La falta de personal y las nuevas tareas de enfermería, las polémicas claves del Plan de Atención Primaria de Andalucía
La Atención Primaria en Andalucía sigue siendo el principal caballo de batalla al que se enfrenta el sistema público sanitario. El nuevo plan para gestionarlo que propone el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha encontrado con la oposición frontal de sindicatos y profesionales porque se ha elaborado “sin negociación” y sin detallar exactamente qué propuestas se ponen en marcha. Una situación que ha provocado una cascada de protestas de todas las secciones sindicales al entender que el Plan de Atención Primaria que propone la Junta de Andalucía no soluciona las carencias del modelo, sino que se queda en simple “palabrería”.
CCOO, UGT, CSIF, Sindicato Médico y SATSE se han pronunciado en contra de este proyecto sanitario que promueve el SAS presentando una realidad “ficticia” y que desde el Gobierno andaluz se ha presentado sin documento alguno. Al menos, eso es lo que denuncian todas las secciones sindicales. Algunas de ellas sostienen incluso que la Mesa Sectorial que se celebró el pasado 23 de septiembre se hizo casi de manera improvisada. Una cita que se produjo justo cuando el consejero de Salud, Jesús Aguirre, lleva semanas repitiendo que los centros de salud están recuperando la “normalidad” y la “presencialidad” a la vez que la pandemia de la Covid-19 va cediendo terreno. Una realidad que no comparten los sanitarios porque siguen advirtiendo de que hay una alta demora asistencial y una sobrecarga de trabajo para los médicos, especialmente por las consultas telefónicas.
Por eso, el plan que ha presentado el Gobierno andaluz no gusta entre los sanitarios. Las fuentes consultadas lamentan que la propuesta del SAS no corrige los problemas que ya hay, sino que los incrementa añadiendo “inseguridad jurídica” en algunos puestos de trabajo por las funciones que tendrán que desarrollar. Entre otras cuestiones porque parte del mismo mal que ya sufre la sanidad pública andaluza desde hace tiempo: falta personal y la Junta no aclara cómo pretende aumentar las plantillas. Una duda que no despejó la Consejería de Salud cuando trasladó su propuesta de mejoras a los sindicatos sin explicar cómo pretende llevarlas a cabo.
Un plan inexplicado
Fuentes del Sindicato Médico aseguran que no saben qué proyecto concreto tiene el SAS para el Plan de Atención Primaria porque no se les detalló más que por diapositivas a las que no tuvieron acceso después de la Mesa Sectorial. Sí saben que una de las cuestiones que ha venido para quedarse es la atención telefónica a los usuarios, para evitar que se colapsen los centros de salud. Al respecto, este medio ha tenido acceso a un documento interno en el que se explica que esta modalidad está pensada para aquellos pacientes cuyas dolencias ya sean conocidas, sobre sus tratamientos o “como herramienta de seguimiento clínico o informes de resultados por el facultativo”.
Porque el principal objetivo que persigue la Junta de Andalucía es evitar que en los centros de salud vuelvan a verse imágenes del pasado con salas y consultas llenas de ciudadanos. Para ello, las citas serán mixtas y se mantendrá un método de acceso de pacientes que se implementó durante la pandemia, según confirma el consejero de Salud, Jesús Aguirre. Se trata de las consultas de acogida que se explican mediante una fórmula conocida como triaje que no es más que un cribado para saber si un paciente puede, o no, acudir presencialmente a ver a su médico de cabecera. El SAS propone que estas consultas las gestionen los enfermeros, lo que ha encendido el malestar general de los médicos y ha sembrado sobre la situación jurídica en la que se quedarían los sanitarios que tuvieran que decidir sobre la gravedad de un ciudadano para darle cita presencial.
De hecho, la llamada consulta de acogida es el asunto que más polémica ha provocado porque acaba con el modelo de “demora cero” con el que cualquier persona podía ir a ver a su médico sin cita. Ahora, tendrá que ser un enfermero el que decida si ese ciudadano tiene un cuadro clínico lo suficientemente grave para ver a su doctor o si por el contrario debe esperar a tener una consulta presencial o telefónica. Para Francisco Cantalejo, del Sindicato Médico, esta propuesta es “un desastre” y “un despropósito”. “Han diseñado unas agendas en las que se reflejan un mundo idílico-virtual que nada tiene que ver con la realidad”.
“La única solución que se ofrece al ciudadano que lleva dos semanas intentando conseguir una cita telefónica con su médico es que sea atendido por enfermería y que este profesional valore si debe ser visto o no por el médico, es decir enlentecer aún más el proceso y aumentar las demoras para la asistencia médica”, dicen desde el Sindicato Médico. Una modalidad que también puede generar problemas jurídicos a los enfermeros si algún paciente acaba empeorando sin haber recibido atención médica presencial. Juan, nombre ficticio por temor a represalias, trabaja precisamente como enfermero en Atención Primaria y dice que este tipo de consultas les ponen en peligro.
Responsabilidades compartidas
“Se trata de poner a la enfermería al servicio de la medicina. El médico atrincherado en su consulta y nosotros hacemos todo”, lamenta. Mientras, desde SATSE (Sindicato de Enfermería) recuerdan que, aunque ya realizan esa función en las Urgencias de los hospitales, para realizar esta nueva labor deberían contar con más profesionales. “No se dota de los recursos materiales y humanos necesarios. Sin más enfermeras no podemos seguir atendiendo a la población de forma integral”, explica Fayna Gómez de SATSE. Por su parte, desde CSIF, Victorino Girela lamenta que la propuesta “plantee que otros profesionales desarrollen funciones que son propias de otras categorías, generando incertidumbre e inseguridad jurídica”.
Francisco Cantalejo del Sindicato Médico aporta otra clave: “Hacen falta médicos y todavía no sabemos qué van a hacer con los contratos a 31 de octubre que prescriben a cuenta del Covid”. Una opinión que comparte Girela de CSIF porque, en esta coyuntura, “las contrataciones realizadas por la pandemia no han cubierto las necesidades ni de los profesionales ni de la ciudadanía y, por ejemplo, no se han producido nombramientos en periodo estival en muchos centros de salud de Andalucía, teniéndose que realizar más de 15 guardias mensuales en muchos casos”.
Rafael González, de CCOO, alerta de que este Plan de Atención Primaria se ha elaborado sin tener en cuenta la “sobresaturación” que padece la especialidad. “Este plan se ha hecho sin ningún tipo de negociación”. Desde CCOO aseguran que han puesto encima de la mesa 150 medidas para mejorar la Atención Primaria y que no se ha recogido ninguna de ellas en este proyecto. Ni de ellos ni de ningún otro sindicato. Por otra parte, censura que no haya un “plan económico detallado que cuantifique la puesta en marcha de las medidas propuestas”. Intuyen que se hará con los recursos actuales que ya se está viendo que son escasos.
Blanca Cáceres, médico de Atención Primaria, cree que la propuesta de la Junta parece ser “humo” porque no arregla los problemas a los que se enfrentan a diario sus compañeros y ella. Expresa sus dudas sobre todo en el triaje que deben hacer ahora los enfermeros porque cree que es “un parche que no va a funcionar”. “Para hacer un buen triaje tienes que saber hacerlo y no creo que todos los enfermeros sepan o quieran porque no hay que olvidar que hacer de filtro, si se hace bien, tiene gran responsabilidad, ya que hay cosas que se van a quedar sin atender o se van a demorar”. Además, nada se podría llevar a cabo si no se contrata a más personal. “Si no hay más plantilla, poco se puede organizar y es una nefasto que haya demora de dos semanas para pedir una cita”.
Este medio se ha puesto en contacto con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía para preguntar por las protestas de sindicatos y profesionales sobre el Plan de Atención Primaria. Fuentes oficiales aseguran que “se trabaja desde hace tiempo y se han mantenido reuniones”, mientras se hacen eco de las declaraciones del consejero Aguirre sobre el polémico triaje: “La consulta de acogida o triaje es igual que cuando usted va al hospital donde primero hay una valoración de su patología para ver si usted va a la sala 1, 2 o 3. Pues esto es igual. En los centros de salud grandes esto ha estado funcionando muy bien durante la pandemia. Además de la presencialidad absoluta y de la normalidad, vamos a seguir manteniendo en los grandes centros de salud esa consulta de acogida por parte de enfermería que es la que va decidiendo qué es y lo que no prioritario para ir atendiendo. Será in situ y decidirá para qué médico se va”.
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