Lo digo claro: cada voto a la alianza Feijóo-Abascal o al PP con el Vox europeo es combustible para la motosierra que acabaría con la Europa de la unión por la paz, la convivencia, el respeto a la diversidad, los derechos humanos y las políticas de crecimiento económico con justicia social y ambiental.
Para España, que lidera ahora mismo en Europa un modelo de gobierno progresista que crece más que la media, que genera empleo de calidad en sectores productivos emergentes y avanza con paso firme en las transiciones energética, ecológica y digital con protección social a la clase media y trabajadora, sería, sencillamente, una catástrofe que el rumbo de las instituciones europeas caminara a lomos del populismo, el negacionismo y el ultraliberalismo de la coalición de las derechas europeas.
El despegue del autogobierno en Andalucía, la revolución económica y social que ha experimentado en las últimas décadas, no habría sido posible sin la integración en Europa y sus políticas o sin la financiación de infraestructuras.
Andalucía ha sido la CCAA más beneficiada de toda España y de la UE en la asignación de fondos europeos desde 1986 a 2023, con 53.566 millones de euros entre fondos FEDER, FSE, FEADER y Fondos de Cohesión. Y hasta 2029, Andalucía tendrá asignados 20.000 millones de euros más. Por tanto, más de 73.000 millones desde que España ingresó en la UE.
Un volumen histórico de ayudas para propiciar la modernización de la economía andaluza y su adaptación a las diferentes transiciones mejorando nuestra competitividad, blindar nuestros servicios públicos y mejorar las oportunidades laborales de jóvenes y mujeres.
Los datos demuestran lo que el Gobierno andaluz intenta tapar o minimizar con propaganda institucional porque aún no hay protestas masivas en las calles
Es evidente por qué el PP no quiere hablar de Europa, ni de la financiación que ha recibido Andalucía y lo que supone para nuestra tierra. Prefiere seguir en campaña contra el presidente Sánchez y el Gobierno de España y no pararse a contar sus planes con la ultraderecha para cambiar el rumbo de la UE y acabar con el estado del bienestar, deteriorando la sanidad y la educación pública o la dependencia como está haciendo el señor Moreno Bonilla en Andalucía.
Los datos demuestran lo que el Gobierno andaluz intenta tapar o minimizar con propaganda institucional porque aún no hay protestas masivas en las calles. La verdad incómoda es que, desde 2018, cuando Moreno se convirtió en presidente gracias los votos de Vox tras perder las elecciones hasta la actualidad, el crecimiento de las listas de espera en sanidad ha llegado hasta los dos millones de pacientes. Por ejemplo, en junio de 2018 había 222.962 en listas de espera de consultas externas mientras que en junio de 2023 eran ya casi de cuatro veces más: 841.731, pasando de una media de espera de 53 días a 121. Y todo ello mientras hemos pasado de ser la tercera comunidad de España por la cola en privatización de la sanidad en 2019, a la cuarta a la cabeza en 2024, con el incremento considerable de trasvase de recursos públicos a la privada que ello conlleva.
Desgraciadamente, a pesar de la enorme financiación de Europa y del Gobierno de Pedro Sánchez (34.000 millones más en cinco años respecto a los 11.000 millones menos durante el gobierno de Mariano Rajoy), en Andalucía tenemos un gobierno incapaz, incompetente y soberbio, que es el primero siempre en confrontar y el último en gestionar.
Según fuentes oficiales, la Junta de Andalucía sólo ha gastado el 22% de los fondos europeos que tiene asignados en la actualidad (de forma especialmente eficaz los dirigidos a grandes patrocinios de eventos en vez de las inversiones productivas en sanidad, educación, vivienda o las ayudas a autónomos), frente al 34% ejecutado del Gobierno de España.
Ni un paso atrás en la Europa progresista, verde y de justicia social por la que los españoles peleamos durante años para pertenecer. En Andalucía ya se está produciendo un cambio silencioso y a peor
No permitamos que las derechas frenen el progreso constante que ha tenido Andalucía desde que formamos parte de la UE y entramos como una de las regiones menos desarrolladas, condición que abandonamos en el periodo 2014-2020 cuando la Comisión Europea nos catalogó dentro del grupo de regiones en transición. Hemos dejado de converger con la UE y con España desde que gobierna Moreno Bonilla. Nuestro nivel de convergencia a finales de 2023 no alcanzaba el 60%, el menor de nuestra historia. Y la convergencia con España se sitúa por debajo del 75%.
Desde Andalucía vamos a defender una Europa de y para todos y todas, frente a las derechas egoístas, machistas, irrespetuosas e intolerantes, que quieren volar desde dentro el gran escudo de protección social que tenemos desde que formamos parte de la UE hace ya 38 años.
Ni un paso atrás en la Europa progresista, verde y de justicia social por la que los españoles peleamos durante años para pertenecer. En Andalucía ya se está produciendo un cambio silencioso y a peor. Silencioso porque no tiene aún el protagonismo que debería en los medios de comunicación o en movilizaciones callejeras. Pero ese cambio es imparable y se está cuajando en las largas colas para coger cita en los centros de salud, en las salas de espera atestadas de los hospitales, en las aulas desbordadas que superan la ratio, en las esperas inhumanas para la ayuda a la dependencia.
Andalucía va a demostrar en estas elecciones europeas que está harta de fotos y palabras huecas de Moreno Bonilla y que está dispuesta a optar por el cambio a mejor para todos y todas que representa el Partido Socialista de Andalucía. Con humildad, sensatez, diálogo y experiencia en la gestión para centrarnos en lo que realmente importa: trabajar por Andalucía y una Europa próspera y más justa.
Sobre este blog
En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
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