El Parlamento andaluz, a propuesta de Vox, insta a propulsar conciertos público-privados “necesarios para la sanidad pública”
El último Pleno parlamentario del actual período de sesiones ha tenido como protagonista a la sanidad pública y su “falta de personal y recursos” (según PSOE y Adelante Andalucía) o el “proyecto ilusionante” que pregonan PP y Ciudadanos, que achacan algunos de sus males a la recurrente “herencia socialista” y al “ostracismo sanitario” en el que se ha dejado a la comunidad autónoma “tras 40 años de gobiernos del PSOE”.
Vox, por su parte, se ha mostrado por momentos crítico con el Gobierno que sustentan y ha acusado al actual Ejecutivo andaluz de “continuar un modelo sanitario del siglo XX”, si bien el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, no ha dudado en agradecer a la extrema derecha su “compromiso” con la sanidad pública en Andalucía, devuelto con aplausos desde la bancada de los de Francisco Serrano. De hecho, después, en las votaciones, el Parlamento ha sacado adelante una propuesta de resolución de esta formación en la que se insta al Consejo de Gobierno de la Junta a “propulsar los conciertos público-privados necesarios que vayan en beneficio de la sanidad pública e incluso el estudio de otras forma de gestión sanitaria optimizando recursos humanos y materiales”.
La propuesta de Vox, redactada de manera similar, había sido rechazada en primera instancia por el resto de grupos, pero ha salido finalmente adelante. La Junta ya anunció al comienzo de la legislatura que los conciertos con hospitales privados entraban en su punto de mira cuando anunció un plan de choque contra las listas de espera.
PP y Ciudadanos sacaron adelante en la tarde del miércoles sus 35 propuestas de resolución, en virtud de su mayoría parlamentaria con el apoyo de Vox, donde destacan dos generalistas: que el Parlamento inste a la Junta a impulsar “un gran pacto sanitario” de acuerdo con todos los actores implicados y a impulsar “un plan integral que permita un nuevo modelo sanitario, desde la atención primaria hasta la atención especializada, reformando el sistema de urgencias”.
Más allá de las muchas propuestas aprobadas y de la disputa política propia del debate parlamentario, lo cierto es que los sindicatos están en notable desacuerdo con la actual gestión de la Consejería y del Servicio Andaluz de Salud (SAS), cuyo gerente cesó hace un mes, y así lo han hecho saber con numerosas movilizaciones de protesta en distintas provincias. El cierre de muchos centros de salud por las tardes durante las navidades, el déficit de profesionales sanitarios denunciado por el propio Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, los tiempos de las listas de espera o la gestión de la crisis de la listeriosis del pasado verano han sido algunos de los puntos sobre los que ha incidido la oposición al Gobierno andaluz de coalición, que han sacado pecho de una situación “sin duda mejor” que la de hace un año pero considerando “imposible” haber podido “en once meses” darle la vuelta como a un calcetín a una sanidad pública “heredada”.
La fábula de la cigarra y la hormiga
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha defendido la gestión desde enero con el PP al frente de las políticas sanitarias “en beneficio de los pacientes” y con la contratación de profesionales, entre otras cuestiones, para la “mejora de la sanidad en Andalucía”. Para ello, no ha dudado en acudir al último enfrentamiento entre PP y PSOE para decir que “la intervención de Andalucía” por parte del Gobierno de Pedro Sánchez pone “en peligro” la contratación el año que viene de más de 1.500 profesionales sanitarios.
“El actual Gobierno es la solución a los problemas que generaron los gobiernos socialistas”, ha sentenciado, acusando a los socialistas de “ocultar” a los andaluces “la gran vergüenza de las listas de espera” o datos reales de las vacunas, calificando de “visión apocalíptica” la opinión de los partidos de la oposición respecto a la situación sanitaria. “Dejaron la sanidad hecha trizas y no quieren asumir ninguna responsabilidad política por la mala gestión que hicieron”, ha dicho Aguirre, quien ha presumido de que la Junta mantiene “una comunidad que funciona, cumple y avanza con equilibrio”.
“Estamos tomando medidas y nos estamos comiendo los marrones que ustedes nos han dejado. Ustedes son las cigarras que despilfarran y se mueren cuando se les acaba el dinero y nosotros la hormiguita, va en nuestro ADN”, ha comentado Aguirre al portavoz del PSOE, José Fiscal, a quien le ha comparado el dinero que “ha dilapidado en los ERE” con lo que se podría haber hecho en materia sanitaria. “No es lo mismo la gestión de izquierdas que la gestión de derechas”, ha dicho el consejero, que ha querido agradecer a Vox su “compromiso” con la sanidad pública. “No es lo mismo”, ha dicho emulando “esa canción de Alejandro Sanz”.
“Para que sus amigos hagan negocio”
Fiscal ha dicho que Aguirre ha abusado en sus intervenciones del “retrovisor” y le ha acusado de “anteponer el servicio privado al servicio público por motivos ideológicos” en base a un preconcebido “plan político” dividido en tres fases: “desprestigio” primero, “recortes” después y luego “la privatización”. “Ustedes lo han demostrado ya en Valencia, Castilla La Mancha y Madrid, y ahora están decepcionando a todos”. ¿Dónde están sus compromisos? ¿En el mismo vertedero de las vallas de Moreno prometiendo 600.000 empleos?“, ha ironizado, pidiendo a la Junta ”que no acometa más recortes y a no trasvasar la prestación del servicio público sanitario andaluz a la gestión privada“.
“Están empujando a la gente a la sanidad privada para que sus amigos hagan negocio”, ha dicho Fiscal, acusando a la actual Consejería de “la peor situación de la sanidad en su historia reciente” a causa de su “caótica gestión” que ha provocado una situación “extremadamente grave”. Fiscal ha echado en cara las modificaciones presupuestarias de las que se ha beneficiado la Consejería en recientes consejos de gobierno después de recibir “un SAS saneado” y al que han sometido a “600 millones de déficit en un solo año”. También se ha referido a los “amigos” del consejero que han engrosado la lista de altos cargos en Salud, incluido un sobrino al frente de la subdirección de la gestión sanitaria.
“¿Usted realmente cree que la sanidad funciona mejor? ¿Usted cree que la gente se queja por gusto?”, le ha espetado por parte de Adelante Andalucía, Inmaculada Nieto, quien ha iniciado los turnos de los grupos acusando a Aguirre del “agravamiento de los problemas de la salud pública”. Nieto ha citado, entre otras cosas, el plan de choque contra las listas de espera “que no han pagado todavía” o el hecho de que hayan realizado contratos inferiores a seis meses, en contra de la promesa e los populares, a quienes han tachado de “pollos sin cabeza sin saber dónde gastar el dinero”.
Un “guiñapo” como herencia
El diputado de Vox Manuel Gavira ha reprochado al Gobierno que la sanidad “no está mejor ahora que con los socialistas” aunque se haya incrementado en este ámbito los presupuestos, apoyados por su formación, reclamando un cambio del modelo porque “si no, el sistema se va a la porra”. En su intervención ha insistido en que el ámbito sanitario “va igual y no va a mejorar” y ha reprochado que ni al anterior gobierno, que dejó la sanidad hecha un “guiñapo”, ni al nuevo, que “no ha cambiado su gestión” pese a “las buenas intenciones”, tienen interés en resolver esta situación. “No solo con un incremento del presupuesto vamos a poder salvar el sistema”, ha avisado.
Ciudadanos, por parte de Emiliano Pozuelo, ha propuesto “un gran pacto andaluz por la sanidad andaluza con los todos los profesionales implicados que mejore la gestión ”heredada del Gobierno anterior“, pidiendo la unidad de todos los grupos parlamentarios. ”Necesitamos un nuevo modelo que reivente las cosas que no funcionan“, ha dicho, alabando el ”esfuerzo titánico“ de la Junta en este sentido y mostrando su ”respaldo al consejero“. ”La sanidad andaluza está mejor que hace n año y el que diga lo contrario miente“, ha concluido.
Beatriz Jurado ha posicionado al grupo parlamentario popular, “es absolutamente imposible que en once meses podamos hablar de una situación totalmente diferente a la que había”. “No es por hablar de herencia, es por hablar de una realidad”, ha dicho, insistiendo en que “la sanidad va avanzando poco a poco y recuperándose”. Jurado ha detallado, entre otras cuestiones, que se van a contratar a más profesionales sanitarios (12.752 en 2019 y 1.520 más en 2020), dotándolos de estabilidad y mejores contratos, y subiendo salarios y guardias. “Perdone que les abrume con datos pero ustedes nos abruman con las mentiras”, “manoseando a la sanidad pública para arañar votos”, ha dicho.