Rafael Sancha, bombero onubense en Valencia: “La gente es alucinante, lo ha perdido todo y nos dan lo que tienen”
Rafael Sancha, portavoz del Consorcio de bomberos de Huelva, tras realizar una nueva batida en el aparcamiento del centro comercial Bonaire: “Los vehículos están todos totalmente revisados señalizados y descartados. No se ha encontrado nada”.
Este es uno de los miles de titulares que se han podido leer en estos días sobre la DANA que hace una semana asoló Valencia, y, además, está relacionado con un lugar que ha sido pasto de bulos o noticias falsas.
Pero, tras los titulares están las personas, y tras este hay ocho bomberos onubenses que en cuestión de horas se organizaron para ponerse en marcha, dejar todo atrás y acudir a socorrer a la gente que lo ha perdido todo.
Rafael Sancha es la voz de él y de sus siete compañeros. Proceden de varios parques de bomberos de la provincia de Huelva gestionados por la Diputación. Aunque tienen distintos niveles de mando, “en Valencia somos todos por igual”, y con ese espíritu están trabajando de sol a sol para intentar ser lo más útiles posible a la gente de los pueblos arrasados.
Su jornada empieza hacia las 6 de la mañana. Antes, han dormido como han podido en el polideportivo de Buñol: “La gente se está volcando con nosotros, nos lo están poniendo súper fácil”, dice Sancha, que se emociona al señalar que “la gente es alucinante. ¿Cómo pueden haberlo perdido todo y darnos todo lo que tienen?”.
Entiende que los vecinos les quieren proteger, que estén entre ellos todo lo más cómodos que puedan, cuidarles. Ellos mismos intentan cuidarse “con mascarilla, doble guante de látex, que nos cambiamos cada cierto tiempo, con lavados continuos de cara y manos”, en mitad de sitios que forman parte de un paisaje dantesco: “En Catarroja huele muy mal, a agua estancada, es muy difícil estar allí”, dice.
El equipo madruga y se va al Puesto de Mando Avanzado. Hay varios distribuidos por la zona. El suyo está en Ribarroja. Una vez allí les dicen dónde tienen que estar trabajando. Su labor es útil por muchas cosas, entre otras porque “la Diputación nos ha puesto todos los medios. Tenemos bombas de achique, un puesto de mando..., somos completamente autónomos”.
El parking de los bulos
Este martes llegó el momento de trabajar en el parking del centro comercial Bonaire, quizá el lugar del que se han extendido más bulos. Desde la posibilidad de que hubiese en su interior 2.500 muertos a los 80 anunciados como “primicia” por la ultraderecha en X, en mensajes que ya han sido borrados.
Rafael y sus compañeros se aislaron de todo ese ruido y se pusieron manos a la obra cuando accedieron al aparcamiento. “El trabajo se dividió en dos zonas, el mismo aparcamiento para el público del centro comercial y otro para los empleados junto al muelle de carga de todas las tiendas. En el primero había muchísima agua, y por la tarde nos pidieron ayuda porque faltaba un sector que no se había revisado”. Para allá se fueron con compañeros de La Rioja.
No han encontrado ningún cadáver en el parking. Rafael no sabe contestar si hubiera preferido encontrar alguno y entregarlo a una familia que sufre la pérdida de un ser querido o no hallar ninguno. En eso, como en el resto de su labor, prefiere “hacer el trabajo, centrarme, no pensar demasiado en qué puede pasar. Nos ponemos el chip de trabajo, y lo que encontremos lo asimilamos”.
Habla muy por encima de los bulos, y hasta se alegra de tener “muy poco cobertura, casi no hay de internet y, de llamadas, dependiendo del momento. Hay días que hay línea y otros no”, con lo que desconectar del ruido y de las redes es hasta fácil.
Rafael tiene dos hijos, de 2 y 4 años. Su familia sabe poco de los detalles de su trabajo. Él lo prefiere así. “Sé que tienen su preocupación, pero no la transmiten, ni yo a ellos”.
Dicen que los bomberos están hechos de otra pasta. Rafael se pasó el fin de semana trabajando en el aviso rojo de Huelva, descansó lo justo y cogió la carretera de Valencia con sus compañeros. Sabe que tendrá que regresar y dar el relevo a otros bomberos, pero espera volver pronto y seguir ayudando en cuanto le sea posible.
“Invita la casa”
Las muestras de cariño del pueblo valenciano hacia quienes les están ayudando sin infinitas, pero una de ellas ha llamado la atención por el detalle en concreto. Los efectivos del Plan Infoca desplazados desde Andalucía se encontraron este martes con la ayuda solidaria de los responsables de una estación de servicio en Masalavés (Valencia), que se negaron a cobrar el coste del repostaje de gasóleo a los vehículos del convoy andaluz.
Como ha narrado el Infoca en sus redes sociales oficiales, la situación la vivieron los efectivos del Grupo de Intervención de Sevilla, que pararon a repostar sus vehículos en el área de servicio Alberique La Pausa. Cuando fueron a abonar el combustible, quien les atendió les dijo: “Gracias por venir, invita la casa”.
Para el Infoca, “no es el dinero, es el agradecimiento”, ha recalcado ante esta acción solidaria. En total, fueron tres autobombas y cuatro vehículos todoterreno.
El operativo enviado desde Andalucía a los municipios valencianos más afectados por la DANA ya trabaja al 100 %, tras llegar de forma escalonada desde la mañana de este lunes a distintos municipios.
Son 230 efectivos y 30 autobombas, en el mayor desplazamiento fuera de Andalucía del Infoca. Técnicos de operaciones y bomberos especialistas en emergencias naturales se encuentran en el equipo desplazado desde suelo andaluz.
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