, además, leer, evidentemente optará por la tablet.
Ante este panorama, desde bq no consideramos en absoluto cierto que las tablets están devorando el mercado de los e-readers, simplemente están dando la posibilidad de leer en ellas a usuarios cuya finalidad no es exclusivamente leer.
Últimamente se está dando una tendencia a hacer más grandes los smartphones. ¿Existe la posibilidad de que se fusionen con las tabletas en un único dispositivo?
La función del smartphone es, además de las propias de un teléfono, proporcionar una conexión multimedia constante para el usuario. Para ello debe ser ligero y pequeño, y eso se logra a costa de sacrificar ligeramente la comodidad visual. Las pantallas de las tablets ofrecen una comodidad con la que no puede competir el smartphone, mientras que los móviles ofrecen muchísima mayor movilidad. Por ello no son en absoluto excluyentes, porque un usuario puede tener ambas y que le ofrezcan prestaciones muy diferentes.
Empezasteis por el libro electrónico y después habéis ampliado las fronteras con tabletas y un smartphone. ¿Qué es lo próximo?
Nuestra prioridad es seguir desarrollando dispositivos adaptados a las necesidades de nuestros usuarios, como lo ha sido hasta ahora. Durante 2013 vamos a estar muy enfocados a los smartphones, puesto que la telefonía comprende unas certificaciones distintas a las de e-readers y tablets y requiere un gran trabajo de adaptabilidad, incluso en lo que respecta al hardware.
Imágenes: bq