UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
“Siempre hemos tenido problemas en este país”
Tras la guerra Árabe-Israelí de 1948, más de 700.000 personas palestinas fueron expulsadas de sus hogares en lo que se conoce como la Nakba o catástrofe en árabe. Lo que en principio parecía un desplazamiento temporal, se ha dilatado hasta nuestros días, y esta semana se cumplían 75 años del éxodo.
La ausencia de una solución en todos estos años sólo ha empeorado las condiciones de vida de los refugiados y refugiadas que viven desplazados dentro y fuera de 58 campamentos en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria.
Una de esas familias era la de Nemeh Deeb. Con 7 años, ella y su familia abandonaron su pueblo Kafr Anan en Galilea y huyeron a Líbano, un país actualmente sumido en una profunda crisis financiera y económica.
“Cuando llegaron los judíos se apoderaron de toda la zona norte. Entraron en nuestro pueblo con vehículos todoterreno. Salimos como estábamos pensando que nos estaban dando ayuda. Así que salimos sin coger nada de nuestras casas, ni siquiera un trapo”, recuerda Nemeh de esos días.
Lejos de recibir la ayuda que Nemeh y su familia esperaban, fueron expulsados de sus hogares hasta la actualidad. “Nuestra casa ya no existe, fue destruida. Recuerdo todo cada vez que pongo la cabeza en la almohada. Todos los días pienso en Palestina”.
La imposibilidad de volver físicamente no le impide a Nemeh soñar cada noche con su amada Palestina, donde los árboles, la tierra y la comunidad lo eran todo: “Siempre que había una boda, la celebraban bajo un árbol y entre otros olivos también. Era muy bonito, ya que solían celebrar la boda durante siete días seguidos. Durante esos días bailaban, celebraban y cantaban canciones. El árbol está situado junto a la carretera principal. Los judíos vallaron el árbol”, recuerda apenada.
Como Nemeh, actualmente son 240.441 las personas refugiadas de Palestina las que acoge Líbano en sus campamentos, pero allí la mayoría de refugiados y refugiadas están en una situación peculiar y discriminatoria. Al no ser formalmente ciudadanos de otro estado, no pueden reclamar los mismos derechos que otros extranjeros que viven y trabajan en Líbano. Además, el 93% viven bajo el umbral de la pobreza. “Una cueva en Palestina es mucho mejor que el palacio presidencial de este país. Palestina es un paraíso. Todo era hermoso”, recuerda Nemeh con nostalgia y añade: “La vida aquí es miserable. No hay oportunidades de trabajo ni para las mujeres, ni para los hombres”.
La actual y profunda crisis que atraviesa el país ha empobrecido aún más si cabe a las comunidades más vulnerables, entre las que se encuentran los refugiados y refugiadas de Palestina, pero siempre han tenido vicisitudes en el país de acogida, “siempre hemos tenido problemas en este país. Hoy tenemos aún más dificultades debido a la crisis del dólar. El precio ha subido tanto que uno no puede permitirse comprar alimentos, ni verduras. Si estuviéramos en nuestro pueblo podríamos comer cualquier planta que recogiéramos de nuestra tierra, pero aquí no podemos hacerlo”.
Las encuestas periódicas de seguimiento de la Agencia de Naciones Unidas para la Población refugiada de Palestina, UNRWA, muestran que, entre octubre de 2019 y julio de 2022, el coste medio de una cesta de alimentos en los campamentos de personas refugiadas aumentó un 560%.
Los servicios de la Agencia intentan minimizar en la medida de lo posible el impacto de la crisis, pero ante una situación tan catastrófica toda ayuda es poca. En el caso de Nemeh, también recibe de parte de la Agencia atención sanitaria, provisión de medicinas y apoyo económico con la rehabilitación de la casa. “Si necesitamos hospitalización, la agencia cubre parte de la factura y nosotros pagamos el resto”.
Los refugiados de Palestina llevan 75 años sufriendo la desposesión, viviendo durante décadas bajo ocupación militar, violencia, injusticia y sin derechos; viviendo aferrados a una vida de recuerdos, la de antes del 48. La petición de Nemeh es clara: “Si van a Palestina, visiten esos pueblos (…) Si eres extranjero puedes recorrer toda Palestina. Yo no tengo esperanzas de volver porque no me queda mucho tiempo de vida. Siempre que duermo, me pregunto si me despertaré al día siguiente”.
Según Hoda Samra, portavoz de UNRWA en Líbano, las personas refugiadas de Palestina solo desean una solución justa después de 75 años, cuando tuvieron que huir de sus hogares. A pesar de las dificultades la esperanza permanece: “No podemos permitirnos perder la esperanza. No es una opción. Tenemos que continuar”.
El testimonio de Nemeh y otros muchos más forman parte del podcast ‘Inshallah, un viaje a Palestina en Líbano’, una producción de UNRWA España y Cadena SER, a través de la cuál descubriremos la vida de la población refugiada de Palestina en los campamentos de Líbano. Ya está disponible el primer episodio: ‘Nakba, Cómo te conviertes en refugiado’.
Sobre este blog
UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.