Pedraza
Uno de los pueblos más bonitos de España, perfecto para una escapada de diciembre, está en Segovia y a una hora y media de Madrid

Pedraza, en la provincia de Segovia.

Héctor García Alonso

4 de diciembre de 2024 12:20 h

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El mes de diciembre es uno de los más esperados por todo tipo de viajeros. Desde vuelos en avión a países lejanos, hasta viajes en coche o tren a pueblos cercanos, España cuenta con varios enclaves únicos perfectos para planear un viaje durante el último mes del año en el que disfrutar de una pequeña escapada.

Así, el centro de la península alberga algunos de los parajes y municipios más especiales de todo el territorio, tanto por su rica historia como por los monumentos que aún se conservan en ellos. Conocerlos más a fondo y descubrir todas sus características es esencial para preparar un viaje de última hora antes de que termine el año.

En la comunidad autónoma de Castilla y León, una pequeña villa destaca por estar presente en la lista de los Pueblos Más Bonitos de España y por haber sido catalogado como el mejor pueblo que visitar durante el mes de diciembre, según la revista National Geographic. De esta manera, el municipio de Pedraza, en la provincia de Segovia y a tan solo hora y media de Madrid, se presenta como una gran alternativa para descubrir sus enormes murallas y construcciones de origen medieval.

La historia medieval de Pedraza

Pese a los indicios de poblaciones prehistóricas y la certeza de la ocupación romana del enclave, no fue hasta la Edad Media cuando la villa comenzó a ganar notoriedad. Así, desde mediados del siglo XIV, el municipio de Pedraza fue dominio señorial —más concretamente de la Casa de Velasco— durante décadas.

A raíz de esta posesión de tierras, tanto ganaderos como mercaderes acudieron al pueblo en busca de enriquecerse con comercio y mercadeo, volviéndolo un territorio próspero con el paso de los años. Entre los comercios más destacados estaban los talleres segovianos o la lana castellana, que llegó incluso a abastecer a ciudades de renombre como Brujas y Florencia.

Sin embargo, la crisis ganadera azotó a toda la meseta durante el siglo XVIII, por lo que el enclave decayó como villa de comercio. Tanto fue así que Pedraza sufrió un proceso de despoblación durante los inicios del siglo XX, donde sus casas fueron abandonadas o vendidas a bajo precio. Años después, se aprovechó la situación para adquirir y restaurar las construcciones, impulsando de nuevo el crecimiento del pueblo hasta la actualidad.

Qué ver en Pedraza

El municipio de Pedraza cuenta con varios monumentos históricos de origen medieval en gran estado de conservación. Uno de los más llamativos es la puerta de la villa, que destaca por ser el único punto de entrada y salida del pueblo. Sus orígenes se remontan al siglo XI, aunque fue reconstruida varias décadas después, bajo el señorío de Íñigo Fernández de Velasco.

Los portones de la construcción son de madera de álamo negro, y en épocas pasadas se cerraban durante la noche para impedir la entrada o salida de cualquier persona a menos que fuese una emergencia. De ser así, el carcelero que custodiaba el acceso era el responsable de abrir la puerta y dejar pasar a quien lo necesitase.

Otro de los puntos más llamativos del enclave es el castillo de Pedraza, una fortaleza construida en el siglo XIII que se reedificó tiempo después en el siglo XV. De la misma manera que con el resto del enclave, la construcción pertenecía en su totalidad a la familia Fernández de Velasco, duques de Frías y condestables de Castilla.

Varios acontecimientos tuvieron lugar en el mismo como cuando estuvieron prisioneros en castillo dos hijos del rey Francisco I de Francia. En la actualidad la construcción sirve como exposición al público, ya que fue adquirida por el pintor Ignacio Zuloaga en el año 1926, quién la restauró e instaló allí su taller.

De la misma manera, una de las construcciones más icónicas del pueblo es su cárcel. Ubicada en lo que en su momento fue una torre vigía, servía tanto de refugio para el carcelero como para apresar a delincuentes comunes, normalmente ladrones. Aun así, la cárcel de Pedraza contaba con dos niveles de mazmorras, por lo que los criminales más peligrosos eran destinados a un sótano inferior donde sufrían condiciones más duras.

En la actualidad, es posible conocer cómo eran sus celdas o los cepos y grilletes que se utilizaban, puesto que el espacio ha sido rehabilitado como museo. La visita guiada, con duración de 30 minutos y un coste de 4 euros, permite observar cómo era una cárcel de época y conocer las instalaciones que aún se preservan en perfecto estado de conservación.

De la misma manera, Pedraza no solo cuenta con monumentos civiles y militares, sino también con varias construcciones de carácter religioso. Algunas de las más destacadas son:

  • La iglesia de San Juan Bautista, de estilo románico aunque remodelada con detalles barrocos
  • Ermita de Nuestra Señora del Carrascal, una pequeña construcción románica dedicada a la patrona de pueblo
  • La iglesia de Santa María, en ruinas debido al paso del tiempo

Otras maravillas de Pedraza

El municipio de Pedraza, de marcada historia medieval, guarda algunas costumbres y festividades notables, como la noche de las velas, en las que la villa apaga todo su alumbrado público y el pueblo se ilumina gracias a la luz de infinidad de velas y candelabros.

Por otro lado, el pueblo también destaca por su gastronomía típica segoviana, ofreciendo platos tan representativos de la cocina castellanoleonesa como el cordero asado, el judión de la Granja o el cochinillo asado. Además, la villa ha sido hogar del rodaje de varios productos audiovisuales, como la serie de televisión 30 monedas (2020), Isabel la católica (2012) o Águila Roja (2009).

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