Buscando una tablet para niños
Los niños se han convertido en un auténtico reclamo para ciertas tecnologías. Así no es extraño encontrarse en la calle a pequeños usando teléfonos y tabletas sobre todo en lugares como restaurantes, en los que madres y padres valoran “ganar” un poco de tiempo. Desde hace algún tiempo, muchos fabricantes han encontrado en el público infantil un importante nicho de mercado. Sin embargo, todavía estamos a la espera de un avance realmente sustancial en las aplicaciones educativas, su calidad y adecuación real a las necesidades de los más pequeños.
Por otro lado, cuando iniciamos la búsqueda de una tablet (usamos el término inglés para distinguirlo de la tableta que tiene otro uso) para nuestros hijos nos enfrentamos a un aluvión de dispositivos dispositivos que se arrogan la especificidad infantil. Esta sobreabundancia publicitaria puede llegar a hacernos perder el enfoque de que buscar realmente. La realidad de muchos de estos aparatos es que han cuidado más su aspecto externo, la estética del producto más que su capacidad real y adecuación a lo que necesitamos.
Así, muchas tablets low cost, con especificaciones poco actualizadas, muy en el perfil de las fabricadas con marcas procedentes de China, se han multiplicado en las estanterías para atraer a padres poco informados de los recursos necesarios y los rangos de precios de otros dispositivos estándar. Jugueterías, tiendas de electrónica y por supuesto la búsqueda en internet nos ofrecen como primeras opciones dispositivos muy mejorables incluso en los rangos de precios más bajos.
Mucha cantidad y apariencia
Algunas marcas han basado su oferta en máquinas de especificaciones bastante pobres, que finalmente llevarán a nuestros hijos a la irritación, al no desenvolverse correctamente multitud de aplicaciones de exigencias medias, por no hablar de juegos o vídeos en altos bitrate (de mayor calidad). Algunas propuestas, al menos, aunque de escasos recursos han sabido dotar al menos de un cierto valor añadido. Ese es el caso de Paquito, la propuesta de Imaginarium, pobre en cuanto a hardware y de una resolución de pantalla escasa, pero acompañada de un control parental y una cantidad de cuentos y aplicaciones que, para los poco versados en dispositivos Android, pueden empezar a usarla desde que abren la caja.
Por mucho que nos quieran vender, una tablet para niño no es un juguete. Es un dispositivo electrónico avanzado y aparte del aspecto interno, su calidad se mide en la capacidad para que su uso no sea frustrante. Al principio muchos pueden pensar que una cosa barata servirá. Pero nada más alejado de la realidad. Los juegos (salvo Angry Birds quizás) y vídeos exigen recursos. Cuanto mejor procesador, memoria y pantalla, más disfrutará de ello.
Para nuestra elección nos moveremos en un rango de precios de 100/200€ que es el segmento mayoritario. Eso excluye al iPad, efectivo pero mucho más caro en todas sus versiones. Toys’r'Us, Imaginarium, e incluso ClanTV han sacado dispositivos muy aparentes, bien trabajados en cuanto a adaptación infantil integrando aplicaciones y cuentos, pero muy pobres en cuanto a capacidades de hardware.
Los niños, y cuanta más edad peor aún, son uno de los usuarios más exigentes en cuanto a requisitos técnicos, casi tanto como los usuarios más avanzados. Un vídeo Mkv, con cierta calidad, o un juego que usa de forma intensiva la GPU, aceleración gráfica, puede dejar más que comprometidas las capacidades de muchos de estos dispositivos.
Una experiencia personal con diversos dispositivos
Tener en memoria varios capítulos de sus series infantiles preferidas y aplicaciones educativas de referencia (no tontadas para entretener niños), es un valor principal para el que escribe. Mi hijo, de dos años, busca sencillez. Tenerlo todo a mano. Para ello, siempre he grabado varios vídeos de sus favoritos (sobre todo si salimos de viaje). Una buena funda atada sobre el respaldo con un pañuelo, si no tienes soporte, basta para tenerlo entretenido, sin sofisticaciones inútiles en trayectos largos de coche.
Personalmente, he tenido iPad de primera generación, un Acer 500, un par de tablets chinas y un Nexus 7. Mi experiencia me inclina más por la libertad que te permite el ecosistema Android, sobre todo en este caso, en que para añadir contenidos no siempre dispongo de ordenador ni conexión. Además, los dispositivos que voy a indicar más adelante son de precios por debajo de los 200 €, algo impensable en el universo de la manzanita.
Como banco de pruebas, nada mejor que mi propio hijo. Lleva usando una tableta desde que tenía alrededor de un año. A los 18 meses ya era capaz de usarla de forma autónoma y con dos años no necesita ayuda para elegir aplicaciones por sí mismo. La parte fundamental de este proceso es la elección correcta de que contenidos y aplicaciones son ajustados. Este aspecto será tratado en un siguiente artículo.
Como hemos apuntado, los niños buscan velocidad y facilidad en el uso. Para ello, debemos simplificar el número de pulsaciones que deben hacer al mínimo. Dos como mucho. Eso no quiere decir que tengamos que tener un escritorio plagado de accesos directos, que dispersan y no son eficientes.
Para acceder a las aplicaciones, simplifiqué al máximo los escritorios Android. Uno para mi uso y otro con accesos directos de todas sus aplicaciones. Los cuentos y vídeos en carpetas separadas. Con Apex Laucher puedes hacer esto de forma simple. Además, bloqueé los accesos y puse contraseña a Google Play, para no hacer compras fortuitas. También hay varias aplicaciones para bloquear publicidad cuando está jugando a aplicaciones que muestran publicidad.
Consejo Final: Una tablet para niño, barato y eficiente
Tras mucho explorar todo el mercado de tablets para niños, dado que yo mismo era usuario avanzado y conocía bastante bien la oferta de cada momento, me centré en dos candidatos: el Nexus 7, de Google, y la propuesta de Amazon, el Kindle Fire HD.
En su momento, me decanté por el primero, por precio, calidad y tamaño es uno de los mejores dispositivos que puedes tener. Además, la nueva actualización que estará disponible próximamente, lo sitúa en la cabeza del mercado. El de Amazon está prácticamente a la misma altura que el primero en prestaciones, aunque con las limitaciones de la versión particular elaborada por dicha empresa. Ambos cuentan con unas características técnicas de primer orden y unas pantallas de buena resolución, buen sonido y muy cómodos de usar. El agarre para las manitas de un niño de dos años es muy bueno en ambos casos y serán escasas las ocasiones en las que nuestro hijo diga “se ha colgado”.
Bien es cierto que mi preferencia por el Nexus también va en consonancia a la apertura y las posibilidades del dispositivo. Como principal pega: la ausencia de lector de tarjetas MicroSD. La solución: un lector para su ranura Microusb, que puede costarte de 2 a 5 €. Si además rooteamos nuestro dispositivo para ampliar las capacidades del puerto OTG y ante la vista de la cantidad de modificaciones que nos permite foros como XDA, el Nexus puede ser la mejor opción.